¿BLASFEMIA? ENLOQUECIMIENTO
¿BLASFEMIA? ENLOQUECIMIENTO Hay noticias que reafirman, si cabe, la convicción de que hay doctrinas que proceden de mentes perturbadas. Que un niño indú de ocho años de un pueblo de la provincia de Punyab en Pakistán haya sido formalmente acusado del delito de blasfemia (que conlleva la pena de muerte preceptiva según el artículo 295C […]
¿BLASFEMIA? ENLOQUECIMIENTO
Hay noticias que reafirman, si cabe, la convicción de que hay doctrinas que proceden de mentes perturbadas.
Que un niño indú de ocho años de un pueblo de la provincia de Punyab en Pakistán haya sido formalmente acusado del delito de blasfemia (que conlleva la pena de muerte preceptiva según el artículo 295C del Código Penal de Pakistán), por haber orinado presuntamente en la biblioteca de una madrasa (escuela religiosa islámica) supera todas alucinaciones imaginables.
El abuso de las leyes contra la blasfemia[1] en Pakistán, vigentes desde 1986, es notorio pero esta desviación produce escalofríos. Son leyes coercitivas, que no solo conducen a abusos contra la libertad de expresión, sino que incumplen la obligación jurídica internacional contraída por Pakistán de respetar y proteger los derechos humanos. Aunque las acusaciones de blasfemia son moneda de cambio en la zona, este niño es la persona más joven que haya sido acusada de tal delito. El niño no es ni siquiera consciente de lo que significa, no entiende de qué se le acusa y por qué ha sido mantenido encerrado durante una semana.
El niño se encuentra bajo custodia tras quedar en libertad bajo fianza, y su familia y muchas personas de la comunidad minoritaria hindú se hallan escondidas por miedo a ataques. Tras su puesta en libertad cientos de personas musulmanas exaltadas, como protesta, asaltaron el templo cuyas ventanas fueron destruidas con barras de hierro.
El responsable de campañas de Amnistía para Asia Meridional, Rimmel Mohydin[2], además de condenar los insensatos cargos contra el niño, ha pedido protección para el niño y su familia y el conjunto de la comunidad hindú, así como rendición de cuentas de las violencias cometidas. Las minorías de Pakistán, como lo es la hindú (alrededor de un 3%), son sometidas a abusos.
Existe una intensa violencia y discriminación contra las minorías religiosas en Pakistán por las leyes discriminatorias impuestas por el Gobierno, los derechos humanos no son respetados, ni la igualdad, ni la dignidad, ni la libertad de expresión y culto. No se combate la marginación social.
Es urgente que la legislación pakistaní se adecúe a las obligaciones internacionales en el área de derechos humanos. El Código Penal, que contiene artículos discriminatorios, ha permitido la intolerancia y la violencia contra las minorías religiosas. Muchos casos en donde se aplican las leyes contra la blasfemia pueden ocultar ajustes de cuentas sobre todo contra las minorías religiosas. La Constitución permite la libertad religiosa pero no impide que las minorías sean atacadas. Entre lo que está escrito y lo que sucede hay un abismo.
EQUIPO COMUNICACIÓN AMNISTÍA INTERNACIONAL COMUNIDAD VALENCIANA
A.Emma Sopeña Balordi
Responsable de RRSS y Blog AICV
Imagen de antriksh
kumar en Pixabay
[1] https://www.amnesty.org/download/Documents/ASA3351362016ENGLISH.PDF
[2] https://elpais.com/internacional/2021-08-10/un-nino-de-ocho-anos-acusado-de-blasfemia-en-pakistan-por-orinar-en-una-escuela-musulmana.html