LA SALUD MENTAL. UN DERECHO HUMANO
LA SALUD MENTAL. UN DERECHO HUMANO Pandemia, guerra, crisis económica que golpea fuertemente … La capacidad de resistencia emocional tiene límites y cuando se rebasan las personas caen en el abismo de la depresión. La atención primaria, tan debilitada, tuvo que acarrear también con la avalancha de peticiones de cita por estados de angustia, ansiedad […]
LA SALUD MENTAL. UN DERECHO HUMANO
Pandemia, guerra, crisis económica que golpea fuertemente …
La capacidad de resistencia emocional tiene límites y cuando se rebasan las personas caen en el abismo de la depresión.
La atención primaria, tan debilitada, tuvo que acarrear también con la avalancha de peticiones de cita por estados de angustia, ansiedad y tristeza insuperables.
La víspera del Día Mundial de la Salud Mental, el 10 de octubre de 2021, Amnistía Internacional denunció que actualmente en España – debido al desmantelamiento paulatino de la atención primaria llevado a cabo por los sucesivos gobiernos en la última década – hay una atención claramente deficitaria para las personas con problemas mentales[1].
Estaba claro que los trastornos de salud mental empeorarían de manera alarmante a causa del estado de alarma. Los problemas de trabajo, las precarias condiciones en las que muchas familias tenían que convivir veinticuatro horas al día y la imposibilidad de conseguir cita médica llevaron a la desesperación a miles de personas que, por no tener, ni siquiera tenían un antidepresivo que echarse al cuerpo. Cuando se pudieron conseguir citas con el médico de familia el aumento de las recetas de antidepresivos y ansiolíticos fue exponencial. Sabiendo que antes de la pandemia, España ya aparecía como el país con mayor consumo de ansiolíticos – en un estudio realizado por la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes que cubre 85 países – podemos imaginar cómo aumentaron las ventas[2].
No olvidemos que hay datos que exponen que a un tercio de las personas que padecieron COVID-19 se les diagnosticaron trastornos neurológicos o mentales, agravados en las personas con antecedentes psiquiátricos[3].
Por otra parte, las personas trabajadoras sanitarias, enfrentadas a riesgos y altas exigencias laborales, también se vieron muy afectadas por problemas mentales.
El problema de la depresión grave es de tal magnitud que el Gobierno se ha visto obligado a hacer algo de manera urgente. El martes 10 de mayo de 2022 ha arrancado el teléfono 024 de prevención del suicidio, gestionado por Cruz Roja. Y es que el suicidio es la primera causa de muerte no natural en España, mata a 11 personas al día y 200 lo intentan[4]. Sí, 11, y si las otras 200 no lo consiguen … suerte. Y no olvidemos los daños colaterales … las personas que quedan literalmente destrozadas por el suicidio de la persona querida.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid y el CIBERSAM (Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental) han colaborado en un informe de la OMS sobre las consecuencias que la pandemia ha tenido en la salud mental: los servicios de salud mental han sido los más interrumpidos y afectados de todos los servicios de salud esenciales en la mayoría de Estados miembros de la OMS analizados[5]. La soledad, el miedo, el duelo, las preocupaciones económicas y, en el caso de las personas sanitarias, el agotamiento físico y mental.
La brecha en la atención primaria se ha puesto de manifiesto de manera descarada, y las deficiencias en los servicios de urgencias psiquiátricas han sido muy importantes para las personas que tanto las necesitaban.
Es urgente que aumenten los recursos públicos destinados a la atención a la salud mental en España. El teléfono 024 es acertado pero no esperemos a que las personas estén al borde del suicidio para atenderlas. El apoyo psicológico y el acompañamiento especializado es imprescindible para no llegar a esos extremos tan peligrosos.
En el Sistema Nacional de Salud ha de reivindicarse la Atención Primaria de Salud financiada adecuadamente para que las personas con necesidades de atención de salud mental sean tratadas a tiempo.
El acceso a los tratamientos de salud mental es un derecho humano que sin especialistas en psicología y psiquiatría en la atención primaria no se puede alcanzar, y tarde o temprano se recurre a un exceso de medicalización y sobrediagnóstico. Potenciar la prevención es el camino adecuado.
Amnistía Internacional quiere contribuir a la elaboración de la Estrategia de Salud Mental (2021-2026) en la que es imprescindible, entre otros aspectos, reducir los tiempos de espera de acceso a la consulta, asegurar estabilidad en el empleo a las personas especialistas, asistencia a las mujeres víctimas de violencia.
No hay salud sin salud mental y sin salud mental no hay un funcionamiento adecuado de la sociedad. Y el derecho a la salud mental no se podrá garantizar si persiste la escasez de personal especializado.
La salud mental no puede ser un lujo en lugar de un derecho.
EQUIPO COMUNICACIÓN AMNISTÍA INTERNACIONAL COMUNIDAD VALENCIANA
A.Emma Sopeña Balordi
Responsable de redes y blog Amnistía Internacional Comunidad Valenciana
Imagen: https://pixabay.com/es/users/mohamed_hassan-5229782/
ENLACES
https://www.es.amnesty.org/fileadmin/user_upload/Informe-Estrategia-Salud-Mental-Oct2021.pdf
[1] https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/noticias/noticia/articulo/espana-una-atencion-primaria-debilitada-recibe-mas-de-uno-de-cada-cuatro-de-sus-pacientes-por-problemas-de-salud-mental/
[2] https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/noticias/noticia/articulo/espana-una-atencion-primaria-debilitada-recibe-mas-de-uno-de-cada-cuatro-de-sus-pacientes-por-problemas-de-salud-mental/
[3] https://news.un.org/es/story/2021/11/1500512
[4] https://www.elmundo.es/espana/2022/05/09/627940f0fdddff52678b4603.html
[5] https://www.uam.es/uam/investigacion/cultura-cientifica/noticias/covid-salud-mental