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CRISTOBAL F. FÁBREGA EN DIARIO JAEN .23 de octubre de 2022

Rescatadnos de esta oscuridad.
Cristóbal Fco. Fábrega Ruiz. Coordinador de Amnistía Internacional de Jaén.

El pasado fin de semana participé, como ya es mi costumbre, en el congreso anual de la Unión Progresista de Fiscales que se ha celebrado en Toledo. La UPF se caracteriza porque no se limita a las meras reivindicaciones profesionales, sino que, en su ADN, tiene un importante compromiso con los derechos humanos que comparte con la asociación europea en la que se integra llamada MEDEL.

Por ello, el tema estrella de este Congreso ha sido la situación de las fiscalas y juezas afganas tras el retorno de los talibanes al poder. 30 de ellas han solicitado un visado humanitario a España, pero llevan meses esperando una respuesta en Pakistán donde, tras huir de las amenazas de los talibanes. vive con el temor a la deportación, después de haber perdido el permiso de estancia en la capital pakistaní, mientras aguarda una posibilidad de viajar a un lugar seguro.

Una comisión de MEDEL y la UPF, encabezada por su presidenta Inés Herreros, acudió el pasado septiembre a Pakistán para conocer sus necesidades y solidarizarse con ellas.

Inés nos contaba que estas mujeres están viviendo una situación vital absolutamente límite con riesgo, no solamente para su vida, sino también para sus hijos. Tras la espera, ha caducado su visado y eso supone que están en situación irregular, no pueden conseguir trabajo, no tienen asistencia sanitaria, sus hijos no pueden ser escolarizados. Su vida se ha derrumbado por confiar en la comunidad internacional y realizar su trabajo persiguiendo a los talibanes muy implicados en el tráfico de drogas y otros delitos. Mientras las embajadas de España en la zona alegan falta de medios para gestionar la documentación necesaria. Mientras ellas esperan.

 La UPF y las organizaciones que las acompañan piensan que es una cuestión de voluntad política.
Mientras ellas esperan, el visado con el que contaban para residir en Islamabad ha caducado, por lo que viven en situación irregular. Al ser afganas no pueden encontrar un trabajo adecuado y tienen que pagar más que los paquistaníes por el alojamiento y otros gastos de subsistencia.

En Pakistán, estas mujeres no sienten la calma que necesitan. Están demasiado cerca del lugar desde donde aún reciben amenazas y el riesgo de deportación las persigue y aumenta su ansiedad. Esto da lugar en muchas de ellas a la depresión y otras patologías psíquicas.

En una carta abierta enviada a Pedro Sánchez, las asociaciones Juezas y Jueces para la Democracia y la Unión Progresista de Fiscales lamentan que desde el Gobierno de España no se está respondiendo a esta crisis humanitaria de la manera que se espera de un país como el nuestro.

En 2021, con la llegada de los talibanes, comenzaron los días de miseria, especialmente para las mujeres. Se arrebato a las niñas el derecho a la educación, las protestas fueron brutalmente reprimidas y las manifestantes fueron torturadas en cárceles. Las fiscales y juezas fueron expulsadas de sus trabajos y el sistema judicial se está derrumbando mientras los casos se resuelven según la fatua o ley islámica.

En un informe de Amnistía Internacional, publicado el 27 de julio, la organización señala que los talibanes violan los derechos de las mujeres y las niñas a la educación, al trabajo y a la libre circulación; diezman el sistema de proyección y apoyo para quienes huyen de la violencia de género en el ámbito familiar; detienen a mujeres y niñas por infracciones menores de normas discriminatorias; y contribuyen al aumento del número de matrimonios precoces y forzados en Afganistán.

No podemos dejar que estas mujeres sigan viviendo en la oscuridad.