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Madrid le saca los colores al Gobierno en la crisis de las personas refugiadas

Copyright : Belal Darder

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116 entidades pluriétnicas unen su voz a la de la ciudadanía en el grito de “Queremos Acoger ¡Ya!”

España, país de personas exiliadas a consecuencia de la guerra civil y el franquismo, es el país que menos solicitudes de asilo recibe, tan solo el 1,2% del total en Europa (en 2016). Pero, a pesar del reducido número, nuestras autoridades no responden de forma adecuada a las necesidades de estas personas que huyen del horror y necesitan protección.

La maquinaria gubernamental se pone en marcha para ralentizar un proceso que mantiene suspendidas las esperanzas de las personas refugiadas que, habiendo conseguido escapar de la violencia, siguen penando a la espera de una oportunidad. La necesidad es acuciante. España tiene capacidad de acoger, puede y debe hacerlo: solo falta voluntad política. La situación es indigna y únicamente hay que dar un paso más, puesto que se ha constatado que el 78% de la ciudadanía española está a favor de que las personas que huyen de la guerra o la persecución tengan acceso a protección internacional, según una encuesta de Amnistía Internacional de mayo de 2016. Por todo ello y por todas ellas, surge la manifestación Queremos Acoger ¡Ya! “No es solamente solidaridad. Es nuestra obligación”, explica una de las portavoces de la iniciativa, Ángela Iranzo.

De la unión de las voces de las organizaciones al grito unísono en la calle

La idea surge a principios de año, pero arranca con fuerza en marzo. La situación de emergencia era tan grave que había que unirse para actuar con más fuerza. Se propone una primera reunión con organizaciones que ya tenían relación, y acudieron más de 20. Fue una prueba clara de que había voluntad de realizar una acción en conjunto. Poco a poco la iniciativa fue creciendo. Y continúa. Actualmente, son 116 entidades, entre asociaciones, ONG, sindicatos, movimientos sociales y partidos políticos, unidos por primera vez con un mismo objetivo, porque “si la UE y España no se mueven ante el drama humanitario que viven miles de personas refugiadas en nuestras fronteras, tenemos que obligarles. Por eso ha sido, es y será crucial la unión ciudadana”, señala otra de las portavoces de Queremos Acoger ¡Ya!, Cristina Sirur.

Acercando a la ciudadanía el drama de las personas refugiadas

Una rueda de prensa en el emblemático Teatro del Barrio de Lavapiés, donde personalidades del mundo del periodismo como Gonzalo Fanjul o Vicente Romero, y personas refugiadas como Ahmad Alibrahim o Cheija Abdelahe expusieron la situación y lanzaron sus demandas al Gobierno, fue la previa mediática a la gran manifestación de refugio del 17J. En la protesta, la población estaba llamada a unir su voz a la de las personas refugiadas que, como Ahmad, recuerdan a las que todavía tienen que llegar: “Yo personalmente no quiero nada más de España. Me han acogido, en mi barrio y en mi ciudad; nadie me ha hecho sentir un pobre refugiado, sino que me tratan como uno más. Esto me viene fenomenal. Pero las personas que están en Grecia o en Turquía sí necesitan ayuda: ¡Que les ayuden a llegar a países en paz!”, reclama este joven que huyó de Siria ante la obligación de realizar el servicio militar, porque no quería elegir entre “matar o ser asesinado”.

Madrid responde. Más de 8.000 personas se reunieron en la calle Alcalá para demostrar su indignación ante la pasividad del Gobierno, al grito de “Basta ya de excusas. No más barreras. Queremos Acoger ¡Ya!” Una gran marcha heterogénea gracias a las 116 organizaciones así como a la valentía de personas refugiadas procedentes de todos los rincones del mundo. Una gran marcha tras una primera pancarta sostenida por 22 personas refugiadas inundó la Gran Vía, enarbolada en banderas y consignas a favor de los derechos humanos, haciendo resonar las miles de voces aunadas con el objetivo de que el Gobierno cumpla con lo que prometió. Una gran marcha que finalizó con la Plaza de España como fondo metafórico mientras que Cheija Abdahale, refugiada saharaui, reclamaba: “Que el Gobierno deje de mirar hacia otro lado“.

Todavía queda tiempo. Poco más de tres meses; pero aún se puede lograr el objetivo. El 26 de septiembre es la fecha límite para que el Gobierno cumpla con el compromiso, acordado con la UE, de acoger a 17.337 personas refugiadas procedentes de Grecia e Italia. Todavía queda tiempo para que no hagan sentir vergüenza a una gran mayoría de españoles que entiende que hay que dar protección internacional a aquellos que huyen de las guerras y las persecuciones. Ante la gravedad de la situación que viven miles de seres humanos aún hay muchas personas que creen en el derecho internacional y en el cumplimiento de los compromisos nacionales; aún hay muchas organizaciones y plataformas que luchan por no mirar hacia otro lado. Todavía queda tiempo.

Texto: Mario Ruiz-Ayúcar Dorado y Beatriz Alonso.