LA PENA DE MUERTE, HOY

27 julio, 2019 por Amnistia Internacional Comunidad Valenciana

Derechos humanos

AMNISTÍA INTERNACIONAL Y LA PENA DE MUERTE En un momento en el que la Administración de Trump retoma las ejecuciones en casos federales puesto que el Departamento de Justicia de Estados Unidos reemprende las ejecuciones en casos que han sido llevados por la justicia federal (y no por la vía estatal, la más común para […]

AMNISTÍA INTERNACIONAL Y LA PENA DE MUERTE

En un momento en el que la Administración de Trump retoma las ejecuciones en casos federales puesto que el Departamento de Justicia de Estados Unidos reemprende las ejecuciones en casos que han sido llevados por la justicia federal (y no por la vía estatal, la más común para los procesos con pena de muerte) se hace necesario que sigamos trabajando y luchando contra la pena capital y saber cómo se puede ayudar a luchar contra la pena de muerte.

Más de dos tercios de los países del mundo ya han abolido la pena de muerte en su legislación o en la práctica.

Amnistía Internacional (AI) elaboró un informe[1] en el que distribuye el número de países abolicionistas – que defienden la eliminación de la pena de muerte – y retencionistas – que la retienen en la legislación -. Pese a la vigencia todavía de esta pena, las ejecuciones y las condenas a muerte han disminuido en todo el mundo.

Poco después de su creación, en 1961, AI comenzó a actuar contra la pena de muerte, cuando comenzó su campaña global en 1977, la pena capital estaba abolida solo en 16 países.

Pero aún queda mucho por hacer.

Numerosos países siguen poniendo en práctica la pena de muerte sin restricciones.

La mayoría de las ejecuciones tienen lugar en China, Irán, Arabia Saudí, Vietnam e Irak, por este orden.

En muchos países donde hubo condenas a muerte o ejecuciones, los procedimientos judiciales no cumplían las normas internacionales sobre juicios justos.

Algunos países ejecutan a personas menores de 18 años en el momento de cometerse el delito y a discapacitados psíquicos, en muchas ocasiones tras juicios sin garantías.

AI considera que es un castigo inhumano e innecesario, que supone una violación de dos derechos humanos fundamentales: el derecho a la vida y el derecho de toda persona a no ser sometida a penas crueles, inhumanas o degradantes.

Condenar a muerte a una persona supone negarle el derecho a la vida, proclamado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

Con el tiempo, la comunidad internacional ha adoptado instrumentos contra la pena de muerte como el Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Protocolo 6 del Convenio Europeo de Derechos Humanos y el Protocolo a la Convención Americana sobre Derechos Humanos relativo a la abolición de la pena de muerte.

Los métodos empleados para las ejecuciones son la decapitación, la electrocución, el ahorcamiento, la inyección letal o las armas de fuego.

¿Qué se puede argumentar contra la pena de muerte?

AI expone los siguientes argumentos[2].

Es irreversible y se cometen errores.
No disuade contra el crimen. No hay pruebas que demuestren que es más eficaz que la cárcel a la hora de reducir el crimen.
Suele emplearse en sistemas de justicia sesgados. Los tres países que más usan la pena capital (China, Irán y Arabia Saudí) lo hacen en circunstancias poco claras. Muchas condenas de muerte se basan en «confesiones» obtenidas mediante tortura.
Se aplica de forma discriminatoria. los colectivos pobres o marginados además tienen más dificultades para acceder a los recursos legales que necesitan para defenderse.
Se usa como herramienta política. Las autoridades de algunos países usan la pena de muerte para castigar a los opositores políticos.

AI reclama que los gobiernos pongan fin a la pena de muerte y lucha por su abolición completa y que todas las condenas a muerte sean conmutadas por penas de prisión.

“Amnistía Internacional se opone a la pena de muerte en todos los casos sin excepción, con independencia del carácter o las circunstancias del delito, de las características y la culpabilidad o inocencia del acusado y del método utilizado por el Estado para llevar a cabo la ejecución”[3].

AI hace un seguimiento de la aplicación de la pena de muerte y publica un informe de las cifras [4].

“Cuando se fundó la ONU, en 1945, sólo 8 de los entonces 51 Estados miembros habían abolido la pena capital. Actualmente, 103 de los 193 Estados miembros han abolido la pena de muerte para todos los delitos, y 139 la han abolido en la legislación o en la práctica”[5].

La reducción es evidente pero no puede cesar hasta que se logre su eliminación completa.

¿Cómo puedes ayudar a luchar contra la pena de muerte?

Uniéndote a millones de personas que protegen los derechos humanos.

https://crm.es.amnesty.org/unete-a-amnistia/?origen=web

EQUIPO COMUNICACIÓN AMNISTIA COMUNIDAD VALENCIANA

Enlaces consultados 27/7/19

https://www.amnesty.org/es/what-we-do/death-penalty/

https://www.amnesty.org/es/what-we-do/death-penalty/death-penalty-your-questions-answered/

https://www.amnesty.org/es/latest/news/2019/04/death-penalty-facts-and-figures-2018/

http://www.amnistiacatalunya.org/edu/es/historia/pm.html

https://amnistia.org.pe/noticia/pena-muerte-peru/

https://www.lavanguardia.com/internacional/20190410/461574126717/pena-de-muerte-amnistia-internacional-ejecuciones-descenso.html