Castilla y León
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Al hacer balance del año que termina conviene recordar que la presión de la ciudadanía sobre los gobiernos se traduce en mejoras para la vida de las personas. En este balance destacan algunos de los muchos ejemplos publicados por Amnistía Internacional

Publicado en Diario de Burgos el pasado domingo con el título “presión ciudadana”

Al hacer balance del año que termina conviene recordar que la presión de la ciudadanía sobre los gobiernos se traduce en mejoras para la vida de las personas. En este balance destacan algunos de los muchos ejemplos publicados por Amnistía Internacional: En enero, el gobierno de Bangladesh prometió la escolarización de niños y niñas refugiados rohinyás. Febrero trajo un informe de la ONU señalando más de 100 empresas vinculadas con asentamientos ilegales en Cisjordania, incluyendo empresas de turismo digital como había denunciado AI. El maestro espiritual iraní Mohammad Ali Taheri, vio en marzo anulada su condena a muerte y  pudo reunirse con su familia en Canadá. En abril el gobierno de Sierra Leona puso fin a la prohibición de las niñas embarazadas de asistir a la escuela. Mayo nos trajo la renovación del embargo de armas impuesto a Sudán del Sur por la ONU y en junio dos agentes de policía croatas fueron procesados por golpear a un migrante en la frontera. Tras años de campaña de AI, un tribunal canadiense resolvió en julio que devolver solicitantes de asilo a los EEUU era inconstitucional. Agosto nos trajo la liberación en Venezuela de más de 100 personas, entre ellas el preso de conciencia Rubén González. El gobierno somalí manifestó en septiembre que se iba a crear una nueva fiscalía para los delitos contra la prensa, reformando el anticuado código penal injustamente utilizado para procesar a periodistas. En octubre el gobierno de Sudáfrica anunció planes para mejorar más de 3000 escuelas, atendiendo a un informe de Amnistía Internacional sobre la quiebra del sistema educativo. México fue en noviembre el 11º país en ratificar el Acuerdo de Escazú para la protección del medioambiente y de los defensores y defensoras ambientales.

© AI. Martín Luther King

En Diciembre, Amnistía Internacional superó los diez millones de simpatizantes en todo el mundo, otra buena noticia que hará posible en 2021 seguir trabajando por un mundo donde se respeten los derechos humanos para todas las personas. En ello estará el grupo de Burgos, que también ha crecido a pesar de las dificultades. Feliz año.

Carlos Sancho. Coordinador Amnistía Internacional Burgos