AUNQUE NO LO CREAN, EN LA GUERRA TAMBIÉN HAY LEYES

14 marzo, 2022 por Amnistia Internacional Comunidad Valenciana

Derechos humanos

AUNQUE NO LO CREAN, EN LA GUERRA TAMBIÉN HAY LEYES No es que no estuviéramos acostumbrados a ver edificios de viviendas bombardeados y personas cayendo fulminadas en medio de la calle, lo hemos estado desde siempre, los telediarios están para eso, aunque también para otras cosas, con tal de que sean noticias impactantes. Pero parece […]

AUNQUE NO LO CREAN, EN LA GUERRA TAMBIÉN HAY LEYES

No es que no estuviéramos acostumbrados a ver edificios de viviendas bombardeados y personas cayendo fulminadas en medio de la calle, lo hemos estado desde siempre, los telediarios están para eso, aunque también para otras cosas, con tal de que sean noticias impactantes.

Pero parece que esta vez nos ha dado más miedo y nos causa más estupor por la cercanía. Ucrania está siendo literalmente masacrada. A todos se nos ha atragantado el día viendo cadáveres al lado de sus maletas, unas pobres personas que intentaban huir de su casa.

Esto es la guerra, sí pero una guerra además de injusta, como todas, ilegal, como en el fondo (casi) todas.

No es nuestra intención hoy entrar en la polémica de la terrible crisis bélica en Ucrania, ya lo abordamos el 21 de febrero[1] cuando todavía el conflicto se limitaba a las tensas conversaciones diplomáticas entre Rusia y Ucrania, cuando Amnistía Internacional alertaba de que una guerra sería devastadora para los derechos humanos[2]. Y no nos equivocamos.

Cada día, frente al televisor, con estremecimiento, vemos a cientos de personas huyendo, ancianos trasportados por sus familiares, incluso en carritos de supermercado. Y eso cuando no se quedan atrapados bajo la nieve porque el puente que les permitiría huir ha sido demolido por una bomba. Y las familias que se despiden desoladas tras el cristal de una furgoneta, de un autobús o de un tren. Los corredores humanitarios no son respetados y los hospitales bombardeados. Mueren niños, ancianos, mujeres gestantes, madres que empujan los carritos de sus hijos mirando atrás con espanto, hombres jóvenes, hombre mayores y también valientes mujeres.

Tras el bombardeo de un hospital infantil ¿se puede esperar otra atrocidad mayor? Seguramente sí. Y, a pesar de los riesgos que corren, muchos rusos se manifiestan contra el tirano de su país. Valientes también.

No pararíamos de hablar y denunciar la crueldad de un Gobierno que ha decidido aniquilar a un pueblo. Pero las palabras nos parecen huecas, ni siquiera las imágenes que nos arrojan los telediarios pueden revelar tanta miseria, espanto, tristeza … ¿qué va a ser de todas esas personas? ¿Hay acaso un plan B para subsistir dejando atrás familia, trabajo, hogar? Se trata del mayor movimiento migratorio desde la Segunda Guerra Mundial, millones de personas ya, millones de personas en un futuro muy próximo.

Hoy queremos exigir el cumplimiento del Derecho Internacional Humanitario (DIH), cuyo objetivo es reducir el impacto de los conflictos bélicos, normas internacionales que establecen lo que no está permitido hacer en un conflicto armado con el fin de preservar un mínimo de humanidad y aliviar el sufrimiento. Ese derecho que el Gobierno de Putin ignora vergonzosamente, impúdicamente, mostrando su inhumanidad, su encarnizamiento con Ucrania. Un gobernante que pretende ignorar que las normas de la guerra son universales ya que los Convenios de Ginebra o Convenciones de Ginebra han sido ratificados por 196 Estados[3] protegiendo a quienes no participan en el conflicto, a los heridos, al personal sanitario, obligando a que los detenidos reciban alimentos, limitando el uso de armas para evitar un poco el sufrimiento … si es que hay algún sufrimiento en una guerra que pueda evitarse.

Unos Convenios que constituyen un marco jurídico que regula el DIH, y consta de cuatro tratados, cuyas versiones se firmaron en 1949, y tres protocolos adicionales, que se incorporaron durante lo que se denominó la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética durante la segunda mitad del siglo XX.

Volvemos a la cuestión de la “humanidad”, que Rusia, mejor sería decir el gobernante ruso, desoye sumido en su ignominiosa inhumanidad.

¿Resulta paradójico hablar de “humanidad” en medio de una guerra? Es evidente que sí. Pero, aunque en todo conflicto bélico se cometen atrocidades – el solo hecho de matarse unos a otros es una aberración -, si no se ponen trabas de obligado cumplimiento las aberraciones y atrocidades pueden no tener límite. Y el gobernante ruso no tiene límite. No lo conoce, solo atiende a su ambición conquistadora, imperialista y devastadora. La premisa de los Convenios de Ginebra es la de tratar con humanidad a los semejantes, por muy “enemigos” que se consideren y, aunque se elaboraron para prevenir, también son un instrumento para denunciar. De hecho, la Corte Penal Internacional ha abierto una investigación por crímenes de guerra y de lesa humanidad en Ucrania tras la solicitud de 39 países, entre ellos España, Francia, Alemania, Reino Unido y Portugal. Y no será la última denuncia, por desgracia. La Fiscalía del Tribunal Penal Internacional (TPI), que puede juzgar a las personas acusadas de cometer crímenes de genocidio, guerra, agresión y lesa humanidad, investigará los bombardeos indiscriminados como crímenes de guerra y los responsables serán llevados ante la justicia.

Enviamos material defensivo y ofensivo, medicamentos, ropa, utensilios … e imponemos sanciones, todas las medidas que Occidente es capaz de tomar para ayudar a Ucrania a defenderse del ataque indiscriminado luchando por su libertad contra el invasor, pero estamos sumidos en las contradicciones porque ningún país desde la Segunda Guerra Mundial había osado violar el ordenamiento jurídico mundial. Entrar en guerra por Ucrania sería iniciar la Tercera Guerra Mundial, que empezamos a pensar que es lo que el dictador ruso quiere.

En esta ley del más fuerte (Rusia) caiga quien caiga a costa de lo que sea sin moral, sin piedad, sin conciencia es una guerra que no se rige por las reglas más elementales.

Pero la guerra tiene reglas porque no se trata de aniquilar al “enemigo” sino de neutralizarlo y de no causar destrozos desproporcionados. Aunque estamos convencidos de que el solo hecho de hacer una guerra es desproporcionado y muestra el fracaso de la razón. Qué más quisiéramos que la razón de la diplomacia hubiera valido de algo más que para hacernos creer que el gobernante ruso iba a hablar en vez de matar.

Amnistía Internacional ha verificado informes de ataques indiscriminados contra civiles en Ucrania, a hospitales y escuelas; ha documentado el uso de armas indiscriminadas prohibidas, y eso significa que las tropas rusas estarían cometiendo crímenes de guerra. El lanzamiento de municiones no guiadas en zonas pobladas está prohibido y se están utilizando. Y cuando las bombas caen sobre objetivos que no son militares sino civiles se tiene clara la política bélica de Putin.

Utilizar la fuerza contra un Estado sin justificación es una violación de la Carta de las Naciones Unidas[4], instrumento de derecho internacional vinculante para los Estados Miembros de la ONU que recoge los principios de las relaciones internacionales, desde la igualdad soberana de los Estados hasta la prohibición del uso de la fuerza en las relaciones internacionales.

Y un Estado no puede usar la propia posición como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU para protegerse de las responsabilidades.

¿Nada ni nadie puede detener esta debacle?

Hay que parar esta guerra, YA.

ACTÚA:

https://www.es.amnesty.org/actua/acciones/conflicto-rusia-ucrania-mar22/

EQUIPO COMUNICACIÓN AMNISTÍA INTERNACIONAL COMUNIDAD VALENCIANA

A.Emma Sopeña Balordi

Responsable de redes y blog Amnistía Internacional Comunidad Valenciana

ENLACES

https://www.amnesty.org/es/latest/news/2022/03/eu-temporary-protection-is-needed-for-everyone-fleeing-ukraine/

Amnistía dice que el bombardeo ruso contra Chernigov que dejó más de 45 muertos podría ser un crimen de guerra (europapress.es)

https://elpais.com/planeta-futuro/red-de-expertos/2022-03-05/a-alguien-le-importa-el-derecho-internacional-humanitario.html