LA (OTRA) PANDEMIA Primero un brote, luego una epidemia, es decir un brote descontrolado y mantenido en el tiempo en un área geográfica. Y vino la pandemia, una palabra que no formaba parte de nuestro acervo lingüístico, y que designa una enfermedad infecciosa que afecta a la población humana en un área geográficamente extensa. Y […]
LA (OTRA) PANDEMIA
Primero un brote, luego una epidemia, es decir un brote descontrolado y mantenido en el tiempo en un área geográfica. Y vino la pandemia, una palabra que no formaba parte de nuestro acervo lingüístico, y que designa una enfermedad infecciosa que afecta a la población humana en un área geográficamente extensa.
Y la falta de inversión en atención primaria previa y la deficiente planificación y gestión sanitaria, todo ello unido a la falta de recursos suficientes para afrontarla desembocó en la catástrofe sanitaria, en la que los más vulnerables han sido los más perjudicados, en miles de casos sin solución.
Por ello, la “otra” pandemia es la falta de inversión para afrontar “la” pandemia. Las personas que necesitan más cuidados por tener una salud deficiente, las personas ancianas, las personas con enfermedades crónicas, entre otras, han sufrido de manera desproporcionada el impacto de una atención primaria desbordada. La imposibilidad en multitud de casos de tener acceso a los centros de salud ha supuesto un agravamiento en el estado de miles de personas con patologías no-COVID lo que significa una discriminación cuyas consecuencias han sido fatales. Se ha sacrificado a las personas con patologías no-COVID. Con los centros de salud colapsados la gente no sabía dónde acudir ya que las líneas telefónicas estaban saturadas y, en tantísimos casos, no recibieron atención.
Es cierto que ningún sistema de sanitario podía estar preparado para una pandemia de tal magnitud, pero es evidente que un sistema de salud tan debilitado como consecuencia de las medidas de austeridad llevadas a cabo en los últimos años, desoyendo las recomendaciones de organismos internacionales como la OMS y del Relator Especial de la ONU sobre el derecho a la salud que instaban a los Estados a reforzar la atención primaria, ha conducido a la hecatombe sanitaria en España.
Y ahora, que podíamos vislumbrar una salida con la llegada de las vacunas, nos encontramos con una situación que el personal sanitario, agotado tras tres olas pandémicas, no sabe ni cómo afrontar, frustrados todavía por no haber podido atender a sus pacientes como de costumbre y con el miedo indeleble en el cuerpo tras el alto riesgo al que estuvo sometido. Ansiedad tras ansiedad. Amnistía recoge testimonios[1].
¿Estamos a tiempo de revertir esta situación? Siempre es tiempo de mejorar si se toman de una vez por todas las medidas necesarias para fortalecer la capacidad asistencial de la atención primaria: recursos humanos, materiales e infraestructuras.
Amnistía Internacional ha realizado un exhaustivo informe[2] que denuncia la situación con el fin de conseguir que se incrementen las plantillas de la atención primaria. Hay que hacer frente a la campaña de vacunación y a las siguientes olas de COVID-19.
Apoyemos la petición #LaOtraPandemia para reforzar la sanidad pública.
https://www.es.amnesty.org/actua/acciones/coronavirus-personal-sanitario-mar20/#ai-accion-firma
EQUIPO COMUNICACIÓN AMNISTÍA INTERNACIONAL COMUNIDAD VALENCIANA
Emma Sopeña Balordi
Responsable de RRSS AICV
Imagen de Fernando Zhiminaicela en Pixabay
[1] https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/noticias/noticia/articulo/entre-el-abandono-y-el-desmantelamiento-espana-desoye-12-anos-de-recomendaciones-internacionales-sobre-atencion-primaria-y-vulnera-el-derecho-a-la-salud-de-pacientes-no-covid/
[2] https://doc.es.amnesty.org/ms-opac/search?fq=msstored_fld99&fv=*&doc-return=search&advanced=true&mandatoryTerms=&mandatoryPhrase=&optionalTerms=&prohibitedTerms=&fq=mssearch_geographics&fv=&msstored_mltgeographics=&fq=mssearch_materials&fv=&msstored_materials=&fq=mssearch_doctype&fv=*&fq=mssearch_typology&fv=*&dateFrom=&dateTo=&fq=mssearch_fld13&fv=EUR41100021
