CAMBIA EL CHIP. BUENAS PRÁCTICAS ANTE ACTITUDES SEXISTAS
LA IMPORTANCIA DE LA PREVENCIÓN Y LAS BUENAS PRÁCTICAS ANTE ACTITUDES SEXISTAS. I Taller de género AICV El 16 de noviembre tuvo en lugar en Valencia el Primer Taller de Género organizado por Amnistía Internacional Comunidad Valenciana. El tema tratado ha sido la detección, prevención y respuesta frente a prejuicios y estereotipos de género, cómo […]
LA IMPORTANCIA DE LA PREVENCIÓN Y LAS BUENAS PRÁCTICAS ANTE ACTITUDES SEXISTAS. I Taller de género AICV
El 16 de noviembre tuvo en lugar en Valencia el Primer Taller de Género organizado por Amnistía Internacional Comunidad Valenciana. El tema tratado ha sido la detección, prevención y respuesta frente a prejuicios y estereotipos de género, cómo diferenciarlos adecuadamente y, sobre todo, cómo ayudar a combatirlos de forma eficiente. El respeto por las personas, su dignidad, su integridad moral y personal es un principio fundamental que sustenta todos los derechos humanos. Depende de las personas mismas impulsar un proceso de cambio que implique una cultura más igualitaria e inclusiva. De ahí la relevancia de este taller que se apoya en la Red de Género, creada en 2015, red de intercambio y apoyo mutuo de activistas, responsables de género en sus estructuras. Esta red impulsa iniciativas sobre temas de género, participa en intercambios de experiencias y buenas prácticas, realiza autodiagnósticos en los grupos desde la perspectiva de género, proporciona herramientas para formación y participa en indicadores de género entre otras actividades.
Pero, ¿qué es el sexismo? Una de las definiciones que podemos encontrar en Amnistía Internacional[1] es: el conjunto de comportamientos y actitudes que, apoyándose en una serie de estereotipos y prejuicios, promueven un trato diferenciado y discriminatorio -directo e indirecto- hacia las personas, según sea su sexo biológico.
Se trata de una cuestión de derechos humanos. La igualdad entre hombres y mujeres es un principio jurídico universal, reconocido en textos publicados sobre derechos humanos por instituciones internacionales, por citar algunos: Asamblea General de Naciones Unidas (1979), ratificada por España en 1983[2], el Convenio de Estambul[3], y en nuestro ámbito estatal los Artículos 9.2[4] y 14[5] de nuestra Constitución y Leyes orgánicas 3/2007 de 22 de marzo[6] y 1/2004 de 28 de diciembre[7] y muy especialmente la Recomendación del Comité de Ministros de los Estados Miembros del Consejo de Europa para prevenir y combatir el sexismo (27 de marzo, 2019)[8].
Las personas, a fuerza de oír hablar de los derechos de las mujeres, violencia sexual, malos tratos etc., acabamos por perder la perspectiva del problema real, de lo que significa el sexismo y de la repercusión que ejerce sobre el ser humano. Aunque el sexismo sea una forma y manifestación más de la dominación de los hombres frente a las mujeres, porque es lo más frecuente, también lo pueden sufrir los hombres y las personas con algún tipo de discapacidad; todos somos susceptibles de padecer actitudes sexistas, de entre las cuales, el acoso sexual, como forma de violencia de género, es una de las manifestaciones más graves del sexismo. Otras más sutiles como los micromachismos[9] nos pasan desapercibidas y, sin embargo, también contribuyen a generar el clima necesario para originar desigualdades entre los seres humanos.
Cuando nacemos se nos asigna un género partiendo de las características biológicas que presentemos y, desde ese momento, ya se espera que nuestras respuestas y una serie de valores y comportamientos sean unos establecidos según seamos del sexo femenino o masculino. Ello es el inicio de diferencias significativas que influyen profundamente en la vida de las personas, además, dependiendo de cómo se utilicen, pueden afectar de modo decisivo a los derechos humanos. Por ejemplo, los hombres, a lo largo de la historia, han gozado de mayor prestigio y han sido más valorados y, como consecuencia, han podido acceder a un mayor número de oportunidades, recursos y derechos en la mayoría de ámbitos de la vida. Las mujeres, por contra, han permanecido en un segundo lugar, quedando relegadas a funciones que los propios hombres han establecido, según su conveniencia o por razones más complejas. Por ejemplo, se considera que las mujeres son más frágiles, más dependientes, menos firmes, etc. El resultado ha sido la formación de una sociedad patriarcal jerarquizada.
¿Dónde está escrito que el cerebro humano es más válido en los hombres que en las mujeres? ¿Qué tiene que ver la orientación sexual con la valía intelectual? por poner algunos ejemplos sobre la incongruencia de la actitud sexista en la humanidad. Está claro que la evolución hacia el cambio y la instauración de actitudes más justas será lenta y estará sujeta a muchos condicionantes. No obstante, el proceso ya se ha iniciado, por desgracia no en todos los países del mundo, pero algo se mueve y el camino hacia delante ha comenzado, los resultados se verán y, aunque sea a largo plazo, depende de todas las personas.
Las consecuencias del sexismo son variadas para quien lo sufre y en la sociedad misma: depresión, baja autoestima, mantenimiento de un sistema social que perpetúa las dificultades para acceder a derechos fundamentales, y es la base a partir de la cual se desarrollan los diferentes tipos de violencia de género. En resumen, la repercusión es mucho más seria de lo que parece y va en contra de una sociedad justa e igualitaria.
Por tanto, tenemos que aprender a diferenciar muy bien lo que es el verdadero sexismo, prevenirlo y combatirlo con nuestro propio comportamiento, para evitar que llegue a producirse. Si se produce, debemos tomar las medidas correctas para su denuncia, con cautela y firmeza. No podemos mirar hacia otro lado, todas las personas somos, sin excepción, susceptibles de padecer alguna variante del sexismo como conductas erróneas verbales (lenguaje obsceno, comentarios inapropiados…), no verbales (miradas lascivas, gestos sexualmente sugerentes…), físicas (rozamientos y tocamientos de índole sexual), violencia física, agresión sexual, amenazas, chantajes, actitudes destinadas a infravalorar a las personas por sus diferencias (género, raza, discapacidad). No es tolerable pasar por ellas ni dejar que otras personas las padezcan y tenemos la responsabilidad de actuar, es un deber combatirlas.
Cambiemos el chip, busquemos con actitudes amables, correctas e incontestables (es decir, con explicaciones bien razonadas pero empáticas) que los comportamientos inadecuados vayan perdiendo fuerza y acaben por desaparecer. Por otra parte, cuidemos nuestro lenguaje, si nuestras expresiones son siempre respetuosas y no usamos, ni aunque sea inconscientemente, léxico sexista, ayudaremos mucho a que el sexismo desaparezca de nuestra sociedad y a que esta cambie hacia formas más justas, más igualitarias, más inclusivas. Ello constituirá, en realidad, una labor de defensa de los derechos humanos.
EQUIPO COMUNICACIÓN COMUNIDAD VALENCIANA
Emma Sopeña Balordi
Muchas gracias a Carmen Soto, impulsora del I Taller de Género AICV y a quienes lo han impartido:
María Chaqués (Coordinadora del área de TpM y Personas LGTBI, EETT-Valencia)
Carmen Lucas (Miembro del Equipo Autonómico TpM, EETT-La Ribera)
Mª Carmen Guijarro (Miembro del área de TpM y Personas LGTBI, EETT-Valencia)
Enlaces consultados 22/11/19
[1] “Prevención del sexismo en Amnistía Internacional. Guía práctica para personal y activistas” 12/03/2019. Documento interno.
[2] https://violenciagenero.org/normativa/instrumento-ratificacion-convencion-sobre-eliminacion-todas-formas-discriminacion-contra
[3] https://rm.coe.int/1680464e73
[4] https://app.congreso.es/consti/constitucion/indice/titulos/articulos.jsp?ini=9&tipo=2
[5] https://www.derechoshumanos.net/constitucion/articulo14CE.htm
[6] https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2007-6115
[7] http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/lo1-2004.html
[8] https://www.lamoncloa.gob.es/consejodeministros/Paginas/enlaces/070619-enlacesexismo.aspx
[9] “Sutiles e imperceptibles maniobras y estrategias de ejercicio del poder de dominio masculino en lo cotidiano, que atentan en diversos grados contra la autonomía femenina”.