LLEGÓ EL FUEGO AL INFIERNO: CAMPAMENTO DE MORIA (LESBOS)
LLEGÓ EL FUEGO AL INFIERNO: CAMPAMENTO DE MORIA (LESBOS) El campo de refugiados de Moria, el mayor de la isla griega de Lesbos, que ha llegado a albergar a casi 20.000 personas, ha ardido. Parece ser que en el momento del incendio había unas 13.000 personas. Entre 2015 y 2016 llegaron a Grecia más de […]
LLEGÓ EL FUEGO AL INFIERNO: CAMPAMENTO DE MORIA (LESBOS)
El campo de refugiados de Moria, el mayor de la isla griega de Lesbos, que ha llegado a albergar a casi 20.000 personas, ha ardido. Parece ser que en el momento del incendio había unas 13.000 personas. Entre 2015 y 2016 llegaron a Grecia más de un millón de refugiados, la mayoría sirios huyendo de la guerra.
Moria ha sido un lugar infecto, sin servicios básicos y donde la violencia era la norma. ¿Cómo empezó este lugar de miseria?
En 2016 la UE y Turquía acordaron que se pagaría a Ankara 6.000 millones de euros para mantener a los refugiados dentro de las fronteras de Turquía comprometiéndose a evitar que cruzaran el mar hacia Grecia. Para ejercer de tapón. Pero nada ocurrió como se planeó. A Grecia empezaron a llegar refugiados y Moria llegó a contar con 20.000 personas donde solo deberían haber estado 2500 en el campo “oficial”, unas instalaciones militares preparadas para albergar a soldados de forma temporal. Contiguo al recinto se encuentra el “olivar”, una ladera en la que se llegó a instalar incluso más gente que dentro. Pero hay más, se fueron creando decenas de asentamientos en las inmediaciones.
Un colapso, símbolo de la respuesta ineficaz de la UE ante el desafío migratorio, rodeado de alambradas en el que las personas hacinadas tienen que hacer cola para asearse, comer o pedir documentos. Un lugar de pesadilla, un laberinto de callejones colmatado de basura, barro y desperdicios donde no se paraba de levantar tiendas que se vendían desde 50 euros[1]. Un lugar de olor penetrante mezcla de humo, basura, descomposición. Un lugar donde para sobrevivir había que afrontar la violencia imperante, en el que las mujeres eran violentadas, en el que al caer el sol nadie se atrevía ni a asomar la cabeza desde las míseras chabolas.
El campo pasó a ser un infierno en la madrugada del 9 de septiembre, un incendio provocado sembró el terror cuando unas decenas de personas que habían dado positivas de COVID-19 se negasen a que les trasladaran a un centro de aislamiento[2].
Tal vez fueron los enfrentamientos entre refugiados los que provocaron el incendio. Hastiados de vivir en el infierno optaron por prenderle fuego. Miles de personas iniciaron la huida hacia la capital, Mitilene, mientras la policía bloqueaba el acceso, puesto que los refugiados se encontraban en cuarentena. Las llamas devoraron rápidamente las míseras tiendas.
El Gobierno griego declaró el estado de emergencia para los próximos cuatro meses. La Comisión Europea financiará el traslado y alojamiento a la parte continental de Grecia de los 400 menores no acompañados[3]. Los refugiados están ahora desperdigados mientras los Estados se ponen de acuerdo. Las cifras del reparto no están claras, Alemania y Francia acogerán entre 100 y 150 menores cada uno, otros países, incluso Suiza, recibirán el resto de niños[4]. El 30 de septiembre se presentará un plan de asilo de la Comisión Europea. Pero recordemos que hay varios países que se oponen a la distribución de los solicitantes de asilo (Polonia, Hungría, República Checa, Eslovaquia y Austria).
Eso es todo por ahora.
Moria era un desastre anunciado. Se había pedido que se evacuara a la población más vulnerable y se consiguió trasladar al interior del país a un millar de personas pero es necesario, es urgente, trasladar a esa gente que allí se encontraba por una decisión política. Tras el incendio, los refugiados seguían buscando entre las cenizas algo que rescatar. El encargado gubernamental para los campos de refugiados afirmó que el campo había sido totalmente evacuado[5]. Moria es una catástrofe humanitaria.
A las tensiones xenófobas se unen las del miedo al virus que señala a los inmigrantes como el foco de contagio, aunque es evidente que las infecciones se reavivaron con la llegada de turistas.
La Unión Europea no puede mirar hacia otro lado. Sus estados miembros deben aumentar el número reubicaciones desde Grecia y poner fin a la política de contención en las islas.
La reubicación de esas personas es más urgente que nunca. Por humanidad.
Ayúdanos a exigirlo.
Firma:
https://www.es.amnesty.org/actua/acciones/grecia-moria-refugio-sep20/
EQUIPO COMUNICACIÓN COMUNIDAD VALENCIANA
E.Sopeña
Imágenes REUTERS Elias Marcou
[1] https://www.elperiodico.com/es/internacional/20200208/moria-la-ciudad-de-la-verguenza-7838154
[2] https://www.elconfidencial.com/mundo/2020-09-09/campo-refugiados-moria-lesbos-grecia-destruido-fuego-incendio_2740820/
[3] https://www.rtve.es/noticias/20200909/gran-incendio-se-desata-campo-refugiados-moria-grecia/2041733.shtml
[4] https://www.lavanguardia.com/internacional/20200912/483411639612/moria-lesbos-refugiados-ninos.html
[5] https://elpais.com/internacional/2020-09-09/un-incendio-calcina-el-campo-de-refugiados-griego-de-moria.html