8 M. Ellas son la revolución
Las calles de Extremadura se han llenado este 8M de color morado para reivindicar un año más la igualdad entre mujeres y hombres. Desde Badajoz, Cáceres, Mérida, Plasencia o Zafra, Amnistía Internacional Extremadura ha sumado su voz a la de las organizaciones feministas para reclamar libertad, derechos, equidad laboral y expresar que las “mujeres somos […]
Las calles de Extremadura se han llenado este 8M de color morado para reivindicar un año más la igualdad entre mujeres y hombres. Desde Badajoz, Cáceres, Mérida, Plasencia o Zafra, Amnistía Internacional Extremadura ha sumado su voz a la de las organizaciones feministas para reclamar libertad, derechos, equidad laboral y expresar que las “mujeres somos poderosas”.
Amnistía Internacional Extremadura ha participado en las manifestaciones del 8 de marzo con el lema #EllasSonLaRevolución, para que no nos olvidemos de las mujeres y niñas en Afganistán; recordando cómo en este país se siguen recortando drásticamente sus derechos. Porque, aunque ya no estén en los focos, su situación no solo no ha mejorado, sino que cada día empeora con nuevas restricciones y medidas discriminatorias que imponen los talibanes.
Pero además de Afganistán, hemos querido recordar otros lugares en los que los derechos de las mujeres están en riesgo o se están limitando:
En Irán, donde la “policía de la moral” sigue vigilando que la legislación discriminatoria que, entre otras cosas, obliga al uso del velo, se siga cumpliendo, a raíz de las manifestaciones que siguieron a la muerte de la joven Mahsa Amini, el 13 de septiembre de 2022.
En Colombia, Amnistía Internacional ha documentado casos de violencia sexual y otro tipo de violencia de género por parte de las fuerzas de seguridad.
En Yemen, país que lleva muchos años de conflictos continuados, la tutela masculina sigue siendo un instrumento de control social sobre la vida y las libertades de las mujeres, que lleva a situaciones tan límite como que se mantenga encarceladas a mujeres que han cumplido su condena si ningún tutor masculino se responsabiliza de ellas o si sus familiares se niegan a recibirlas.
En Estados Unidos, donde se ha dado un grave paso hacia atrás en cuanto al disfrute de los derechos de las mujeres, al poner fin a la protección del derecho al aborto que regía en todo el país y abrir la puerta a la prohibición de dicho derecho, dejando la decisión de si se sigue o no adelante con un embarazo en manos de los estados, y no de la mujer o la persona embarazada.
Mientras tantas luces rojas sigan encendidas en diferentes países tendremos que estar alerta y seguir luchando para proteger los derechos de las mujeres.