CUBA NO AGUANTA MÁS
CUBA NO AGUANTA MÁS Lo último que le faltaba a Cuba tras décadas de crisis económica, pero también social y política, era la pandemia con el consiguiente desabastecimiento de alimentos y productos básicos. El 15 de septiembre nos preguntábamos en este mismo blog, ¿qué fue de las protestas de julio en Cuba?[1] Porque las noticias […]
CUBA NO AGUANTA MÁS
Lo último que le faltaba a Cuba tras décadas de crisis económica, pero también social y política, era la pandemia con el consiguiente desabastecimiento de alimentos y productos básicos.
El 15 de septiembre nos preguntábamos en este mismo blog, ¿qué fue de las protestas de julio en Cuba?[1] Porque las noticias se difuminaron, como suele ocurrir en la prensa con los temas de actualidad. Hablamos de la represión, del despliegue militar, de la cultura del miedo, de la maquinaria de control … nos preguntábamos sin volverían en octubre.
En efecto, en julio pasado, la oposición cubana convocó manifestaciones y concentraciones que levantaron gran polémica y fueron reprimidas por la policía y las calles fueron militarizadas. Por si fuera poco se produjo un apagón de dos días que dejó a la isla incomunicada. Cientos de personas detenidas y desaparecidas. La consigna “Patria y vida” – en oposición a la frase de Castro “Patria o muerte”- no pudo pronunciarse con toda la intensidad que los manifestantes habrían querido, con los posteriores juicios sumarios exprés, sin abogados defensores, para poner de manifiesto que las calles no son para ocuparlas con manifestaciones.
Desde el 5 de agosto de 1994, el Maleconazo, reprimido inmediatamente, no se había producido un movimiento de opositores de tal envergadura.
En julio se pensó que era un momento crucial sin precedentes.
Sin precedentes lo fue, pero crucial no. Díaz-Canel exaltó a los miembros del partido contra los manifestantes. Como expresa la directora de Amnistía Internacional para las Américas, “la retórica inflamatoria de ‘guerra’ y la confrontación del presidente Miguel Díaz-Canel genera un ambiente violento en contra de quienes reclaman rendición de cuentas y el libre ejercicio de sus derechos humanos.”[2] No puede repetirse la orden de combate “ejemplarizante” del presidente “a la calle los revolucionarios”.No se puede criminalizar el derecho a manifestarse enfrentando a los cubanos entre ellos.
Según el grupo Cubalex[3], al menos 1.175 cubanos fueron arrestados tras la manifestación.
Y llegó el 15N, que ha sido reprimido.
De nuevo. El gobierno negó el permiso aduciendo que estaba financiado por Estados Unidos y basándose en la presunción del delito de querer cambiar el sistema socialista cubano que es “irrevocable” según el artículo 4 de la Constitución.
La represión antimanifestación había empezado unos días antes. Los opositores fueron rodeados en sus casas por la policía para impedirles acudir a la manifestación, la Marcha Cívica por el Cambio. El gobierno cuenta con el poder para sofocar la disidencia, que hace imposible el ejercicio de la libertad de expresión. A no ser que se produzca una masacre. La Marcha estaba condenada al fracaso. Todavía quedan cientos de personas detenidas por las protestas de julio. Díaz-Canel defiende el veto a manifestarse por considerarlo una “provocación contrarrevolucionaria” ante la frustración por el fracaso de la manifestación de julio, y la búsqueda de un incidente que desemboque en el estallido social que propicie la anhelada intervención militar[4].
En la actualidad el desabastecimiento es terrible.
Cientos de personas guardan cola con “tiquetes” (números para entrar) antes del amanecer para entrar en un supermercado y comprar productos básicos. Están acostumbrados, pero las restricciones por la pandemia han acentuado más el desabastecimiento. Se llegó a pedir a la población que cultivara más alimentos para consumo propio.
Cabe destacar que el artista grafitero Yulier P. pintó una imagen de alguien comiendo sus propios huesos en las calles de La Habana. A propósito de la libertad de expresión, Yulier dijo: “No estoy de acuerdo con lo que dijo Ernesto Guevara, ‘hace falta gente que trabaje más y que critique menos´. La crítica es una herramienta de construcción y en Cuba lo único que puede expresar un artista es hambre, miedo, desesperación”[5].
Tanto y tantos artistas silenciados.
El dramaturgo cubano Yúnior García Aguilera, líder del grupo cívico Archipiélago, ha venido a Madrid. Había estado encerrado en su casa, bloqueado por agentes estatales y con banderas cubanas tapando su edificio e impidiéndole la vista del exterior. Está claro que la represión afecta en gran manera al mundo artístico cubano. El Movimiento San Isidro, formado por un grupo de artistas e intelectuales contra la censura, es presa de constantes allanamientos policiales y se les impide cualquier manifestación, a pesar de que solicitan el permiso contemplado en la Constitución.
Los jóvenes están asfixiados por un poder octogenario, reclaman libertad de expresión y respeto a los derechos humanos.
Reniegan de las colas para comprar alimentos básicos, reniegan de la huida en balsas para atravesar el estrecho de Florida y como no tienen nada que perder “hay todo que ganar” dice Payá, hija del activista cubano Oswaldo Payá, que lideró el Movimiento de Liberación Cristiano[6].
Se carece de todo y esta carencia prevalece sobre un discurso desgastado que no cala ya en las mentes jóvenes. Cuba está en precario y la gente necesita alimentarse, tener productos básicos, ser atendida y tener libertad.
El gobierno cubano debe permitir ese derecho a la libertad de expresión y manifestación, atender las demandas sociales, solucionar el colapso del sistema de salud y el desabastecimiento.
FIRMA
[1] https://blogs.es.amnesty.org/comunidad-valenciana/2021/09/15/que-fue-de-las-protestas-en-cuba/
[2] Erika Guevara Rosas. https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/noticias/noticia/articulo/cuba-las-protestas-masivas-son-un-grito-desesperado-a-un-gobierno-que-no-escucha/
[3] https://cubalex.org/quienes-somos-2/
Asociación sin fines de lucro que, a través de la ley nacional e internacional, defiende y promueve los derechos humanos como forma de transformación social para alcanzar el restablecimiento de la democracia y el Estado de Derecho en Cuba.
[4] https://www.elperiodico.com/es/internacional/20211115/tension-cuba-gran-movilizacion-opositora-12851494
[5] https://gatopardo.com/opinion/yulier-p-el-grafitero-que-pinta-la-desesperacion-de-los-cubanos/
[6] https://cnnespanol.cnn.com/2021/11/11/protestas-cuba-15n-jovenes-generacion-cambio-comunista-orix/