AMNISTÍA INTERNACIONAL: POR DÓNDE HEMOS IDO EN 2022/23

2 abril, 2023 por Amnistia Internacional Comunidad Valenciana

Derechos humanos

AMNISTÍA INTERNACIONAL (AI) con su independencia de todo gobierno, ideología política, interés económico y credo religioso, actúa con solidaridad hacia todas las personas en todo el mundo con el fin de que se respeten los derechos humanos (DDHH). Con imparcialidad informa cada año de los países a los que ha realizado un seguimiento. El 10 […]

AMNISTÍA INTERNACIONAL (AI) con su independencia de todo gobierno, ideología política, interés económico y credo religioso, actúa con solidaridad hacia todas las personas en todo el mundo con el fin de que se respeten los derechos humanos (DDHH).

Con imparcialidad informa cada año de los países a los que ha realizado un seguimiento.

El 10 de diciembre de 1948, en el Palacio de Chaillot de París, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó y proclamó la Declaración Universal de los Derechos Humanos[1].

Setenta y cinco años después, en el mismo emblemático lugar, Agnès Callamard, Secretaria General de AI, afirma que los DDHH siguen teniendo problemas, y lo hace en ocasión de la presentación del Informe 2022/23, señalando los límites del multilateralismo y el trato diferenciado que Occidente da a las violaciones de DDHH en todo el mundo.

La invasión de Ucrania por Rusia ha desencadenado crímenes de guerra atroces, que AI ha denunciado, así como la crisis energética y alimentaria mundial que ha provocado.

Lamentablemente, se reacciona con contundencia contra el Kremlin olvidando las violaciones de DDHH en los restantes países donde los conflictos causan estragos.

La actualidad y el egoísmo mandan y, si no fuera por los perjuicios que esta guerra provoca en Occidente, nos habríamos olvidado ya de ella.

Los dobles estándares de la comunidad internacional son evidentes. «Si el sistema hubiera hecho rendir cuentas a Rusia por sus crímenes documentados en Chechenia y Siria, miles de vidas podrían haberse salvado entonces y ahora, en Ucrania y otros lugares”, afirma Callamand[2]. Abrimos de par en par las fronteras para recibir a las personas refugiadas ucranianas paro las cerramos para quienes huyen de Siria, Afganistán y Libia.

Sí que nos echamos las manos a la cabeza – en un primer momento solamente cuando son noticia en los telediarios – por la represión de las mujeres en Afganistán e Irán, pero olvidamos a las reprimidas en Pakistán e India.

La política del doble rasero es la que está en auge, aunque tal vez siempre lo estuvo. Occidente no puede empeñarse en defender los derechos humanos en un sitio y olvidarlos en otros. “La respuesta de Occidente a la invasión rusa de Ucrania puso también en evidencia su propio doble rasero y su respuesta inconsecuente a tantas otras violaciones de la Carta de la ONU, reforzando así la inestabilidad y la impunidad”[3]. ¿Puede servir la invasión de Ucrania para comprender que si no se defienden los derechos humanos, TODOS los derechos humanos, de TODAS las personas en TODO EL MUNDO, no se pueden defender los VALORES UNIVERSALES y los SISTEMAS MULTILATERALES ideados para defenderlos?

“Si quiere ganar esta guerra, el mundo occidental no puede consentir en la práctica una agresión similar en otros países solamente porque sus intereses estén en juego”[4].

Por desgracia, el apoyo que Occidente brinda a los DDHH es no solo selectivo sino interesado y por ello se debilitan a la carrera.

Los conflictos no dan tregua:

La guerra de Etiopía se recrudeció en 2022, cobrándose cientos de miles de víctimas, lo que la convertía en uno de los conflictos más letales de la historia reciente.

El año 2022 fue el más mortífero para la población palestina de Cisjordania en un decenio.

Las fuerzas armadas de Myanmar se ensañaron con la población civil karen y karenni del país ocasionando cientos de muertes y el desplazamiento de al menos 150.000 personas.

También las poblaciones de Haití, Malí, Venezuela, Yemen sufrieron conflictos.

En Israel y los Territorios Palestinos Ocupados, el sistema de apartheid se vio consolidado en 2022.

En Brasil, Canadá, Suecia, Tanzania y Vietnam se vulneraron los derechos de los pueblos indígenas, al no protegerlos los Estados frente a las expropiaciones de sus tierras llevadas a cabo por empresas o poderes públicos.

En Afganistán, los talibanes impusieron restricciones draconianas que negaban a las mujeres y las niñas el derecho a la educación, al trabajo y a la autonomía.

En Irán, la “policía de la moral” asesinó a Mahsa Amini por llevar mal colocado el hiyab, lo que desencadenó protestas en las que resultaron heridas, detenidas o muertas más mujeres y niñas en todo el país.

En Rusia se denunciaron judicialmente y clausuraron medios de comunicación por haber mencionado la guerra de Ucrania.

Periodistas en Afganistán, Etiopía, Myanmar, Rusia… fueron encarcelados por poner en evidencia lo que ocurría en sus países.

…

Tantas y tantas crueldades impunes, tantos asaltos a los DDHH dejan claro que sin un orden internacional basado en unas normas aplicadas de manera efectiva y coherente no habrá justicia universal.

Celebramos el 75 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, “un documento que surgió de las cenizas de una guerra mundial. No esperemos a que el mundo arda de nuevo para vivir realmente de acuerdo con los principios y libertades que tantos millones de vidas costaron”[5].

Las dificultades afectan desproporcionadamente a los grupos de población más marginados con el consiguiente aumento de la desigualdad

AI considera vital la reforma y el fortalecimiento de las instituciones internacionales, en especial del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Este debe adaptarse para dar voz a los países que son ignorados, sobre todo el sur global.

ENLACE al video de Esteban Beltrán

Director de Amnistía Internacional España