Manual para comunicar de forma no sexista
Desde Amnistía Internacional tenemos como objetivo comunicar con lenguaje no sexista, que el lenguaje no se ciña a ningún género gramatical, sino que hable de personas. Para ello, hemos creado un Manual de comunicación y lenguaje inclusivos.
¿Cuántas veces hemos escuchado hablar en las noticias de los refugiados, usando un masculino generalizado? O, ¿cuántas veces has hablado en masculino al hablar de un conjunto de personas, como los españoles? Lo hacemos de manera inconsciente y sin darnos cuenta que estamos usando un lenguaje sexista. Cambiemos la pregunta, ¿cómo te sonaría escuchar las refugiadas o las españolas? Es raro, ¿verdad? Parece que nos referimos sólo al sector femenino, dejando excluido a la población masculina.
Son tantas la veces que usamos el masculino para hablar de forma genérica, que ya lo tenemos interiorizado. No debemos olvidar que el lenguaje nos sirve para reflejar el mundo en el que vivimos. A través de las palabras mostramos nuestras costumbres, ideales y sentimientos. Al hablar en masculino generamos un concepto universal, mediante el cual percibimos una imagen mental referida al hombre y provocamos una ambigüedad, invisibilizando así a las mujeres.
Es la hora de hacer un esfuerzo mental y empezar usar un lenguaje neutro que nos permita hablar de ambos sexos, sin dejar atrás a ninguno de ellos. Para ello, desde Amnistía Internacional hemos ideado un manual que nos permite reemplazar algunos masculinos genéricos usando un lenguaje más inclusivo.
Algunos casos más abstractos con los que nos topamos son los siguientes:
A veces el uso de “los y las” puede generar un lenguaje sexista, por eso es necesario que se produzca un intercambio generando así una comunicación más neutral. Algunos ejemplos:
Usar la palabra “persona” entre artículo y adjetivo:
Utilizar el relativo quien(es):
Personalizar los correos o la documentación:
Omisión del artículo cuando sea posible:
Algunas de las palabras más usadas, que incluyen ambos sexos:
Por último, cuando dudes, si estás usando bien el lenguaje, invierte la frase llevándola al género contrario, si ves que es sexista, es que no estás usando bien el lenguaje inclusivo en tu comunicación.
Empezar hablar de forma neutra requiere un esfuerzo por parte de toda la población, pero con trabajo conseguiremos que poco a poco nuestro lenguaje sea cada vez más inclusivo con el objetivo de no dejar atrás ningún género y hablar simplemente de personas.