Desde que se constituyó hace ya más de 20 años, la Comunidad de Paz de San José de Apartadó ha pagado un precio muy alto por defender su derecho a vivir en paz: más de 300 personas víctimas de homicidios o de desaparición forzada y más de 900 casos documentados de violaciones de derechos humanos, la inmensa mayoría en la impunidad