Se cumplen 19 años de la creación de la prisión de Guantánamo, un centro de detención al margen de la legalidad donde siguen recluidas indefinidamente 40 personas privadas de sus derechos más elementales, sufriendo torturas y malos tratos, sin asistencia médica adecuada y sin un juicio con las debidas garantías.
Se cumplen 19 años de la creación de la prisión de Guantánamo, un centro de detención al margen de la legalidad donde siguen recluidas indefinidamente 40 personas privadas de sus derechos más elementales, sufriendo torturas y malos tratos, sin asistencia médica adecuada y sin un juicio con las debidas garantías.
Amnistía Internacional (AI) acaba de publicar un informe que documenta estas violaciones de derechos humanos por las que nadie ha rendido cuentas. Los traslados desde sus instalaciones se han paralizado, e incluso personas cuya liberación había sido autorizada han continuado encarceladas durante años.
En 2009, el entonces vicepresidente de EE.UU. y actual presidente electo Joe Biden declaró: “Haremos respetar los derechos de las personas a las que llevemos ante la justicia. Y cerraremos el centro de detención de Guantánamo”, recalcando que “los tratados y las organizaciones internacionales que establecemos han de ser creíbles y eficaces”.
Doce años después, cuando se va a convertir en presidente, tiene la oportunidad de cumplir con su palabra. Es una cuestión de justicia y de derechos humanos.
Mar Martín. Publicado en Diario de Burgos en enero 2021
