La comunicación social se realiza para persuadir aun sin convencer. Podemos distinguir entre una comunicación social para cambiar la sociedad, y una comunicación capaz de reflejar la capacidad de la sociedad para cambiar. Esta segunda, a diferencia de la primera, implica escuchar al receptor, no para conocer la forma de convencerlo, sino para comprender su […]
La comunicación social se realiza para persuadir aun sin convencer. Podemos distinguir entre una comunicación social para cambiar la sociedad, y una comunicación capaz de reflejar la capacidad de la sociedad para cambiar. Esta segunda, a diferencia de la primera, implica escuchar al receptor, no para conocer la forma de convencerlo, sino para comprender su punto de vista y ofrecerle a cambio el nuestro, estableciendo un diálogo entre iguales.
En la comunicación para defender y poner en valor los derechos humanos, apostamos por escuchar a la audiencia sin renunciar a alertar. No buscamos la vulnerabilidad del receptor para influenciarlo, buscamos y necesitamos llamar su atención, intensificando la legitimidad del mensaje. En esto, las campañas de comunicación tienen una gran responsabilidad sobre un hecho fundamental: que la audiencia se haga adulta dialogando sobre el modo de defender mejor los derechos humanos. Las campañas sociales en defensa de los derechos humanos requieren que la comunicación permita el debate, sin miedo a que se convierta en batalla.
Junto a objetivos de justicia social, las ONGs abordan también, en general, objetivos promocionales, recaudan fondos y realizan campañas para posicionarse como actores sociales en el imaginario colectivo. Son objetivos que se miden, habitualmente, desde un enfoque comercial claramente insuficiente, puesto que no prima la ampliación de la conciencia social sobre la causa fundamental de los derechos humanos. Por lo tanto, debemos buscar que la audiencia sea actor social y no un mero receptor de mensajes sociales. Las ONGs como actores sociales pueden, y deben, compartir su preocupación por resolver el problema de los derechos humanos, haciendo que los ciudadanos sean corresponsables en su defensa, generando una relación comunicativa de actor social a actor social. El logro de esta nueva identidad del receptor sería el resultado de una adecuada comunicación social orientada a enfocar el mensaje sobre la causa defendida y no sólo sobre las emociones del receptor.
Equipo Comunicación de la Comunidad Valenciana
E.Sopeña
