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LOS PALAFITOS DE BUENAVENTURA, COLOMBIA. VIOLENCIA Y PROGRESO ENFRENTADOS. Parte I

LOS PALAFITOS DE BUENAVENTURA, COLOMBIA. VIOLENCIA Y PROGRESO ENFRENTADOS. Parte I   Los palafitos son las casas ecológicas más antiguas de América. Construcciones que se asientan sobre un sistema de pilares o estacas de madera, los cuales, a su vez, se insertan sobre aguas pacíficas como lagos, lagunas y caños donde las aguas fluyen en […]

LOS PALAFITOS DE BUENAVENTURA, COLOMBIA.

VIOLENCIA Y PROGRESO ENFRENTADOS. Parte I

 

Los palafitos son las casas ecológicas más antiguas de América. Construcciones que se asientan sobre un sistema de pilares o estacas de madera, los cuales, a su vez, se insertan sobre aguas pacíficas como lagos, lagunas y caños donde las aguas fluyen en calma para acabar desaguando en ríos. Este movimiento suave favorece la ventilación y refresca el asentamiento. Pueden construirse también sobre el mar. Se caracterizan, además, porque son autosuficientes, regulan el agua de lluvia y los materiales de que están hechos son no tóxicos, así que, los palafitos pueden considerarse construcciones bioclimáticas.

Su origen se sitúa entre los 5000 y 1000 años a.c. (época mesoindia). Como consecuencia de la modificación del clima y la vegetación, unido a la desaparición de los grandes mamíferos, los antiguos pobladores pasaron a convertirse en pescadores y recolectores, construyendo sus casas sobre el agua como medio de seguridad, también de transporte a través de los canales. Los primeros en iniciar este tipo de construcción parece ser que fueron los aborígenes llamados A’wu o Paraujanos, habitantes del noroeste de las costas venezolanas.

Entre las diferentes zonas con palafitos de Colombia está Buenaventura, ciudad situada en el valle del Cauca. Esta ciudad es un distrito industrial, principal puerto marítimo de Colombia y uno de los 10 puertos más importantes de América Latina. Mueve más del 53% del comercio internacional del país y, mientras el puerto de Buenaventura muestra un crecimiento desbordado, la población de la ciudad sufre una de las condiciones de pobreza más extremas de Colombia: 80% de pobreza, con el 40% del total en miseria absoluta. El 71% sólo dispone de agua 8 horas al día, el 40% está sin alcantarillado y el desempleo es muy alto, tanto que supera el 65%.

El gobierno colombiano gasta mucho dinero en concesiones para modernizar el puerto y sus accesos, con el objetivo de convertirlo en uno de los más poderosos y bien comunicados de Latinoamérica. Entonces ¿a qué se deben las cifras tan altas de pobreza, la miseria y las deficiencias? Como veremos en la parte II, la población está sometida a acciones verdaderamente terribles, pero además, hay un hecho sustancial que se tiene que conocer: el 90% de la población del puerto son afrodescendientes. Entonces, cabe preguntarse ¿se persigue eliminar a los pobladores afrocolombianos y aborígenes para que se puedan realizar las obras que se planean sin que estos interfieran? ¿Se les quiere echar para ocupar los terrenos donde están los palafitos, de los que son sus propietarios legales desde tiempos inmemoriales? ¿Buenaventura está sufriendo racismo de estado?

Cuando se visitan páginas Web y se buscan los palafitos de Colombia, se pueden encontrar páginas con imágenes de estas construcciones que invitan a pensar en un paraíso terrenal, incluso hay agencias de viajes que ofrecen visitarlas como turismo ecológico. Nada que ver con las condiciones inhumanas a las que se ven sometidos los habitantes de la ciudad, puerto y las áreas con palafitos de Buenaventura. Esta situación en el Valle del Cauca es desconocida no sólo por el resto de países sino también por gran parte del mismo país, Colombia.

EQUIPO COMUNICACIÓN COMUNIDAD VALENCIANA

 E.Redondo y E.Sopeña

Enlaces consultados 28-5-2019

https://www.semana.com/nacion/multimedia/semana-en-vivo-ray-chapurri-buenaventura-es-victima-del-racismo-de-estado/412577-3

http://www.elpais.com.co/elpais/judicial/noticias/situacion-buenaventura-alarmante-colombia-human-rights-watch

https://www.elespectador.com/economia/la-triste-paradoja-del-puerto-de-buenaventura-articulo-727663