Extremadura
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Amnistía Internacional acaba de sacar un nuevo informe bajo el nombre de “La otra pandemia” en el que denuncia que el sistema de atención primaria en España ha sufrido dos pandemias: la de la COVID-19, y la de la gestión sanitaria, que ha adolecido de una falta de planificación e inversión suficiente para afrontar la […]

Amnistía Internacional acaba de sacar un nuevo informe bajo el nombre de “La otra pandemia” en el que denuncia que el sistema de atención primaria en España ha sufrido dos pandemias: la de la COVID-19, y la de la gestión sanitaria, que ha adolecido de una falta de planificación e inversión suficiente para afrontar la primera, situando este servicio entre el abandono y el desmantelamiento. Aunque el informe se centra en la Comunidad de Madrid, Cataluña y Castilla-La Mancha, la organización teme que esta situación podría estar produciéndose en otros territorios en mayor o menor medida. Las Comunidades Autónomas deben, de manera urgente, incrementar las plantillas de la atención primaria con el fin de alcanzar ratios de profesionales de otros países de la Unión Europea, para hacer frente al aumento del volumen de trabajo y a la campaña de vacunación.

La falta de personal ya existente previo a la pandemia y la sobrecarga asistencial, así como a las listas de espera en atención primaria, y el cambio del modelo presencial al telefónico ha generado múltiples barreras en el acceso a la salud y ha tenido un impacto en personas cuyo retraso en la atención sanitaria podría haber agravado su condición de salud o retrasado un diagnóstico. Además, ha provocado una discriminación indirecta de este grupo de personas.

“La importancia de la atención primaria ha estado más presente en los discursos institucionales que en las decisiones políticas: la valoración de su capacidad asistencial ha estado ausente en el diseño de las medidas de salud pública. Actualmente, en plena campaña de vacunación, nos encontramos en una situación cercana al colapso”, denuncia Marta Mendiola, responsable de Derechos Económicos, Sociales y Culturales en Amnistía Internacional España.

A todo esto habría que añadir el exceso de mortalidad, el desamparo, especialmente de personas mayores o de aquellas con más dificultades para adaptarse a este nuevo modelo.

También las mujeres, que representan el 75% de las cuidadoras de personas enfermas, han soportado de manera especial la quiebra de la atención primaria, al asumir los cuidados de salud que una atención primaria desbordada no podía proporcionar. Asimismo, las mujeres han sufrido un incremento de la violencia de género durante la pandemia en un contexto en el que el sistema de atención primaria, uno de los niveles que se ha demostrado que es eficaz para la lucha contra este tipo de violencia, podría no estar teniendo los medios suficientes para detectar estos casos.

Por todo ello, Amnistía Internacional Extremadura se ha sumado a esta denuncia y ha querido dejarlo patente con la presencia de los grupos locales de Cáceres y Badajoz a las puertas de centros de salud, en solidaridad con el personal sanitarios y en demanda de solución para las carencias que la atención primaria tiene también en nuestra comunidad.