EDUCACIÓN EN DERECHOS HUMANOS
EDUCACIÓN EN DERECHOS HUMANOS Antes de intentar definir la educación en derechos humanos (DDHH) precisaremos sucintamente lo que son los DDHH que tenemos todas las personas por el mero hecho de existir. Los DDHH “no hacen distinción de sexo, nacionalidad, lugar de residencia, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, edad, partido político o […]
EDUCACIÓN EN DERECHOS HUMANOS
Antes de intentar definir la educación en derechos humanos (DDHH) precisaremos sucintamente lo que son los DDHH que tenemos todas las personas por el mero hecho de existir.
Los DDHH “no hacen distinción de sexo, nacionalidad, lugar de residencia, origen nacional o étnico, color, religión, lengua, edad, partido político o condición social, cultural o económica. Son universales, indivisibles e interdependientes”[1].
Los 30 artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos[2] incluyen los derechos básicos que toda persona debe disfrutar para tener una vida digna.
Se agrupan en dos tipos:
1.Derechos civiles y políticos: a la vida, a que las personas no sean sometidas a esclavitud ni servidumbre y a no ser detenidas arbitrariamente, a no recibir daños ni torturas, a la no discriminación, a la presunción de inocencia, a la privacidad, a la libertad de pensamiento, conciencia y religión, opinión y expresión, a la libre circulación, a buscar asilo y a tener una nacionalidad, a participar en la vida política.
2.Derechos económicos, sociales y culturales: a la alimentación, a la educación, a la salud, a la vivienda, a la cultura y la ciencia, al trabajo y al descanso.
No hay que pensar que la educación en DDHH va únicamente destinada a la infancia, cualquier edad es idónea para adentrarse en ese aprendizaje, cualquier etapa es adecuada para reciclarse y desarrollar las actitudes necesarias para practicar la igualdad y el respeto en cualquier comunidad.
Amnistía Internacional (AI) trabaja en entornos sociales educativos y profesionales con el fin de potenciar los valores que promueven los DDHH y prevenir toda actitud que pueda pervertirlos y combatir cualquier tipo de discriminación.
Estos aprendizajes dan fortaleza a las personas para reclamar sus derechos y garantizar que conozcan sus responsabilidades quienes ocupan posiciones de poder. Todos los gobiernos deben garantizar que la ciudadanía conozca sus derechos empleando no solo “métodos de aprendizaje inclusivos, participativos y democráticos que fomentan la libertad de expresión y el análisis crítico”[3] sino cambiando actitudes que permitan pasar a la acción con el fin de que no se queden en conocimientos abstractos y sean trasladados a la realidad.
Todas las personas corremos el riesgo de dejarnos llevar de manera inconsciente y sin maldad a ideas preconcebidas porque el medio en el que nos movemos condiciona en gran medida nuestros caminos cognitivos, nuestra experiencia influye e incluso determina nuestra manera de pensar. “Los estereotipos y prejuicios que causan la discriminación con frecuencia están tan profundamente enraizados en nuestras culturas que nosotros mismos no somos conscientes de por qué tenemos estas creencias o de que actuamos de un modo discriminatorio”[4]. Por ello, la educación en DDHH conduce a la reflexión sobre esos estereotipos arraigados en las conciencias con el fin de que se modifiquen los comportamientos que originan.
Por lo tanto, convendremos en que la educación en DDHH es una herramienta para conseguir cambios sociales mediante la formación de las personas promoviendo la estima del prójimo, la paz, la tolerancia y el respeto.
EQUIPO COMUNICACIÓN COMUNIDAD VALENCIANA
Enlaces consultados7/5/19
[1] https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/temas/derechos-humanos/
[2] https://www.un.org/es/universal-declaration-human-rights/
[3] https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/temas/educacion-en-derechos-humanos/
[4] http://www.amnistiacatalunya.org/edu/2/edu/dh-edu-k.moriarty.html