LA GUERRA DE LAS PATENTES
Primero fue la carrera por la vacuna, a ver quién llega antes, cuando el instinto de supervivencia prevalece, ya lo comentamos en una entrada anterior de este blog[1]. Ahora estalla la guerra de las patentes. Una patente, un derecho exclusivo que concede un Estado para la protección de un invento que permitirá utilizarlo y explotarlo, […]
Primero fue la carrera por la vacuna, a ver quién llega antes, cuando el instinto de supervivencia prevalece, ya lo comentamos en una entrada anterior de este blog[1].
Ahora estalla la guerra de las patentes.
Una patente, un derecho exclusivo que concede un Estado para la protección de un invento que permitirá utilizarlo y explotarlo, así como impedir que terceros lo utilicen sin consentimiento del inventor o de la empresa.
Una patente farmacéutica, unos derechos exclusivos concedidos por un Estado al inventor de un nuevo producto o tecnología farmacéutica, susceptible de ser explotado comercialmente, por un período limitado de tiempo a cambio de la divulgación de la invención.
En el caso de las patentes de las vacunas que las empresas farmacéuticas están comercializando, la liberalización podría resolver el acceso a las mismas. 170 personalidades escribieron una carta al presidente de los Estados Unidos para pedirle la suspensión temporal de las licencias de producción de vacunas contra la COVID-19. Amnistía Internacional llevaba meses pidiendo el acceso universal a las vacunas con la campaña #UnPinchazoJusto[2].
La Comisión Europea argumentaba que liberar patentes de vacunas no resolvería el problema actual de acceso a las mismas[3] y consideraba que la colaboración entre compañías farmacéuticas aumentaría la capacidad de producción a escala global. La Organización Mundial del Comercio tenía desde octubre de 2020 la propuesta de Sudáfrica e India para que los productores de vacunas COVID-19 no estén sujetos a patentes. Pero la Comisión Europea se decantaba por incrementar la cooperación entre desarrolladores de vacunas y compañías farmacéuticas. Y la industria está de acuerdo con la Comisión: sin patentes no hay incentivos. Es su argumento de base. Los derechos de propiedad garantizan que las compañías farmacéuticas se lancen a la carrera de investigar medicamentos. La Federación Internacional de Fabricantes y Asociaciones Farmacéuticas (IFPMA) considera el apoyo de EEUU a la suspensión de las patentes como decepcionante y aseguran que no aumentará la producción de dosis[4].
Pero existen flexibilidades que permitirían la suspensión temporal del derecho de exclusividad del titular de la patente, lo cual autorizaría la explotación por parte de terceros a cambio de royalties. Sin embargo, no se trataría de una licencia obligatoria global, sino que cada país tendría que emitirla según su legislación de patentes[5]. Por otra parte, cabría preguntarse si otros países podrían fabricarlas.
Salta la noticia el 6 de mayo de que la UE se abre a discutir la suspensión de las patentes. Ha bastado la decisión de los EEUU de una pandemia sin patentes para que por aquí cambiemos de opinión. Es más, la exención en EEUU no solo se aplicará a las vacunas sino a los tratamientos y diagnósticos. Médicos sin Fronteras, aplaudiendo la decisión, considera que se debería exigir a las empresas farmacéuticas que recibieron fondos de los contribuyentes para la investigación y desarrollo de las vacunas que compartan la tecnología y conocimientos técnicos con otros fabricantes[6].
Sesenta países copatrocinan la propuesta de exención y más de 100 de los 164 Estados miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) la apoyan.
¿Quiénes se siguen oponiendo? Hasta ahora, la UE, pero también Reino Unido, Suiza, Australia, Noruega, Japón y Brasil. Canadá se mantiene neutral.
Los derechos de propiedad protegen el derecho a la propiedad intelectual, pero en una situación extraordinaria como la actual pandemia son necesarias medidas extraordinarias
Nadie estará seguro hasta que todo el mundo esté seguro.
La pandemia sólo acabará cuando haya vacunas para todas las personas.
Amnistía Internacional ha puesto en marcha una petición para que Astrazeneca, Moderna, Pfizer, BioNTech y el resto de farmacéuticas que han desarrollado vacunas COVID-19, compartan su conocimiento y tecnología y se puedan producir muchas más vacunas de forma rápida.
Firma para que todo el mundo esté a salvo:
EQUIPO COMUNICACIÓN AMNISTÍA INTERNACIONAL COMUNIDAD VALENCIANA
A.Emma Sopeña Balordi
Responsable de RRSS AICV
Imagen de Pete Linforth en Pixabay
Enlaces:
[1] https://blogs.es.amnesty.org/comunidad-valenciana/2021/03/04/a-ver-quien-llega-antes-la-carrera-por-la-vacuna/
[2] https://blogs.es.amnesty.org/comunidad-valenciana/2021/03/12/frente-al-nacionalismo-de-vacuna-un-pinchazo-justo/
[3] https://elglobal.es/politica/liberar-patentes-la-no-solucion-para-aumentar-la-fabricacion-de-vacunas-covid-19/
[4] https://www.elmundo.es/economia/2021/05/06/609333cffc6c83a5378b464d.html
[5] https://www.infosalus.com/actualidad/noticia-implicaria-liberar-patentes-vacunas-tanto-habla-20210413082935.html
[6] https://www.msf.es/actualidad/estados-unidos/buena-noticia-estados-unidos-se-suma-favor-una-pandemia-patentes