EL LENGUAJE COMO ARMA
EL LENGUAJE COMO ARMA El lenguaje no sólo nos sirve para comunicarnos entre nosotros, para establecer vínculos interpersonales, para mostrar nuestros modelos del mundo, sino para representarnos y crear modelos de nuestra experiencia. Las palabras simbolizan nuestra experiencia mental, tienen el poder tanto de reflejar como de moldear las expresiones mentales. Hoy, 24 de […]
EL LENGUAJE COMO ARMA
El lenguaje no sólo nos sirve para comunicarnos entre nosotros, para establecer vínculos interpersonales, para mostrar nuestros modelos del mundo, sino para representarnos y crear modelos de nuestra experiencia. Las palabras simbolizan nuestra experiencia mental, tienen el poder tanto de reflejar como de moldear las expresiones mentales.
Hoy, 24 de enero, Día Internacional de la Educación, un derecho humano, nos centramos en el papel decisivo que tiene el lenguaje en esta responsabilidad colectiva. “Sin una educación de calidad, inclusiva y equitativa para todos y de oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida, los países no lograrán alcanzar la igualdad de género ni romper el ciclo de pobreza que deja rezagados a millones de niños, jóvenes y adultos”[1].
El uso perverso del lenguaje no se cifra solamente en el insulto o la descalificación descarada porque a veces son demasiado evidentes para que se tambalee la estructura emotiva y cognitiva de la persona agredida. El abuso lábil es un arma letal para la persona que se encuentra en inferioridad de condiciones. Este tipo de abuso de poder utiliza la palabra como arma privilegiada en un discurso totalizador que enuncia proposiciones que parecen universalmente verdaderas.
En nuestra entrada del blog “Estereotipo, prejuicio … discriminación”[2] expusimos las consecuencias que puede tienen este tipo de juicios de valor: la evitación, el abuso verbal, la violencia, el acoso… Por desgracia no siempre somos conscientes de caer en este uso del lenguaje por los estereotipos que inevitablemente tenemos en la mente: aunque cueste admitirlo, buena parte de la información que manejamos en nuestra cabeza está basada en pequeños y muy sesgados hechos reales[3]. Tener estereotipos en nuestro imaginario colectivo[4] es normal pues el entorno social nos los transmite desde la infancia para afrontar el miedo a lo desconocido poniendo etiquetas a lo que no conocemos.
Pero la gravedad de la manipulación del lenguaje se encuentra en el uso consciente de la crítica discriminadora por la raza, la religión, la nacionalidad, el sexo … y se usan palabras despectivas (incluso sutilmente) que atentan contra la dignidad de las personas tanto en la escena laboral – por medio del hostigamiento psicológico en el ámbito de una actividad laboral que humilla y atenta contra la dignidad de la persona – como en el personal – por medio del acoso por razones de sexo, de orientación afectivo-sexual o identidad de género -. Las intimidaciones verbales (menosprecios o difusión de rumores sobre la vida privada), el aislamiento social por exclusión o ignorando a la persona, la utilización incluso del humor sexista, racial, etc., la ridiculización …No olvidamos el ciberacoso a través de tecnologías de la comunicación y el daño que los bulos causan siempre a las personas más desfavorecidas[5].
Tantos usos del lenguaje que provocan sufrimiento por discriminación hacia las personas que reciben un trato desfavorable solo porque forman parte de un determinado grupo o categoría de personas y que hace se sientan impotentes para desenvolverse libremente; discriminación por etnia, origen, creencias, raza, orientación sexual, idioma o cultura.
La discriminación directa es evidente, rechaza abiertamente a una persona o un grupo de personas, la indirecta no lo es tanto puesto que un criterio o práctica aparentemente neutro supone una desventaja o rechazo. Y todavía más grave si cabe: la discriminación estructural que “se basa en la forma en que nuestra sociedad está organizada. El propio sistema desventaja a ciertos grupos de personas. […] funciona a través de normas, rutinas, patrones de comportamiento y actitudes que crean obstáculos para lograr una verdadera igualdad oportunidades. […] se manifiesta a menudo como prejuicio institucional, mecanismos que constantemente operan a favor de un grupo y discriminan a otros”[6]. Como comentábamos al principio de esta entrada del blog sobre los estereotipos, no somos conscientes de la existencia de la discriminación estructural porque nos formamos con ella y se muestra como evidente.
Solo se puede vencer el uso discriminatorio del lenguaje con educación, con programas educativos que sensibilicen sobre los mecanismos intolerantes y sobre los beneficios sociales de la diversidad en un aprendizaje intercultural.
Educación en derechos humanos[7].
EQUIPO COMUNICACIÓN COMUNIDAD VALENCIANA
Emma Sopeña Balordi
Enlaces consultados 24/1/20
Más información:
https://www.unirioja.es/servicios/sprl/pdf/ur_protocolo_acoso_anexoii.pdf
Imagen de Gerd Altmann en Pixabay
[1] https://es.unesco.org/commemorations/educationday
[2] https://blogs.es.amnesty.org/comunidad-valenciana/2019/07/04/estereotipo-prejuicio-discriminacion/
[3] https://elenaarnaiz.es/estereotipos-prejuicios-discriminacion-procesos-seleccion/
[4] Concepto acuñado en 1960 por Edgar Morin. “Teoría del imaginario colectivo”. https://es.scribd.com/doc/164187735/Imaginario-Colectivo
[5] https://blogs.es.amnesty.org/comunidad-valenciana/2019/04/23/discriminacion-y-lenguaje/
https://blogs.es.amnesty.org/comunidad-valenciana/2019/03/05/lenguaje-y-discriminacion/
gs.es.amnesty.org/comunidad-valenciana/2020/01/06/bulos-y-derechos-humanos/
https://blogs.es.amnesty.org/comunidad-valenciana/2019/07/18/xenofobia-y-redes-sociales/
https://blogs.es.amnesty.org/comunidad-valenciana/2019/07/04/estereotipo-prejuicio-discriminacion/
[6] https://www.coe.int/es/web/compass/discrimination-and-intolerance
[7] https://blogs.es.amnesty.org/comunidad-valenciana/2019/05/07/educacion-en-derechos-humanos/