Andalucía
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Artículo de María Jesús Monedero en la edición de 29 de julio de 2020 de Diario Córdoba

Hay quien llama así a las mascarillas que llevamos puestas todo el día. Me hace gracia la expresión…. Creo que tiene más un sentido de humor que de crítica. Máscara, mascarilla, bozal, mordaza. Muchos nombres para algo que es parecido y no es lo mismo. Taparnos todos los orificios de la cara puede ser un acto de empatía, solidaridad, apoyo mutuo. La máscara nos remite al teatro y al carnaval, a cambiar de identidad. El bozal nos aproxima a los animales, a protección, también. Y la mordaza, ay la mordaza, la dejo para el final. He querido empezar con humor porque lo que sigue es duro.

Desde mi último artículo ha habido muchas fechas simbólicas. Empiezo por un nombre que no quiero olvidar. En junio murió, aparentemente por suicidio, Sarah Hegazy, activista LGTB egipcia que fue detenida por mostrar una bandera arcoiris. Escribió: «El dolor es demasiado fuerte». «La experiencia fue brutal y estoy demasiado débil para resistir, perdonadme». Estaba exiliada en Canadá. Sarah fue torturada.

El 26 de junio era el día contra la tortura. Algunos gobiernos no se avergüenzan de utilizar al tortura. A veces, incluso, presumen de hacerlo. Como el espacio es escaso me limito a visibilizar nombres y a invitaros, como en otras ocasiones, a buscar información complementaria. Loujain al-Hathloul, Nassima al-Sada, Samar Badawi, Nouf Abdulaziz, Maya’a al-Zahrani, de Arabia Saudí. En China el abogado Gao Zhisheng. A Aser Mohamed de Egipto lo detuvieron, sin orden judicial, y torturaron con 14 años. En Irán a Zeynab Jalalian, de etnia kurda, infectada por el coronavirus se le impide deliberadamente el acceso a atención médica. Osman Kavala sufre trato cruel en Turquía después de más de treinta meses en prisión.

Las mordazas se pueden utilizar en las sesiones de tortura. Como Ley Mordaza se conoce a la LOSC, que el 1 de julio cumplió 5 años.

Las mascarillas que utilizamos para proteger a los demás no deberían ser mordazas. De acuerdo con los datos facilitados por el Ministerio del Interior, durante el estado de alarma y hasta el 23 de mayo pasado, se han impuesto un total de 1.044.717 propuestas de sanc ión. Amnistía Internacional, en un informe, ha documentado 61 casos de personas que han sufrido violaciones y abusos contra los derechos humanos durante el estado de alarma en cinco diferentes situaciones.

Pero siempre hay una luz. Martine Landry fue enjuiciada por «facilitar la entrada irregular» de dos niños guineanos de 15 años en 2017. En julio se le han retirado los cargos .

En la imagen: Sarah Hegazy © Particular