En un mundo globalizado es necesario analizar en su conjunto qué es lo que está sucediendo con el cambio climático y cómo afrontar de forma global los retos de frenarlo. En primer lugar, ¿qué es el cambio climático y cómo afecta a los seres humanos? Prolongadas sequías, tormentas devastadoras, temperaturas abrasadoras, inundaciones terribles… la devastación […]
En un mundo globalizado es necesario analizar en su conjunto qué es lo que está sucediendo con el cambio climático y cómo afrontar de forma global los retos de frenarlo.
En primer lugar, ¿qué es el cambio climático y cómo afecta a los seres humanos? Prolongadas sequías, tormentas devastadoras, temperaturas abrasadoras, inundaciones terribles… la devastación que el cambio climático está causando indica que hemos llegado a un punto peligroso. “Lo que convierte al cambio climático en una cuestión de derechos humanos urgente son sus consecuencias devastadoras para la humanidad”, pero como decimos en Amnistía Internacional, “actuar en gran escala es una necesidad acuciante, pero la urgencia no puede servir de excusa para cometer violaciones de derechos humanos”[1].
En este entorno global surge el concepto de “Justicia climática”, pero ¿qué es la justicia climática?
“Justicia climática es una expresión empleada por las organizaciones de la sociedad civil y los movimientos sociales para poner de relieve las implicaciones de la crisis climática para la justicia y la necesidad de diseñar respuestas de política justas[2]”, dice Amnistía Internacional.
El concepto se refiere pues a la responsabilidad que deben asumir los países del primer mundo para paliar los efectos del cambio climático, porque estos no se dan de manera uniforme en todas las partes del mundo, siendo los países menos desarrollados los que más lo sufren, cuando los países del primer mundo son los que lo han estado provocando desde hace tiempo[3].
En el informe de la Agencia Internacional de la Energía[4], las emisiones globales relacionadas con la producción de energía crecieron un 0,9 % en 2022 y los principales emisores fueron Norteamérica y Asia (excluyendo China).
En el transporte (especialmente el transporte aéreo) las mayores emisiones se produjeron en los países más desarrollados. Frente a climatologías extremas, la climatización incrementó las emisiones de CO2 en 60 Mt (megatones). A pesar del desarrollo de energías renovables, el sector de la producción eléctrica ha tenido el mayor crecimiento sectorial en 2022[5].
Además de estas diferencias, el abismo es aún mayor cuando tenemos en cuenta que gran parte del CO2 que se atribuye a países de bajos ingresos se produce por la demanda de consumo de países de renta alta. Como sabemos, la riqueza de los países del primer mundo se forjó, en gran medida, como resultado de la colonización con la explotación de los recursos de África, América del Sur y Asia. Incluso ya liberados del yugo occidental, esos países continúan produciendo bienes (y contaminando) para aquellos que los colonizaron. Estos países no cuentan con los recursos adecuados para hacer frente a la crisis. Por ello no es justo exigir que todos los países se descarbonicen al mismo ritmo.
En noviembre de 2022, se celebró la 27 Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas (COP27) sobre el Cambio Climático en Sharm el-Sheikh (Egipto)[6]. En esta conferencia tuvieron voz los pueblos indígenas, las comunidades locales, sociedad civil incluidos jóvenes y niños (a través del primer foro del Clima dirigido por jóvenes y el primer pabellón para infancia y juventud), que expusieron cómo van afrontando el cambio climático y cómo afecta a sus vidas[7].
En 2022 se produjeron casi al mismo tiempo varias catástrofes climáticas en países en desarrollo: Graves inundaciones en Paquistán, con decenas de miles de personas muertas o heridas, 13.000 kms de carreteras destruidas, dos millones de casas, entre otros desastres. Inundaciones en Nigeria, huracanes en el Pacífico y el Caribe, la sequía en el Cuerno de África.
Todos estos desastres fueron clave para desarrollar el concepto de “justicia climática”, en un entorno en el que quienes menos han contribuido al calentamiento global son los que más lo están sufriendo, estos países necesitan de apoyo y financiación para remediarlo por parte de los países más responsables de este cambio climático[8].
Una de las decisiones tomadas en la citada Conferencia fue la de crear un fondo para ayudar a los países en desarrollo a hacer frente a las pérdidas y daños resultantes de los desastres causados por el cambio climático. También acordaron poner en marcha la Red de Santiago para pérdidas y daños, con el fin de canalizar la asistencia técnica a los países en desarrollo que son especialmente vulnerables a los efectos adversos del cambio climático.
El Plan de implementación de Sharm el Sheij fija en 4 a 6 billones de dólares al año la inversión requerida para transformar las economías mundiales y disminuir las emisiones de carbono. No obstante, el objetivo que se estableció para 2020, no se ha cumplido. Al menos el G7 y los V20 (los 20 vulnerables) lanzaron el Escudo Global contra los Riesgos Climáticos con compromisos de más de 200 millones de dólares como financiación inicial.
Aunque en esta conferencia no se determinan responsabilidades jurídicas sobre quienes han contribuido más al cambio climático, en marzo de este año la ONU adoptó una resolución que solicita a la Corte Penal Internacional aclarar las “obligaciones” de los estados en la protección del sistema climático. Esto se hizo a iniciativa del gobierno de Vanuatu en 2021, tras una campaña promovida por estudiantes de la universidad de Fiji, para salvar sus islas, amenazadas de desaparecer por el aumento del nivel del mar. Esta resolución pone el énfasis en los derechos humanos y la igualdad entre generaciones en cuestión del cambio climático, se aprobó por consenso, pero tras la votación, Estados Unidos manifestó su desacuerdo con la iniciativa y logró introducir una cláusula para no obligarse o ser obligado a responder por sus responsabilidades o compensaciones[9].
Como resumen, lo fundamental en esta conferencia (COP27), además de establecer el concepto de Justicia Climática, es la creación del fondo de Pérdidas y Daños para paliar las pérdidas y daños sufridos especialmente por países en desarrollo.
Desafortunadamente los compromisos no llegan a cumplirse y los cambios se producen con demasiada lentitud. El cambio climático necesita de la intervención en tres puntos fundamentales: la reducción de emisiones, la adaptación al cambio climático y el pago de pérdidas y daños que ya está produciendo[10].
“La crisis climática no respeta las fronteras y nuestras leyes y políticas deben reflejar esta realidad. Para garantizar la justicia para las personas más afectadas por las olas de calor, la sequía y los incendios forestales, hay que exigir a los Estados que aborden el cambio climático y su impacto tanto dentro como fuera de su territorio”[11].
Es imperativo abordar los desequilibrios e injusticias “comenzando por centrar la acción por el clima en las perspectivas, conocimientos y necesidades de los grupos y comunidades más afectados por la crisis climática.[12]”
Imagen de Manfred Reinert en Pixabay
EQUIPO COMUNICACIÓN AMNISTÍA INTERNACIONAL COMUNIDAD VALENCIANA
Maite Redondo Jiménez
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[1] https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/temas/cambio-climatico/
[2] https://www.amnesty.org/es/what-we-do/climate-change/#:~:text=Los%20enfoques%20basados%20en%20la,y%20dentro%20de%20cada%20pa%C3%ADs.
[3] https://www.globalwitness.org/es/blog-es/what-climate-justice-es/
[4] https://www.iea.org/reports/world-energy-outlook-2022?language=es
[5] https://www.iea.org/reports/co2-emissions-in-2022
[6]https://unfccc.int/es/cop27#:~:text=En%20la%20COP27%2C%20los%20pa%C3%ADses,en%20Sharm%20el%20Sheij%2C%20Egipto.
[7] https://www.un.org/es/cr%C3%B3nica-onu/el-fondo-para-p%C3%A9rdidas-y-da%C3%B1os-un-paso-hacia-la-justicia-clim%C3%A1tica
[9] https://www.france24.com/es/minuto-a-minuto/20230329-la-onu-adopta-una-resoluci%C3%B3n-hist%C3%B3rica-para-la-justicia-clim%C3%A1tica
[10]https://es.greenpeace.org/es/noticias/un-paso-hacia-la-justicia-climatica/
[11] https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/noticias/noticia/articulo/europa-la-justicia-climatica-no-debe-detenerse-en-las-fronteras/
[12] https://www.amnesty.org/es/what-we-do/climate-change/#:~:text=Los%20enfoques%20basados%20en%20la,y%20dentro%20de%20cada%20pa%C3%ADs.
