LA CONDENA DE LAS MUJERES DEFENSORAS DE LOS DERECHOS HUMANOS EN IRÁN: EL EJEMPLO DE NASRIN SOTOUDEH
LA CONDENA DE LAS MUJERES DEFENSORAS DE LOS DERECHOS HUMANOS EN IRÁN: EL EJEMPLO DE NASRIN SOTOUDEH El día 13 de junio en Colegio Mayor Rector Peset de Valencia ha tenido lugar una charla con Nilufar Saberi. El acto fue presentado por Joan Serra e intervino en primer lugar Isabel Dudzinski quien introdujo la situación […]
LA CONDENA DE LAS MUJERES DEFENSORAS DE LOS DERECHOS HUMANOS EN IRÁN: EL EJEMPLO DE NASRIN SOTOUDEH
El día 13 de junio en Colegio Mayor Rector Peset de Valencia ha tenido lugar una charla con Nilufar Saberi.
El acto fue presentado por Joan Serra e intervino en primer lugar Isabel Dudzinski quien introdujo la situación actual de las mujeres en Irán que, a pesar de las leyes retrógradas, no son tan sumisas como antes. “Para ser mujer en Irán primero hay que comprobar si se está bien tapada” porque la policía de la moral analiza la vestimenta de las mujeres para comprobar si obedecen a los códigos establecidos; en caso contrario agreden y hostigan a quienes no los cumplen y son detenidas como delincuentes. Dan el alto y estudian la vestimenta, si llevan maquillaje y si llevan algún mechón de pelo suelto. El castigo es la detención, latigazos, humillaciones e incluso agresiones sexuales. Esta represión es visible, hay muchas más ocultas y crueles.
Amnistía Internacional (AI) lleva a cabo una campaña por la liberación de la abogada iraní Nasrin Sotoudeh, detenida en su domicilio el 13 de junio de 2018 y encarcelada y condenada por defender a las mujeres por la vía legal. Es la condena más dura que AI haya documentado en defensa de los derechos humanos (DDHH). Hasta el 10 de junio 1.200 000 personas en más de 200 países y territorios de todo el mundo se han unido para expresar su indignación ante la condena a 38 años y seis meses de cárcel y 148 latigazos impuesta a la destacada abogada iraní. Se han hecho entrega en embajadas iraníes de todo el mundo las firmas que piden su libertad.
En septiembre de 2016, Nasrin Sotoudeh había sido condenada a cinco años de prisión en otra causa, también relacionada con su trabajo por los derechos humanos. Sumando ambas causas, se le han impuesto en total 38 años y seis meses de prisión, de los que tendrá que cumplir 17 años.
El marido de Nasrin fue igualmente condenado por defender los DDHH. Nasrin tiene dos hijos a los que no pueden atender por estar ella y su marido detenidos.
Otras mujeres fueron detenidas por publicar videos sin velo, videos que se hicieron virales, y condenadas por atentar contra el sistema y los códigos de conducta vigentes en Irán.
En su intervención, Nilufar Saberi, actualmente activista independiente, es una iraní residente es España desde los 14 años Su padre, mago de profesión y uno de los artistas que actuaban habitualmente en las fiestas del Sha, se exilió con su familia tras la revolución liderada por Jomeini. Es activista por los derechos humanos y especialmente los de las mujeres. Nilufar desempeñó diferentes tareas en la Asociación de Derechos Humanos en Irán, que luego pasó a llamarse Asociación Iraní pro Derechos Humanos-España. Más tarde dimitió y se unió al Comité de Derechos Humanos de la Unesco de la Comunidad de Madrid.
Nilufar explica algunos extremos de la legislación en Irán como el “dinero de sangre” o “precio de la sangre”, la ley islámica que permite salvarse a los condenados a muerte pagando una suma de dinero a la familia de la víctima después de haber recibido el perdón. Pero si se trata de una mujer se paga la mitad. Es lo que ocurre en un país en el que está permitido a los hombres tener cuatro mujeres y cuantas concubinas quiera, en el que la mujer necesita el permiso del marido para trabajar, en el que el velo no es un trozo de tela sino una bandera de sometimiento de la mujer que, al mirarse al espejo, no puede reconocerse, deja de existir, es invisible. No cubrirse da derecho a agredirla. En Irán las mujeres son las responsables de la libido incontrolada de los hombres y cuando son violadas deben demostrar que no han provocado al hombre. El velo es un instrumento político.
Irán es un país en el que el “crimen de honor” – asesinato de una mujer por parte de uno o varios miembros de su familia, debido a la creencia de que la víctima habría causado desprestigio a su familia a causa de su comportamiento deshonroso violando los principios religiosos – es juzgado como homicidio involuntario cometido para limpiar la honra del varón.
Un país en el que las mujeres necesitadas se apuntan como “esposas temporales”[1], fórmula utilizada para dar validez legal a sus relaciones extramatrimoniales tantas veces como desee y la duración oscila desde una hora hasta 99 años. El matrimonio temporal está legalizado como forma de prostitución puesto que está prohibida en Irán.
Jomeini estableció la edad de nueve años para casar a una mujer, más tarde se subió a los trece, sin embargo si un familiar lo solicita puede rebajarse a los diez. La edad penal de la mujer es a los nueve años y la del hombre a los quince. En lo que concierne a la pena de muerte, los menores son mantenidos encarcelados hasta que son más mayores para ser ejecutados.
Ante este horror se puede pensar que la cuestión del velo es menor pero no es así porque es el símbolo de todos los demás atentados contra los DDHH de la mujer.
Las mujeres llenan las universidades con calificaciones altas sin embargo la tasa de inserción laboral es bajísima. Algunas carreras universitarias están prohibidas para las mujeres y otras recortadas, por ejemplo se puede estudiar leyes pero no se puede ser juez. Se ha conseguido que las mujeres puedan competir en deportes y que puedan cantar en coros aunque solamente femeninos.
En lo que concierne a los disidentes, son considerados como infieles y la ley islámica dice “muerte al infiel”. Los objetores de conciencia son condenados, incluso los defensores del medio ambiente (teniendo en cuenta que Teherán es una ciudad muy contaminada), protestar por ello es considerado como un atentado al Estado y en las manifestaciones hay francotiradores apostados en las azoteas. En las dependencias judiciales son numerosos los casos de “suicidio” y los cuerpos no son entregados a las familias.
No ser heterosexual es arriesgarse a ser detenido.
No ser musulmán chiita es ver reducidos los derechos. Si no se tiene fe reconocida se está fuera de la ley: en los documentos de inscripción para estudiar hay cuatro casillas de cuatro religiones y es obligatorio marcar una.
Irán es una dictadura que se mantiene porque hay una sociedad que no la cuestiona por conformismo. Se apoya en el poder económico, en el educativo, en el judicial y en el mediático. El miedo a lo ocurrido en Siria, Irak o Afganistán también fortalece el mantenimiento del poder. Respecto a esto hay que mencionar el poder de los llamados “guardianes de la revolución”, unidad paramilitar que protege a la Revolución Islámica independiente del Ejército creada durante la Revolución Islámica de 1979, cuando se formaron unidades de combate para constituir una fuerza armada independiente para el régimen de Jomeini[2].
Nilufar anima a seguir denunciando la represión de los DDHH y su carácter universal por la cual queda discriminada la mujer en Irán. AI, que considera que las leyes en Irán violan los derechos de la mujer y atentan contra su autoestima, ayuda enormemente en la lucha y ayuda a las mujeres que alzan la voz contra esta injusticia, como las que suben su foto a la página de Facebook “Mi libertad sigilosa” donde las iraníes se quitan el velo y los hombres aparecen con la cabeza cubierta[3].
Un poco de historia en propias palabras de Nilufar Saberi[4]
El padre del Sha prohibió el uso en la calle del velo y los turbantes y llevar barba, lo que supuso la modernización de una parte de la sociedad, pero también el aislamiento de los segmentos más conservadores, sobre todo, de las mujeres de ese sector. Al subir al poder, Jomeini, invitó a esas mujeres confinadas en sus hogares a unirse a la revolución y a ir a la universidad. El velo pasó a ser obligatorio y creó un cuerpo femenino de Policía.
Las mujeres conservadoras y religiosas han comenzado a cuestionarse muchas cosas. Leen e interpretan por sí mismas el Corán, que otorga más derechos a las mujeres que las autoridades, y se unen a mujeres “modernas” y comparten la conquista de los derechos.
EQUIPO COMUNICACIÓN COMUNIDAD VALENCIANA
Emma Sopeña Balordi
Enlaces consultados 14-6-2019
[1] https://www.elmundo.es/internacional/2015/08/23/55d88d8d268e3e7a168b4577.html
[2] “vigilan, junto a brigadas especiales de la Policía, el cumplimiento de costumbres islámicas en empresas, escuelas o controles de carretera, por ejemplo, que las mujeres vistan conforme a las normas islámicas. En numerosas ocasiones estos grupos han atacado con cuchillos y palos a estudiantes opositores. Durante los disturbios desatados por la publicación de caricaturas de Mahoma en 2006, varios grupos «Basij» atacaron diferentes embajadas en Teherán.
https://www.clarin.com/mundo/guardianes-revolucion-iran_0_r1GXhbYmG.html
[3] http://www.teinteresa.es/mundo/sigilosa-libertad-Facebook-iranies-liberan_0_1137488556.html
https://www.facebook.com/StealthyFreedom?fref=photo
[4] https://www.naiz.eus/es/hemeroteca/gara/editions/2016-02-12/hemeroteca_articles/ya-no-hay-manera-de-que-las-iranies-vuelvan-a-ser-las-mismas-sumisas-de-antes