MESA REDONDA: CRIMINALIZACIÓN DE QUIENES SALVAN MIGRANTES
28 de marzo de 2019 Mesa Redonda contra la criminalización de quienes salvan vidas de migrantes y personas refugiadas en el Mediterráneo o las ayudan cuando llegan a Europa. Organizada por Amnistía Internacional, con CEAR, Proactiva Open Arms y Médicos sin Fronteras. Col.legi Major Rector Peset Universitat de València Ponentes: Pepe Medina, voluntario de Open […]
28 de marzo de 2019
Mesa Redonda contra la criminalización de quienes salvan vidas de migrantes y personas refugiadas en el Mediterráneo o las ayudan cuando llegan a Europa.
Organizada por Amnistía Internacional, con CEAR, Proactiva Open Arms y Médicos sin Fronteras.
Col.legi Major Rector Peset
Universitat de València
Ponentes:
- Pepe Medina, voluntario de Open Arms, perteneciente a la ONG Bombers pel Món i bombero del Ayuntamiento de Valencia.
- Mila Font, delegada de MSF por la Comunitat Valenciana, Catalunya, Balears i Murcia.
- Jaume Durá, coordinador de CEAR PV.
- Modera: Pau Bares, coordinador del grupo local de Valencia de Amnistía Internacional.
Resumen de las intervenciones:
La mesa redonda da comienzo con unas palabras del moderador, Pau Bares, quien relata un caso particular: el naufragio de un barco con sirios huidos de la guerra. La UE ha creado la operación Aspida[1]; Grecia hace un muro, Turquía está saturada, la UE aduce que carece de fondos para ayudar y, finalmente, los náufragos salvados van a parar a países pobres de África, Paquistán…
Cita gobiernos occidentales, entre los que se encuentra España, que venden armas a los países de los que recibimos personas refugiadas.
Estas personas acuden principalmente por mar porque esos mismos países aumentan las barreras terrestres y la mayor parte se quedan en los países aledaños de los países en conflicto, por ejemplo Turquía. Alemania y Suecia son los países que más personas refugiadas acogen.
Si en el mar no hay equipos de salvamento la gente muere allí porque Europa creó la operación Mare Nostrum[2] – posteriormente cambiada por la operación Tritón[3] llevada a cabo por Frontex[4] -, pero el resultado de las mismas fue que la tasa de muertos se duplicó.
En la actualidad ya sólo se realizan avistamientos aéreos de las lanchas y pateras, y no se permite la salida de barcos rescatadores. Se trata de conseguir que los emigrantes por mar no lleguen a las costas de países de la UE. ¿Cómo se impide, cómo se hace? La respuesta es externalizando las fronteras. Europa pasa la responsabilidad a los países limítrofes a cambio de una cantidad económica. Por ejemplo a Libia para que rescaten en su zona a los emigrantes que van en pateras, con lo cual ya no llegan a costas europeas. El destino que sufren las personas a partir de ese momento es terrible: trata de personas a todos los niveles, trabajo esclavo, etc.
Europa pasa así la responsabilidad a los países limítrofes a cambio de una cantidad económica. También para formar a los guardacostas y policía de fronteras para que se hagan cargo de los migrantes.
El pacto de Ginebra obliga a recoger a los náufragos, la UE lo ha firmado pero ¿cómo escurrirse y hacer que las ONGs no los recojan? Criminalizando a los salvadores, ONGs y personas involucradas en el rescate.
AI hace tres peticiones: 1.- Que se acaben estas acciones ilegales (devoluciones en caliente, países pagados para recoger emigrantes). 2.- Que se creen rutas legales seguras y 3.- Que se refuerce el sistema de refugio. De hecho, cuesta mucho más pagar para externalizar las fronteras que lo necesario para salvar y mantener a los emigrantes en condiciones en las que se respeten sus derechos humanos.
Interviene Mila Font, de Médicos sin Fronteras, que insiste en la criminalización de la ayuda a los migrantes que se extiende tanto en los países en conflicto como en los países occidentales. Se les considera posibles terroristas y la misión médica pasa a ser también un acto perseguido. Si se ayuda es que se forma parte de dichos grupos. Si se está en zona con talibanes, no se recibe ayuda, es más, los que intentan curar, salvar vidas, son perseguidos en el acto.
MSF crea clínicas móviles para atender a las personas en campos de refugiados, aunque sería más exacto hablar de campos de concentración por las condiciones y el largo tiempo que han de permanecer, que son meses o incluso años. Grecia se ha convertido en el patio trasero de la UE y los que llegan allí procedentes de Siria o de Afganistán viven de modo lamentable. Las enfermedades que se atienden tienen que ver mayoritariamente con el régimen de vida en los campos. En los campamentos de refugiados como en los de Grecia hay una gran cantidad de suicidios e intentos de suicidio de menores por lo que MSF tiene que atender también casos de salud mental. Mila habla de Libia como lo que es, una zona de negocio del sufrimiento humano. De ninguna manera es un lugar seguro para los inmigrantes.
Recuerda los 338 millones pagados por la Comunidad Europea para formar a los patrulleros libios y para los centros de detención libios donde las condiciones de vida son extremadamente duras con detenciones arbitrarias, torturas, donde los migrantes y personas refugiadas son obligadas a la realización de trabajos forzados y a la prostitución con gran violencia sexual tanto en mujeres como en hombres. La totalidad de las mujeres han sufrido abusos y han sido testigos de violaciones. Alude a un informe en la página web de MSF sobre el tema, así como a las tasas de desnutrición de las personas detenidas en los campos.
En 2015 MSF comenzó a rescatar personas con barcos para demostrar a Europa que eso era lo que se debía hacer. Desgraciadamente, el barco Aquarius (muy conocido entre nosotros) que ha sido el último de ellos en llegar (a Valencia justamente) tiene prohibido salir de nuevo. De las 629 personas que llevaba se salvaron y MSF recibió unas 119 llamadas de gente que quería ayudar, pero también aumentaron los mensajes de rechazo y de solicitud de baja por parte de socios, argumentando que su dinero era para pagar la asistencia médica en otros países, no para que los trajeran aquí.
También comenta que las peticiones de asilo tardan unos dos años en ser revisadas y muestra una cartilla sellada con la fecha para ver el caso en el 2021.
Interviene Pepe Medina como colaborador de Open Arms[5]. Los bomberos pueden ayudar muy activamente por sus conocimientos en rescate.
En julio de 2018 realizaron una misión que se prolongó durante un mes por las costas de Libia; escucharon conversaciones de un barco panameño con Italia porque habían divisado náufragos pero se habían desentendido de ellos porque si recogen náufragos les bloquean el barco. Navegaron de un lado a otro, a distancias considerables para barcos quemson viejos y lentos, siguiendo instrucciones contradictorias. Llegaron al barco, el Triade – que supuestamente la noche anterior había rescatado Libia -; había tres personas, dos adultos, uno de ellos muerto y un niño que también murió. solo una estaba viva y la llevaron a España como testigo protegido contra Libia. Esta persona denunció a los guardacostas libios y a los italianos por omisión de socorro. Parece que es habitual que los guardacostas libios dejen a gente viva en el mar en vez de recogerla.
Está claro que los libios les enviaban a zonas en las que no había barco con emigrantes, sino plataformas petrolíferas, les decían que había cinco pateras y desaparecían del escáner y se cortaban las comunicaciones. En resumen, los libios cobraban por no dejar rescatar a nadie. Aun con todo ello, la última vez rescataron 84 personas, los problemas para llevarlos a lugar seguro fueron múltiples y España los obligó a ir a Algeciras.
Lo sucedido sirvió para denunciar a los guardacostas libios e italianos.
Pepe quiso recordar a un pesquero español de Santa Pola, que iba a los caladeros de quisquilla y se encontró con náufragos. A pesar del peligro de ser encausados por la criminalización si les ayudaban, estos marineros siguieron adelante y consiguieron llevarlos a puerto seguro.
Jaume Durá, perteneciente a CEAR[6], nos vuelve a hablar de la criminalización a la que se ven sometidos los que ayudan a la sociedad y del papel que el Ministro de Interior italiano, Mateo Salvini, ha tenido cerrando todos los puertos de Italia, lo que desgraciadamente ha conducido al aumento del número de personas muertas en el Mediterráneo.
Antes el flujo migratorio tenía lugar sobre todo por tierra y a medida que las fronteras por tierra se van endureciendo deciden ir por mar.
Dado que Grecia, Italia y Turquía, bloquean el paso, la manera de entrar a Europa es el sur de España, por donde ya sabemos que entran inmigrantes continuamente.
La Unión Europea cuenta con cada vez más diputados de ultraderecha que se oponen a la acogida. Según las normas europeas cuando llega un refugiado tiene derecho a que se le escuche y se valore su caso por lo cual se pretende que no lleguen, se paga a países del otro lado del mar para que no salgan de sus fronteras.
Es el truco de la externalización de las fronteras, mediante convenios con Libia, Mauritania o Senegal. De este modo ha bajado el número de personas que llegan por mar a Europa, la mayoría acaban en países africanos.
En 2015 más de un millón de personas entró en Europa y para impedir que se repita se hizo el tratado con Turquía con el fin de que se quedasen allí y se redujo la entrada de refugiados primero a 700.000 y luego a 300.000 pero las muertes en el Mediterráneo aumentaron. A Europa llega una mínima parte de los refugiados.
Recuerda el caso del pesquero de Santa Pola de 12 inmigrantes; se pidió al capitán que los entregaran a los libios pero él se negó y decidió llevarlos a Malta desde donde se distribuyeron por Europa.
Respecto de las personas que llegaron a Valencia con el “Aquarius” nos da noticias, algunos salieron de España, otros están aquí, intentando vivir.
La única conclusión válida es que no hay más remedio que rescatar: no hay vías seguras para pedir asilo por medio de una política europea para acogida.
EQUIPO COMUNICACIÓN COMUNIDAD VALENCIANA
Enlaces consultados 29-03-2019
[1] A mediados de 2012, Grecia puso en marcha la Operación Áspida (Escudo) para impedir la entrada irregular de inmigrantes por la frontera del Evros desplegando más de 1800 agentes de policía adicionales y construyendo una valla de 10,5 kms a lo largo del sector norte de esta frontera terrestre.
[2] La Operación Mare Nostrum: acciones navales y aéreas de un año de duración, iniciada el 18 de octubre de 2013 por el Gobierno de Italia, para abordar el incremento de la inmigración irregular a Europa durante la segunda mitad del año, y los consiguientes naufragios trágicos de embarcaciones de migrantes frente a la isla de Lampedusa. La Comisión Europea prestó apoyo financiero para la operación con 1,8 millones de euros, con cargo al Fondo para las Fronteras Exteriores.
https://es.wikipedia.org/wiki/Operaci%C3%B3n_Mare_nostrum
[3] La operación Tritón (originalmente llamada «Frontex Plus») es una operación de seguridad en la frontera de la Unión Europea liderado por Frontex, la agencia de control de las fronteras de Europa, con el objetivo de mantener controladas las fronteras en el mar Mediterráneo. La operación ha sustituido a la operación Mare Nostrum en el control de los flujos de migrantes.
https://es.wikipedia.org/wiki/Operaci%C3%B3n_Trit%C3%B3n
[4] Operación reforzada de la agencia europea de fronteras externas Frontex en el Mediterráneo para sustituir a la operación italiana Mare Nostrum; su objetivo es aumentar la asistencia a Italia.
[5] Open Arms es una organización no gubernamental y sin ánimo de lucro cuya principal misión es rescatar del mar a aquellas personas que intentan llegar a Europa huyendo de conflictos bélicos, persecución o pobreza. Nace de una empresa de socorrismo y salvamento marítimo con dilatada experiencia en las costas españolas. Se dedican a la vigilancia y salvamento de las embarcaciones de personas que necesitan auxilio en el Mar Egeo y Mediterráneo Central.
https://www.openarms.es/es/quienes-somos
[6] La Comisión Española de Ayuda al Refugiado, CEAR, lleva desde 1979 defendiendo el derecho de asilo y los derechos humanos, promoviendo el desarrollo integral de las personas refugiadas que vienen huyendo de conflictos bélicos o de violación de DDHH, solicitantes de asilo, apátridas y migrantes con necesidad de protección internacional y/o en riesgo de exclusión social.