LOS BULOS Y LAS DISTORSIONES NUNCA SON INOCENTES Y SIEMPRE DAÑAN
LOS BULOS Y LAS DISTORSIONES NUNCA SON INOCENTES Y SIEMPRE DAÑAN El DRAE define el bulo como noticia falsa propalada con alguna finalidad. Y la distorsión como la acción de presentar o interpretar hechos deformándolos de modo intencionado. Y esa finalidad, esa intención, es evidente, es la de perjudicar a alguien haciendo que un mensaje […]
LOS BULOS Y LAS DISTORSIONES NUNCA SON INOCENTES Y SIEMPRE DAÑAN
El DRAE define el bulo como noticia falsa propalada con alguna finalidad. Y la distorsión como la acción de presentar o interpretar hechos deformándolos de modo intencionado.
Y esa finalidad, esa intención, es evidente, es la de perjudicar a alguien haciendo que un mensaje tergiversado se perciba como verdad divulgándolo de manera masiva gracias a internet, sobre todo en foros, RRSS y cadenas de mensajes de aplicaciones como WhatsApp, Telegram, Messenger y similares. Y se expanden sembrando confusión, recelo, miedo, irritación …
Ya hemos hablado anteriormente sobre los bulos[1] y sabemos que
un bulo nunca es inocente.
Sobre todo si el componente de verosimilitud está bien buscado, si es relativamente creíble, “al bulo le beneficia incluir elementos que hagan verdadero daño en algo muy concreto, donde más duele”[2]. Y hay que tener en cuenta que se está más predispuesto a aceptar contenidos con los que antes ya se concordaba porque reafirman las convicciones; es el componente emocional del bulo, que influye en el componente cognitivo.
Por otra parte, hay situaciones idóneas para lanzar los bulos, cuando bulle una determinada información, cuando el hecho está de actualidad, cuando el ruido mediático es fuerte. La sobreinformación produce intoxicación informativa, la que recibimos adulterada, contaminada por análisis sesgados e impide, si no la filtramos con rigurosidad, el adecuado procesamiento.
El bulo puede enmascarar intereses de todo tipo: económicos, sociales, políticos … persiguiendo sembrar desconfianza sobre temas de salud o de inmigración, por ejemplo. Tan peligrosos son que la OMS declaró el impacto de la “infodemia”[3].
En una época como la que estamos viviendo con pandemia, guerras, escasez, crisis energética … las noticias van que vuelan por las redes y, hartos como estamos de que se vayan sumando problemas a los que ya nos ahogaban, es bien fácil caer en dar por bueno lo que sea que critique la situación. ¿Quién de nosotros no ha recibido de amigos por Whatsapp o Telegram “noticias” cuya veracidad deja mucho que desear? Cuando ocurre hay que buscar la “fuente” y contestar: “consulta antes de enviar”. A veces son noticias o imágenes antiguas o de otro país que no se corresponden con la realidad presente. Pero si por hartazgo lo compartimos ya hemos caído en la trampa de la desinformación o de la información tóxica.
Una manera de dañar es también la de propagar de forma masiva una información o un hecho sin aportar todos los datos o bien presentarlos de una manera sesgada. AMNISTÍA INTERNACIONAL (AI) se ha visto en una diana mediática insultante tras el comunicado de prensa del 4 de agosto, en el que se denunciaba que las fuerzas ucranianas habían puesto a la población civil en situaciones de riesgo, al establecer bases y operar sistemas de armas en zonas habitadas por civiles, con el objetivo de repeler la invasión rusa[4]. Este tipo de prácticas viola el derecho internacional humanitario[5]. Estar en una posición defensiva no exime a las fuerzas armadas ucranianas de respetar el derecho internacional humanitario. La denuncia de AI era el resultado de un trabajo de investigación riguroso llevado a cabo de abril a junio y que fue enviado al gobierno ucraniano, sin que hubiera respuesta por su parte.
El objetivo primordial de AI es siempre contribuir a la protección de la población civil, y esto no se ponía de manifiesto en las noticias que se difundían sobre el comunicado. Por desgracia, este objetivo implica, en muchas ocasiones, la puesta en evidencia de situaciones que no gustan en un momento determinado. “No es fácil abstraerse del clima y el contexto en una guerra, y mantener la independencia y la imparcialidad”[6] expone Esteban Beltrán, director de AI España. AI no es infalible porque está compuesta por personas, que no siempre aciertan en su manera de exponer los hechos, por mucho que los hechos sean tozudos, que la realidad sea tozuda. Siempre se aprende de los hechos, por lo cual AI seguro que sacará conclusiones que le permitirán hacer siempre mejor su trabajo.
Lo que queremos poner de manifiesto es que AI combina el rigor en la investigación de abusos a los derechos humanos, el diálogo y la presión a autoridades y otros actores, la movilización y la comunicación pública. Trabajamos por el derecho a la verdad, sin sesgos, sin distorsiones ni informaciones interesadas, denunciando la tecnología que atenta contra los derechos de las personas a no sufrir interferencias en sus comunicaciones y recibir una información veraz.
AI ha ofrecido que expertos independientes evalúen el informe y próximamente la junta directiva de AI dará a conocer las condiciones de la evaluación que seguramente contará con una opinión adicional de la sección de AI Ucrania[7].
Está más que claro que el gobierno ruso trata de utilizar la información para ocultar sus crímenes de guerra. Y que el comunicado ha sido utilizado para fines que nada tienen que ver con los derechos humanos. ¡Hasta se ha acusado a AI de contribuir a la propaganda del régimen ruso! Por ello no aceptamos los argumentos torticeros y tergiversados que han sido publicados y republicados en los últimos días. AI ha denunciado incansablemente la agresión de Rusia contra Ucrania con extensas documentaciones: crímenes de guerra, desapariciones, bloqueo de ayuda humanitaria … AI siempre aplica estándares uniformes a las partes enfrentadas en conflictos.
A través de su cuenta de Twitter, Agnès Callamard, secretaria general de AI, ha denunciado que «multitudes de trolls de las redes sociales ucranianas y rusas están atacando las investigaciones de Amnistía Internacional. Esto se llama propaganda de guerra, desinformación. Esto no mellará nuestra imparcialidad y no cambiará los hechos»[8]. En efecto, AI ha documentado incansablemente las agresiones de Rusia, los crímenes de guerra en Ucrania y ahora que AI denuncia que se han realizado tácticas que ponen en peligro a personas civiles se ataca a la organización alegando prejuicios contra Ucrania expone la secretaria general[9]. A las personas que lo hacen, Agnès Callamard responde: “revisen nuestro trabajo. Apoyamos a todas las víctimas. Imparcialmente.”[10]
¿Lo más adecuado no habría sido analizar los datos que proporciona AI para evitar perjuicios a la población civil y no “disparar al mensajero”?[11] ¿Trabajar para mejorar las prácticas del ejército?
Pero han sido muchos los medios que se han ensañado con AI distorsionando el informe riguroso de la organización. “Mantener el apoyo público a la lucha de Ucrania requiere una respuesta constructiva a las críticas de organizaciones de derechos humanos respetadas sin intentar amordazarlas o desacreditar sus resultados.”[12]
Es fundamental ser rigurosos en la transmisión de noticias (distorsionadas) porque
quien las lanza sabe que todos los días nos vamos a encontrar con algún bulo o alguna distorsión y que podemos caer en la trampa.
Uno de cada cinco ciudadanos españoles se encuentra con bulos y distorsiones informativas todos los días[13].
Y si caen en personas desinformadas o crédulas el veneno que se creó por intereses económicos, políticos, sociales o por el simple placer de dañar se propagará.
¿Cuántas “noticias” absurdas habremos leído en estos años sobre la COVID-19? “China es el país que mejor ha gestionado la pandemia”, “Con la excusa del virus las app usan datos para controlarnos”, “Las vacunas son solo un negocio para las farmacéuticas”…
¿Cuántas seguiremos leyendo sobre la inmigración? “Nos roban el trabajo”, “Se llevan todas las ayudas sociales”…
AI pone en evidencia la falsedad de gran cantidad de bulos y distorsiones de la mejor manera: aportando datos fidedignos y argumentando para frenar la confusión.
En el caso que hemos expuesto sobre Ucrania, lo que realmente importa es la verdad, esa verdad tozuda, la verdad del sufrimiento de la población civil ucraniana, que merece ser relatada y como “no somos perfectos, a veces seguro que podemos explicarnos mejor”[14].
Detengámonos en el objetivo primordial de los bulos y de las distorsiones.
Hay algunos bulos sencillamente absurdos e irresponsables. No son estos los que más preocupan a AI sino los que se basan en la manipulación, los que pretenden influir en el pensamiento y en las conductas. El pensamiento, la emoción y la conducta son tres aspectos relacionados, de manera que el cambio de uno produce una modificación en los otros, siendo el pensamiento el determinante decisivo de las emociones: nuestras percepciones y evaluaciones de los hechos externos son los que influyen directamente en la respuesta emocional.
Se lee una “información” sobre un hecho de actualidad, se interioriza (si no se filtra con referencias y datos), y dicha “información” produce una emoción que desencadena una conducta (en el caso que nos ocupa, la difusión de dicha “información”). A veces la irreflexión puede causar un daño que nunca se habría imaginado.
En resumidas cuentas: antes del filtrar, se presiona la tecla “compartir” y el mal está hecho. Las distorsiones cognitivas de las que, en cierta medida, nadie está a salvo, actúan en nuestro pensamiento de modo que nos empujan a deformar la realidad.
Los bulos de componente antisocial, los que tienen una intención destructiva, atentan contra los derechos humanos. Y AI está ahí para desmontarlos poniendo en evidencia datos para desmentirlos.
Es complejo acabar con esta lacra.
El control de contenidos es complejo pero las plataformas van intentando acordar el cumplimiento de un código de conducta contra la desinformación. El camino es largo pero la Unión Europea está aprobando una legislación para poder trabajar con el fin de que las plataformas sean responsables de sus contenidos[15].
Sin embargo, todos podemos contribuir para detectar y detener los bulos.
¿Cuál es el camino? Detenerse a pensar y aplicar la sensatez y la mirada crítica. Chequear la fuente (¿cuál es la URL? si no se puede detectar, hay que desconfiar) y manejar diferentes fuentes de información, verificar la autoría (¿quién habla?) y analizar el medio que difunde la noticia (en el caso de RRSS, ¿cuál es la cuenta?).
No cuesta tanto, los buscadores están ahí para ayudar. La era digital no es solo desinformación, pero hay que saber manejar la información con rigor. Hay que mirar más allá de los titulares sensacionalistas.
Naciones Unidas[16] lanzó una campaña[17] #PrometoPausar, consistente en un curso gratuito en línea[18] con el objetivo de discernir entre enunciados verdaderos y falsos para proteger a las personas vulnerables de los perjuicios que causa la desinformación. Se trata de lecciones enviadas por correo electrónico que ayudan a saber hacer una pausa antes de enviar una información.
Porque no todas las personas comparten información susceptible de ser dañina de forma malintencionada, en muchas ocasiones es por no saber distinguir entre la información legítima de fuentes fiables y las falsas.
Debemos darnos cuenta del daño que se hace a los derechos humanos con los bulos.
En este nuevo curso que empezaremos dentro de un par de semanas:
¡Ayúdanos!
Antes de compartir una noticia, detente, comprueba, filtra y analiza. Hay vidas detrás.
EQUIPO COMUNICACIÓN AMNISTÍA INTERNACIONAL COMUNIDAD VALENCIANA
A.Emma Sopeña Balordi
Responsable de redes y blog Amnistía Internacional Comunidad Valenciana
Imagen de karosieben en Pixabay
ENLACES
https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/blog/historia/articulo/10-bulos-covid19-derechos-humanos/
https://www.elmundo.es/opinion/columnistas/2022/08/10/62f2557bfc6c8336018b456d.html
https://elpais.com/opinion/2022-08-11/amnistia-internacional-y-la-propaganda-del-asesino.html
https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/temas/derechos-humanos/
https://www.ohchr.org/es/statements/2022/07/ukraine-high-commissioner-updates-human-rights-council
https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/campanas/conflicto-rusia-ucrania/
[1] https://blogs.es.amnesty.org/comunidad-valenciana/2019/10/15/bulos-falsas-noticias-haters-trolls-flamers-todo-vale/
[2] https://ethic.es/2020/05/la-psicologia-del-bulo/
[3] https://ethic.es/2021/07/los-bulos-el-envenenamiento-lento-y-constante/
[4] https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/noticias/noticia/articulo/ucrania-las-tacticas-de-combate-ucranianas-ponen-en-peligro-a-la-poblacion-civil/
[5] https://www.cruzroja.es/principal/web/cedih/el-dih
[6] https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/blog/historia/articulo/amnistia-internacional-y-ucrania-cuanto-importa-la-verdad/
[7] https://www.europapress.es/internacional/noticia-amnistia-propone-expertos-independentes-verificacion-informe-acusa-ucrania-arriesgar-vidas-civiles-20220813162928.html
[8] https://diario16.com/agnes-callamard-secretaria-general-de-amnistia-internacional-denuncia-ataques-y-presion-tras-la-publicacion-del-informe-sobre-las-tropas-ucranianas/
[9] https://twitter.com/AgnesCallamard/status/1555154327815192577
[10] https://twitter.com/AgnesCallamard/status/1555154327815192577
[11] Recuerda el mensaje de Amnistía, no dispares al mensajero – INFOTOTAL – Infototal
[12] Recuerda el mensaje de Amnistía, no dispares al mensajero – INFOTOTAL – Infototal
[13] https://ethic.es/2021/07/los-bulos-el-envenenamiento-lento-y-constante/
[14] https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/blog/historia/articulo/amnistia-internacional-y-ucrania-cuanto-importa-la-verdad/
[15] https://ethic.es/2021/07/los-bulos-el-envenenamiento-lento-y-constante/
[16] https://news.un.org/es/story/2021/11/1500492?utm_source=Noticias+ONU+-+Bolet%C3%ADn&utm_campaign=c8e0b8125d-EMAIL_CAMPAIGN_2021_11_27_01_00&utm_medium=email&utm_term=0_e7f6cb3d3c-c8e0b8125d-107521654
[17] https://shareverified.com/es/
[18] https://es.wikihow.com/Curso/C%C3%B3mo-Combatir-la-Informaci%C3%B3n-Err%C3%B3nea-en-L%C3%ADnea