Red de ciudades contra la pena de muerte
Con motivo de la celebración de la jornada mundial contra la pena de muerte más de 35 personas, activistas de Amnistía
Internacional y simpatizantes, han colaborado poniendo voz a poemas de diferentes autores y temáticas con el hilo común de los derechos humanos y contra la pena de muerte.
El grupo de Burgos de Amnistía Internacional ha organizado una «Acción virtual poética» y proyectará un video en el pasaje entre el Espolón y la Plaza Mayor.
La jornada de «ciudades por la vida» de una iniciativa internacional impulsada por la Comunidad de Sant’Egidio, con el apoyo de la Coalición Mundial contra la Pena de Muerte, de la cual Amnistía Internacional es fundadora junto con alrededor de 60 organizaciones, colegios de abogados, sindicatos y autoridades locales y regionales de todo el mundo.
Acción virtual poética
Más de 35 personas, activistas de Amnistía Internacional y simpatizantes, han colaborado poniendo voz a poemas de diferentes autores y temáticas con el hilo común de los derechos humanos y contra la pena de muerte.
Puedes ver el mapa interactivo haciendo clic en la siguiente imagen :
Con motivo de la celebración de la 18ª edición de la Jornada de Ciudades por la Vida, Amnistía Internacional sigue denunciando cómo, a pesar de la tendencia mundial hacia la abolición de la pena de muerte, países como Arabia Saudí, Irán o Estados Unidos continúan matando en nombre de la justicia.
Este año participarán en la Jornada más de 2.300 ciudades de todo el mundo, desde Roma a Johannesburgo, pasando por Amsterdam, París, Berlín o Nairobi, entre otras. En España, son más de 80 las ciudades inscritas a esta iniciativa, y en este 2020, más de 30 como Bilbao, Burgos, Cáceres, San Sebastián, Logroño, Madrid, Málaga, Palma de Mallorca, o Vitoria, entre otras, llevan a cabo actos como la iluminación de edificios emblemáticos con sus respectivos ayuntamientos.
La Jornada de Ciudades por la Vida se convoca desde 2002 para impulsar la abolición de la pena capital en todo el mundo y viene a conmemorar la primera vez que fue abolida en el Gran Ducado de Toscana en 1786. Se trata de una iniciativa internacional impulsada por la Comunidad de Sant’Egidio, con el apoyo de la Coalición Mundial contra la Pena de Muerte, de la cual Amnistía Internacional es fundadora junto con alrededor de 60 organizaciones, colegios de abogados, sindicatos y autoridades locales y regionales de todo el mundo.
La pena de muerte en el mundo
Sólo 20 países fueron responsables de todas las ejecuciones conocidas que se llevaron a cabo durante 2019. Países como China, Irán, Arabia Saudí, Irak y Egipto continúan liderando la terrorífica lista de los ejecutores. China sigue año tras año siendo el mayor ejecutor mundial, aunque se desconoce la verdadera magnitud del empleo de la pena de muerte en ese país, al considerarse secretos los datos relacionados con ella. La cifra oficial de al menos 657 ejecuciones no incluye las miles de ejecuciones que presumiblemente tuvieron lugar en el país asiático. Excluyendo a China, el 86% de las ejecuciones conocidas se produjeron en tan sólo cuatro países: Arabia Saudí, Egipto, Irak e Irán.
A pesar de los retrocesos en países como Estados Unidos, donde tras una pausa de 17 años, la administración Trump ha reanudado las ejecuciones a nivel federal, o Arabia Saudí, donde a pesar de haberse anunciado la eliminación de la pena de muerte para menores, aún no se ha hecho realidad, el mundo avanza contra la pena de muerte. El pasado 17 de noviembre, la Tercera Comisión de la Asamblea General de Naciones Unidas aceptó, con el apoyo de 120 estados, el proyecto de resolución sobre una moratoria en el uso de la pena de muerte. Dicha moratoria será aprobada, previsiblemente, en la sesión plenaria de la Asamblea General de Naciones Unidas en diciembre.
Nigeria: cuando la música te puede llevar a la horca
Con motivo de la jornada de Ciudades por la Vida, Amnistía Internacional quiere destacar la situación de Yahaya Sharif-Aminu, de 22 años, condenado a muerte en el estado de Kano, Nigeria. En febrero de 2020, Yahaya Sharif-Aminu compuso una canción cuya letra supuestamente contiene comentarios despectivos sobre el profeta Mahoma. A raíz de esto, fue detenido y procesado ante un Tribunal Superior de la Sharia en Kano y condenado por blasfemia, algo que incumple las obligaciones contraídas por Nigeria en virtud del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
Actualmente, Yahaya está detenido en la cárcel de Kano y sus abogados han iniciado un proceso de apelación de la condena a muerte. Amnistía Internacional ha recogido ya más de 106.000 firmas en contra de ésta, instando al Gobernador del Estado de Kano, Abdullahi Umar Ganduje, a que se abstenga de firmar cualquier orden judicial de ejecución y que disponga la liberación de inmediato y sin condiciones de Yahaya Sharif-Aminu.