Amnistía Internacional de Castilla y León pide al Procurador del Común que lleven a cabo una investigación sobre lo ocurrido en las residencias durante la pandemia
Durante el encuentro se ha hecho destacado la necesidad de abordar, desde un enfoque de derechos humanos, la situación de la sanidad y las residencias de mayores en la región
Cristina Egido, presidenta de Amnistía Internacional Castilla y León, y Maribel Vidal, tesorera de Amnistía Internacional León, se han reunido con el Procurador del Común. El encuentro, impulsado por el grupo de activistas de Amnistía Internacional León, tenía como objetivos presentar el Informe 2020/2021 Amnistía Internacional: La situación de los derechos humanos en el mundo, así como trasladar las principales preocupaciones que tiene la organización en cuanto a la situación de los derechos humanos en Castilla y León. En este sentido, se ha incidido en dos de las áreas más afectadas en este momento en la región: las residencias de mayores y la atención primaria, cuya situación suponen una grave falta para los derechos humanos de la población de nuestra comunidad autónoma.
Las representantes de Amnistía Internacional han entregado al Procurador del Común un documento en el que se recogen las recomendaciones que Amnistía Internacional Castilla y León hace a la Junta en relación a los derechos humanos sobre asuntos como:
- El cambio climático.
- La necesidad de nuevas leyes, como la de la vivienda o la ley de transparencia.
- El enfoque de derechos humanos en la ley de garantías de atención a las personas con discapacidad.
- La necesidad de garantizar los derechos de las personas en residencias de mayores
- El derecho a una atención sanitaria de calidad.
Las representantes de Amnistía Internacional Castilla y León han recordado al Procurador del Común la necesidad de que se lleve a cabo una investigación exhaustiva y veraz sobre lo ocurrido en las residencias de mayores durante la pandemia (especialmente durante la primera ola), algo que la organización lleva pidiendo desde el inicio de la crisis sanitaria. Como ha resaltado Cristina Egido, es fundamental aclarar por qué “muchas de las personas residentes vieron denegada la solicitud de acceso a los servicios de urgencias e ingresos hospitalarios. La población más vulnerable, al no ser hospitalizada, fue relegada al cuidado del personal de las residencias, obligadas a mantener alojados a pacientes positivos con pronóstico muy grave, pese a no tener ni la responsabilidad ni los medios ni conocimientos para atender sus necesidades médicas”. A lo que se suma la precariedad de los profesionales, ya que en las residencias de Castilla y León faltaron medios de protección individual, “al inicio de la pandemia el 74% de las residencias no contaba con reservas suficientes. Hubo centros que no pudieron cumplir la obligación de disponer de medios de protección por las dificultades de adquisición en los primeros meses de la crisis”, concreta y denuncia la presidenta de Amnistía Internacional Castilla y León.