El tiempo pasa, y mientras en los países ricos se habla de una tercera dosis, el porcentaje de vacunación en los países más pobres es bajísimo. Parece evidente, como denuncia Amnistía Internacional (AI), que las farmacéuticas y los estados no van a cumplir sus promesas y compromisos de contar con vacunas accesibles y disponibles en […]
El tiempo pasa, y mientras en los países ricos se habla de una tercera dosis, el porcentaje de vacunación en los países más pobres es bajísimo. Parece evidente, como denuncia Amnistía Internacional (AI), que las farmacéuticas y los estados no van a cumplir sus promesas y compromisos de contar con vacunas accesibles y disponibles en todos los países para poder frenar la Covid-19 en 2021.
Hay que repetir hasta la saciedad que solo estaremos a salvo cuando todas las personas estén a salvo y que no hay tiempo que perder. La campaña de AI «100 días de cuenta atrás: ¡2 mil millones de vacunas Covid-19 ahora! pide a gobiernos y farmacéuticas que aborden de manera significativa esta desigualdad. Esta cantidad de vacunas permitiría alcanzar el objetivo fijado por la OMS: conseguir que antes de que acabe el año el 40% de población esté vacunada en los países con menos ingresos.
En www.actuaconamnistia.org se puede firmar para presionar hasta conseguirlo. Son muchas las vidas que están en juego. Los derechos humanos deben primar sobre los intereses económicos.
Carlos Sancho. Carta publicada en Gente en Burgos 21/09/2021
