Andalucía
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Artículo de María Jesús Monedero en la edición de 10 de octubre de 2020 de Diario Córdoba

Ay, ¡las excusas! Qué útiles son para zafarse de una cena, de un compromiso. Pretextos, excusas. Nadie está libre de darlas . Pero cuando esto ocurre como forma de intervenir, o no hacerlo, en los espacios públicos debemos denunciarlo

En vísperas del 25 de septiembre. Amnistía Internacional hizo un comunicado pidiendo a los líderes y lideresas mundiales que dejen de utilizar la covid-19 como excusa para demorar la adopción urgente de medidas contra la crisis climática si no quieren arriesgarse a defraudar aún más a los niños y las niñas y a las generaciones futuras.

Es bonito esto de defender el Medio Ambiente así en general. Pero ¿qué pasa cuando, por defenderlo, alguien se juega su vida? Colombia es el segundo país megadiverso del mundo y contiene ecosistemas únicos como la Amazonía, que comprende casi el 40% de su territorio. Al mismo tiempo es el país de América Latina donde más personas defensoras de derechos humanos son asesinadas y el segundo más peligroso del mundo. Y la excusa para muchas de estas intervenciones violentas y asesinatos son el conflicto armado y el narcotráfico. ¿Quiénes están en mayor riesgo? Personas valientes que defienden la tierra, el territorio y el medio ambiente. Hoy se encuentran atrapadas entre la violencia del conflicto armado y las disputas por la tierra y los recursos naturales. Son amenazadas, perseguidas y asesinadas.

En Honduras, Berta Cáceres no quiso poner excusas y se preguntó: «¿Qué puedo hacer si una empresa multinacional ha decidido atentar contra el río que vertebra la vida de mi comunidad desde tiempos inmemoriales?». Defenderlo. Fue asesinada.

¿Qué excusa puede esgrimir el Gobierno español para mantener el hacinamiento del CETI de Melilla?

¿Ha dado alguna excusa el tribunal que juzga a Julian Assange para denegar el acceso al juicio a Amnistía internacional?

Excusas variadas pone el Gobierno de la India para bloquear el dinero de las cuentas de Amnistía Internacional. La razón de verdad: es una manera de hacer inviable una presencia incómoda en el país.

Y una sinrazón: ¿Por qué se construye un nuevo campo de «concentración» en Moria y no se modifica el Convenio de Dublín?

Excusas. Malas excusas. 

En la fotografía: An inflatable planet earth is bounced around the crowd during a Climate Change Awareness rally at Sydney Town Hall on March 15, 2019 in Sydney, Australia. The protests are part of a global climate strike, urging politicians to take urgent action on climate change. © Don Arnold/Getty Images