Extremadura
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Artículo 22: Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de […]

Artículo 22:

Toda persona, como miembro de la sociedad, tiene derecho a la seguridad social, y a obtener, mediante el esfuerzo nacional y la cooperación internacional, habida cuenta de la organización y los recursos de cada Estado, la satisfacción de los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a su dignidad y al libre desarrollo de su personalidad.

Hoy hablaremos del artículo 22 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: todas las personas tienen derecho a la seguridad social, y a los derechos económicos, sociales y culturales imprescindibles para su dignidad y el desarrollo de su personalidad.

Cuando hablamos de los derechos económicos, sociales y culturales, parece que nos referimos solamente a los pobres o a los refugiadosy decimos: “que se busquen un trabajo y así salen adelante” o “que se vayan a sus países, y nos dejen a nosotros aquí en paz”. Eso es aporofobia, que es miedo a los pobres, a que nos quiten nuestros privilegios de ciudadanos con derechos.

Algunos piensan que esta crisis sanitaria por la que estamos pasando nos va a hacer mejores. Pero solo nos va a hacer mejores si somos capaces de entender que a nosotros también nos podría pasar. La rueda de la fortunada giros bruscos y, de repente, nos podría suceder una guerra imprevista, un accidente, un atentado, una epidemia… y nosotros podríamos perder nuestro trabajo, podríamos no poder pagar la hipoteca o los alquileres o la comida. Quizás llegaría un momento en que nosotros necesitaríamos de la ayuda de la sociedad y no encontraríamos a nadie que nos ayudase, como en el famoso poema de Martin Niemöller : “Cuando los nazis vinieron a llevarse a los comunistas, / guardé silencio, / porque yo no era comunista”…Os suena, ¿verdad?

Sin embargo,Michael Jackson en su canción “Man in the mirror”(Hombre en el espejo) hace todo lo contrario. Él cuenta que es invierno, se ajusta su abrigo y ve pasar a unos niños de la calle, que no tienen dónde refugiarse ni tienen dónde comer. Y algo se le remueve por dentro y se mira en su interior y piensa que esto no puede seguir así, que hay que cambiarlo. Y también nos mira a nosotros, que somos su reflejo, y nos dice: “Si tú quieres hacer que el mundo sea mejor, mírate a ti mismo y provoca el cambio”.

Resulta curioso, pero ese también es el lema de Amnistía Internacional:“El mundo puede cambiar, pero no va a cambiar solo”. Claro que hay que moverse, claro que podemos mirar para otro lado ante las desgracias ajenas. Porque todo lo bueno y todo lo malo que le suceda a uno solo de los nuestros nos concierne. A eso es a lo que llamamos empatía, ponerse en la piel de los demás. Si te miras al espejo, y solo te ves a ti mismo, estás viviendo una soledad terrible, derivada de la falta de empatía y el egoísmo. Pero, si te miras al espejo y eres capaz de ver a toda la humanidad, entonces eresverdaderamente humano. Y si, además, te preocupa el bienestar de todos los seres humanos, entonces eres un ángel, un “ángel fieramente humano”, como decía el poeta Blas de Otero, quien, a pesar de todo, creía en el hombre.

Muchas gracias por escuchar.