LOS BOSQUES EN LLAMAS

LOS BOSQUES EN LLAMAS

Los bosques son el pulmón de la naturaleza, pero los perdemos a gran velocidad por el fuego.

Los incendios en los bosques son la consecuencia de un buen número de factores[1]: el cambio climático – por la sequedad del paisaje muy inflamable -, el aumento de la vegetación continuada – por el abandono del pastoreo, el éxodo rural, etc. -, la construcción masiva en zona de monte – que no ha tenido en cuenta los riesgos que supone -, la insuficiente gestión forestal, así como la arraigada cultura de ocio por medio del fuego.

Los incendios no siempre son intencionados aunque la mano del hombre esté demasiadas detrás de ellos;  las negligencias por su uso como herramienta de gestión agrícola o recreativo o como medio de preparar alimentos son demasiado frecuentes.

Las consecuencias son devastadoras: interrumpen los ciclos naturales de los bosques, desaparecen las especies nativas y proliferan plantas invasoras que son altamente inflamables, generan cenizas, destruyen nutrientes, erosionan el suelo, que se compacta, propiciando inundaciones y corrimientos de tierra, reducen la cubierta vegetal, que permite el retorno del agua de lluvia a la atmósfera, aumentan los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera contribuyendo al efecto invernadero, etc.[2]

¿Y qué ocurre con la fauna? Los animales que pueden huir y consiguen salvarse llegan a lugares donde no pueden reiniciar su hábitat al haber perdido sus recursos, sus zonas de nidificación y refugio, y la fauna de invertebrados que se encuentra en el mantillo superficial del suelo perece[3].

Poco a poco hemos ido pasando de incendios que se podían atajar con medios reducidos a los megaincendios que, por la velocidad con la que se propagan, requieren destacamentos de extinción de gran envergadura.

Recientemente Gran Canaria ha sido presa de las llamas, la dimensión medioambiental de la catástrofe se mide en más de 9000 hectáreas de las que más de un 80% forma parte de espacios protegidos[4] y ha acabado con un espacio de incalculable valor ecológico, de fauna y flora. Más de 10.000 personas fueron evacuadas.

Ahora en Brasil se ha levantado la polémica sobre la actuación del Gobierno en los incendios de la Amazonía, que debe “modificar su desastrosa política de dejar la selva amazónica expuesta a la destrucción”[5]. En efecto, el Gobierno de Bolsonaro ha intentado debilitar las medidas de protección de la selva anulando los derechos de los indígenas. Con ello se benefician grandes grupos agropecuarios que pretenden tomar para cultivos las zonas devastadas. Este paraíso medioambiental atesora el 20% de las reservas de agua dulce del planeta[6].

Los recursos para la extinción son imprescindibles, pero nada se conseguirá sin recursos para la prevención, rediseñando el paisaje para hacerlo más resiliente al fuego, identificando las zonas de alto riesgo y las causas[7]. La investigación y depuración de responsabilidades es esencial por el alto porcentaje de incendios intencionados.

EQUIPO COMUNICACIÓN COMUNIDAD VALENCIANA

Foto: HG Fotografie Pixabay

Enlaces consultados 25/8/19

[1] https://es.greenpeace.org/es/trabajamos-en/bosques/incendios-forestales/

[2] https://www.ecologiaverde.com/consecuencias-de-un-incendio-forestal-234.html

[3] http://archivo-es.greenpeace.org/espana/Global/espana/report/other/incendios-forestales-que-per.pdf

[4] https://elpais.com/politica/2019/08/24/actualidad/1566670556_030296.html

[5] https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/noticias/noticia/articulo/brasil-incendio-amazonia-actuacion-inadecuada-bolsonaro/

[6] https://www.elimparcial.es/noticia/204179/crece-la-alarma-por-los-incendios-en-la-amazonia-y-trump-ofrece-su-ayuda.html

[7]https://www.wwf.es/nuestro_trabajo_/bosques/incendios_forestales/informe_2019_ardemediterraneo/