NINGÚN SER HUMANO ES ILEGAL. LAS TERTULIAS LITERARIAS DE AMNISTÍA INTERNACIONAL VALENCIA

1 julio, 2024 por Amnistia Internacional Comunidad Valenciana

Derechos humanos

Terminamos la XIV edición de los Martes Negros 2024 de Amnistía Internacional (AI) en Valencia. Son ya 14 años hablando de derechos humanos en torno a un libro con la compañía de los autores (como en el caso de Davide Enia y Helena Maleno) o de especialistas en la materia. Y gracias al Sporting Club […]

Terminamos la XIV edición de los Martes Negros 2024 de Amnistía Internacional (AI) en Valencia.

Son ya 14 años hablando de derechos humanos en torno a un libro con la compañía de los autores (como en el caso de Davide Enia y Helena Maleno) o de especialistas en la materia. Y gracias al Sporting Club Valencia que nos acoge cada año de enero a junio inclusives.

En esta edición hemos leído y comentado:

Emigrantes, Shaun Tang

Una altra vida encara, Theodor Kallifatides

Contra el viento, Ángeles Caso

Apuntes para un naufragio, Davide Enia

Mujer de frontera, Helena Maleno

Cap altre amic que les muntanyes, Behrouz Boochani

La edición XIV ha estado dedicada a los problemas de la emigración.

El lema ha sido “Ningún ser humano es ilegal”.

Un problema que preocupa en gran manera a AI porque la mayor parte de la población mundial ha vivido la experiencia de marcharse del lugar donde crecieron, debiendo tomar la decisión más difícil de su vida: abandonar su entorno en busca de una vida mejor y más segura, para tratar de reconstruir su vida por el hambre, el miedo y las violaciones de derechos humanos, millones de personas huyendo de conflictos armados o por no poder decir lo que piensan o por su etnia, su religión, su sexualidad o sus opiniones políticas.

Largos viajes peligrosos y carísimos, en muchas ocasiones siendo víctimas de trata y de múltiples formas de explotación para con mala suerte ser detenidos al llegar al país de destino o de tránsito.

En estas tertulias hemos aprendido a distinguir entre personas refugiadas, solicitantes de asilo y migrantes. Entre las personas que han tenido que huir de su propio país porque allí corren peligro de sufrir violaciones graves de derechos humanos y persecución. O las personas que, aunque no huyan de persecución necesitan trabajar, estudiar o reunirse con su familia, que han abandonado su país debido a la pobreza, la inestabilidad política, la violencia, los desastres naturales u otras circunstancias graves existentes allí. Estas personas también necesitan protección y los gobiernos deben protegerlas a todas de la violencia racista y xenófoba, de la explotación y del y nunca deben ser detenidas ni obligadas a volver a su país sin una razón legítima.

¿Cuál es la postura de AI sobre las personas migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo?[1]

La Organización trabaja para que los gobiernos asuman su responsabilidad compartida de proteger los derechos de las personas refugiadas, solicitantes de asilo y migrantes condenando todas las políticas y prácticas que menoscaben los derechos de las personas en movimiento. El auténtico problema son las causas que empujan a esas personas a cruzar fronteras y las formas miopes y poco realistas en que responden los políticos a ellas dejándolas en una situación incierta o recluidas en centros de detención.

“Refugiado”, “migrante” y “solicitante de asilo” son términos que no reflejan la identidad de las mujeres, niños y niñas y hombres que han dejado atrás su país por necesidad. No se puede conocer a nadie sólo a través de su condición jurídica.

En los últimos años el mundo está viviendo una creciente crisis de personas que necesitan abrirse camino en otro lugar, personas en desplazamientos forzosos, “guerras que se perpetúan, nuevos conflictos auspiciados por la escasez de materias primas, sequías agravadas por la crisis climática, países asfixiados por la deuda. Cualquier política migratoria debe, en primer lugar, afrontar las causas de los desplazamientos forzados”[2]. Y en España están haciendo frente a expulsiones en caliente sin tener acceso a los procedimientos debidos y sin que puedan impugnar ese acto a través de un recurso judicial efectivo porque las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado las expulsan sin la debida protección ni garantías por lo que no tienen la oportunidad de explicar sus circunstancias, solicitar asilo o apelar la expulsión. Expulsiones colectivas contrarias al derecho internacional, puesto que pueden incluir uso excesivo de la fuerza u otras violaciones de derechos humanos[3].

Causa horror recordar la tragedia de la valla de Melilla de hace dos años porque ni España ni Marruecos han realizado una investigación adecuada de lo ocurrido, la impunidad y el oscurantismo se han perpetuado, las víctimas y sus familias están desamparadas, y las fronteras de Melilla y Ceuta se mantienen blindada. AI Valencia se lanzó a la calle el domingo 23 de junio exigiendo #JusticiaMasacreMelilla.

El 24 de junio de 2022 alrededor 2.000 personas, en su mayoría de origen sudanés, trataron de cruzar la frontera entre España y Marruecos por el puesto fronterizo de Barrio Chino. Tras la intervención de las fuerzas policiales a ambos lados de la frontera al menos 37 personas fallecieron y el número de desaparecidas sería al menos 76[4].

Nuestra intención con las obras que hemos analizado ha sido reflejar múltiples formas de la desesperación de las personas buscando una solución a sus vidas.

Agradecemos a las personas que han colaborado en esta edición de Martes Negros así como a las que nos han acompañado con su presencia y sus comentarios.

Les esperamos en enero 2025 en la XV edición de los Martes Negros.

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