Se acaba de celebrar la primera vista del juicio contra Nilufar Hamedi, la periodista que junto a Elahe Mohammadi (también procesada) cubrieron el caso de Mahsa Amini, la iraní que falleció bajo custodia policial, arrestada en Irán por no llevar bien colocado el velo islámico. Las dos serán juzgadas sin las mínimas garantías procesales. Desde […]
Se acaba de celebrar la primera vista del juicio contra Nilufar Hamedi, la periodista que junto a Elahe Mohammadi (también procesada) cubrieron el caso de Mahsa Amini, la iraní que falleció bajo custodia policial, arrestada en Irán por no llevar bien colocado el velo islámico.
Las dos serán juzgadas sin las mínimas garantías procesales.
Desde septiembre, cuando fueron arrestadas, han pasado la mayor parte de su detención en confinamiento solitario, y no han podido reunirse con sus abogados hasta uno o dos días antes del comienzo de los juicios y a éstos no se les permite presenciar el juicio[1].
La muerte de Mahsa Amini desató una gran movilización en todo Irán, que ha sido y está siendo reprimida duramente. En las protestas han muerto más de 520 personas (unas 7 han sido ahorcadas por haber sido condenadas a muerte) y más de 20.000 han sido detenidas. Casi 100 periodistas y fotógrafos fueron detenidos por cubrir las movilizaciones en Irán[2].
Pero estos hechos no solo ocurren en Irán; en Rusia, desde que Putin llegó al poder, se han estado limitando y reprimiendo cada vez más los derechos a la libertad de expresión, dificultando e impidiendo a los periodistas cubrir cualquier tipo de manifestación que se produzca. Natalia Prilutskaya, investigadora de Amnistía Internacional sobre Rusia afirma: “Se puede ver que las autoridades rusas están decididas no sólo a evitar a toda costa y sancionar duramente cualquier protesta, aunque sea pacífica, sino también a minimizar cualquier conciencia ciudadana sobre ellas”[3].
Amnistía Internacional nos facilita los datos que en este año ha recogido Reporteros sin Fronteras: 24 periodistas y colaboradores han sido asesinados por su trabajo y 362 están en la cárcel a fecha de 3 de mayo. Los países más represivos son: Corea del Norte, Eritrea, Irán, Turkmenistán, Birmania y China[4].
No se quedan atrás Ucrania, Rusia, Afganistán y los países de Centro y Sudamérica como México, Brasil o El Salvador. Erika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional afirmaba en 2022: “Nuestra región sigue siendo la más peligrosa para la defensa de los derechos humanos y el periodismo independiente, porque las personas defensoras y periodistas amenazan los intereses políticos y económicos de unos cuantos, mientras que los estados se mantienen indolentes y negligentes ante la violencia que enfrentan”[5].
Respecto a las redes sociales, los Gobiernos intentan controlar el acceso a la información digital limitando o impidiendo el acceso a ésta. En Amnistía Internacional se trabaja sin cesar en buscar nuevas formas de evitar el bloqueo de nuestro sitio web en China[6].
El año pasado fueron asesinados 57 periodistas en el mundo, 65 están secuestrados y 49 desaparecidos, además de 533 encarcelados. Este es el balance que Reporteros sin Fronteras realiza sobre el año 2022[7].
La Organización de Estados Americanos acordó unas obligaciones de los Estados para con los periodistas con el fin de “prevenir, proteger y procurar justicia”.
Prevenir creando un discurso público que condene cualquier agresión a periodistas, instruyendo a las fuerzas de seguridad para que respeten su trabajo y sancionando penalmente la violencia contra periodistas y trabajadores de los medios de comunicación.
Proteger a los periodistas cuya vida o integridad física estén en peligro mediante programas especiales de protección, programas que han implementado Colombia, México y Honduras.
Procurar justicia para juzgar y sancionar a los autores de los delitos contra comunicadores, tanto los autores materiales como los intelectuales, colaboradores y encubridores.
Para la Organización de Estados Americanos también los medios de comunicación deben proveer el apoyo apropiado a las y los periodistas[8].
El Parlamento Europeo publicó una resolución sobre el fortalecimiento de la libertad y el pluralismo de los medios de comunicación en la Unión Europea y pidió “nuevas normas para proteger a los periodistas de ser silenciados”. Incluso reconoce que el entorno digital ejerce un poder negativo a través de los movimientos de desinformación, y pide que se preste mayor apoyo a los medios de comunicación independientes, los verificadores de datos y los investigadores[9].
Así mismo la UNESCO está trabajando para que el derecho a la libertad de prensa sea real y efectivo. En su trabajo pone en el punto de mira en la violencia, la persecución judicial, las informaciones falsas y la censura ejercidas contra los profesionales de los medios de información y comunicación y especialmente contra las periodistas.
Según una encuesta de la UNESCO sobre la violencia en línea contra las periodistas, el 73% de las interrogadas declararon haber sido amenazadas, intimidadas e insultadas a causa de su labor profesional[10].
Las amenazas en línea pueden degenerar en agresiones físicas o llegar incluso al asesinato, como se pudo comprobar en 2017 con la periodista maltesa Dafne Caruana, que perdió la vida en un atentado tras el hostigamiento sufrido en las redes. También tenía pendientes 48 procesos judiciales por difamación, por lo que también se demanda formación profesional para los jueces y los fiscales en la defensa de la libertad de prensa. El caso de Dafne no es el único. La periodista filipina María Ressa (Premio Nobel de la paz y Premio a la Libertad de Prensa UNESCO) tuvo que afrontar numerosas demandas judiciales por difamación hasta que en 2020 fue declarada culpable de “ciberdifamación” por los tribunales de su país[11].
Pese a todas las recomendaciones y advertencias que los organismos territoriales y mundiales nos hacen, la realidad es que la libertad de prensa y sus garantías no se implementan adecuadamente. Tenemos el ejemplo del caso Assange, quien lleva 10 años encerrado y encarcelado esperando su extradición a Estados Unidos. Su delito: revelar documentos, que fueron verificados por medios de comunicación de prestigio internacional (The New York Times, Le Monde, Der Spiegel o El País) y que desvelaban posibles crímenes por parte de Estados Unidos.
Esto, además del castigo a Assange, es un aviso para el resto de la prensa mundial.
«El primer mensajero que dio la noticia sobre la llegada de Lúculo estuvo tan lejos de complacer a Tigranes que éste le cortó la cabeza por sus sufrimientos; y sin ningún hombre atreverse a llevar más información, y sin ninguna inteligencia del todo, Tigranes se sentó mientras la guerra crecía a su alrededor, dando oído sólo a aquellos que lo halagaran…» Vidas paralelas (Plutarco)
Imagen de Thomas Wolter en Pixabay
Más información:
https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/espana/libertad-de-expresion
https://www.ohchr.org/es/safety-of-journalists
ÁREA DE COMUNICACIÓN AMNISTÍA INTERNACIONAL COMUNIDAD VALENCIANA
Maite Redondo Jiménez
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Amnistía Internacional Valencia
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[1] https://www.huffingtonpost.es/global/publico-abogado-silenciado-asi-juzga-periodista-revelo-caso-amini-anbr.html
[2] https://www.elmundo.es/internacional/2023/05/30/6475e4c6e4d4d8e75b8b45b3.html
[3] https://www.amnesty.org/es/latest/news/2022/11/russia-journalists-and-independent-monitors-being-silenced-to-stifle-reporting-of-protests-new-report/
[4] https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/blog/historia/articulo/libertad-de-prensa-principales-amenazas/
[5] https://www.amnesty.org/es/latest/news/2022/02/americas-alert-killings-human-rights-defenders-journalists/
[6] https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/temas/libertad-de-expresion/
[7] https://www.rsf-es.org/informes-balance-anual-2022-nuevo-record-de-periodistas-encarcelados-en-el-mundo/
[8] https://www.oas.org/es/cidh/expresion/pedagogicos/violencia-periodistas.asp
[9] https://www.europarl.europa.eu/news/es/headlines/society/20220513STO29508/libertad-de-prensa-el-parlamento-europeo-apoya-a-los-periodistas
[10] https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000375136_spa
[11] https://www.unesco.org/es/threats-freedom-press-violence-disinformation-censorship
