Visibilizar las violaciones de DD.HH. en todo el mundo y crecer en socios y activistas son sus objetivos. Marta León Femia ha sido elegida en la Asamblea de socios y socias del pasado 10 de Mayo – celebrada en la sede de Cáceres de AI- Coordinadora de Amnsitía Internacional en toda la provincia de Cáceres. […]
Visibilizar las violaciones de DD.HH. en todo el mundo y crecer en socios y activistas son sus objetivos.
Marta León Femia ha sido elegida en la Asamblea de socios y socias del pasado 10 de Mayo – celebrada en la sede de Cáceres de AI- Coordinadora de Amnsitía Internacional en toda la provincia de Cáceres. Marta Léon, de 31 años, es graduada en Educación Primaria y tiene un Master en Educación Secundaria.
Activista por los Derechos Humanos desde hace años ocupando diversos cargos, entre ellos la tesorería de la organización, su compromiso «contra las injusticias» le ha llevado a liderar la organización de defensa de los DD.HH. en Cáceres.
«Visibilizar y denunciar las graves violaciones de Derechos Humanos en todo el mundo, desde Ucrania a Myanmar y desde Palestina a Guatemala, la lucha por acabar con la pena de muerte en el mundo, la memoría democrática, los derechos LGTBI, la lucha contra la violencia contra la mujer además de defender derechos como la vivienda, la salud y la libertad de expresión van a ser los ejes del trabajo de nuestro equipo» ha dicho León al ser nombrada Coordinadora.
Alejandro Corchado como vicecoordinador, María José Benegas, tesorera, Patricia González, secretaria y Belén Delgado como gestora del activismo completan un Comité que mezcla experiencia con nuevas incorporaciones.
«Se cumplen 35 años de trabajo de Amnistía Internacional en Cáceres siendo independientes económicamente y el compromiso con la protección de los Derechos Humanos sigue con el mismo entusiamo. Nuestro objetivo es que cada vez más personas se indignen y actúen ya sea haciéndose socio y/o activista. En Cáceres somos casi 500 personas las que formamos AI y queremos ser más, queremos ser una organización incómoda para los violadores de Derechos Humanos y para ello es necesario el poder de la voz de la gente».
