Comunidad Valenciana
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SALVAR LA TIERRA PARA SALVARNOS Se acaba de presentar el informe España 2050 en el que los expertos del Gobierno plantean en el capítulo sobre el cambio climático un año 2050 sostenible con dos grados menos de calentamiento. Nos advierte que tendremos que cambiar nuestros hábitos de consumo, con menos tecnología de usar y tirar […]

SALVAR LA TIERRA PARA SALVARNOS

Se acaba de presentar el informe España 2050 en el que los expertos del Gobierno plantean en el capítulo sobre el cambio climático un año 2050 sostenible con dos grados menos de calentamiento. Nos advierte que tendremos que cambiar nuestros hábitos de consumo, con menos tecnología de usar y tirar con el fin de preservar el planeta de los estragos a los que lo sometemos.

El 22 de abril se conmemoró el Día de la Tierra[1] en un año en el que nos enfrentamos a una pandemia sanitaria mundial con una fuerte relación con la salud de nuestro ecosistema. Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, PNUMA[2], una nueva enfermedad infecciosa emerge en los humanos cada 4 meses. De estas enfermedades, el 75% proviene de animales, lo que muestra las estrechas relaciones entre la salud humana, animal y ambiental.

A pesar de lo mucho que se divulga, de lo mucho que comentamos, el cambio climático sigue siendo el gran desconocido, tanto por fuentes equívocas como por desinformación interesada.

Existen dos conceptos relacionados pero no sinónimos: cambio climático y calentamiento global, siendo el segundo la causa del primero puesto que el aumento de temperatura del planeta provocado por las emisiones a la atmósfera de gases de efecto invernadero desencadenan cambios climáticos. ¿Las consecuencias? Efectos perjudiciales en los sistemas físicos, biológicos y humanos[3].

La quema de combustibles fósiles para la generación de electricidad, los gases provocados por la ganadería y también por la agricultura, el crecimiento poblacional, la destrucción de los ecosistemas terrestres y marinos, que sustentan todas las formas de vida de la Tierra.

Todo ello ha conducido a lo que la comunidad científica ha denominado el Antropoceno: la era geológica motivada por el impacto del ser humano en la Tierra y que dejamos en herencia a las siguientes generaciones. Impacto en el derretimiento de la masa de hielo en los polos, con el consiguiente aumento del nivel del mar que produce inundaciones, impacto en los fenómenos meteorológicos violentos (sequías, incendios, huracanes, desaparición de especies animales y vegetales… ) y personas refugiadas climáticas por pérdida de su medio de subsistencia.

El 22 de abril, Día Internacional de la Madre Tierra, Amnistía Internacional lanzó la campaña “Una carta del mundo”[4] para exigir a las autoridades colombianas que tomen medidas para garantizar la seguridad de la defensora ambientalista Jani Silva. Una carta escrita por más de 500.000 personas de todo el mundo como símbolo de apoyo por la protección de la Amazonía. Jani está en riesgo de ser asesinada por defender el Amazonas y los derechos de más de 1,200 personas. Una más de las acciones que Amnistía Internacional lleva a cabo para defender los derechos de las personas amenazadas por la inconsciente y nefasta actuación sobre la naturaleza que entra en colisión con los derechos humanos.

Nuestra biosfera está en peligro y los seres humanos con ella. Tal vez los que vivimos amparados en nuestra zona de confort no consideremos que es una prioridad, nuestra vida “parece” la de siempre, pero ¿y la de nuestros descendientes? ¿Acaso no nos importa? ¿Podemos ser tan inconscientes? Hay que luchar contra el negacionismo y el pasotismo. Hay que fomentar el pensamiento crítico apoyado en la ciencia. “La pandemia ha puesto a prueba a la ciencia y, sobre todo, a la confianza política en la ciencia”[5].

A veces solo percibimos las funciones que la biodiversidad cumple en los ecosistemas cuando fallan, al mermarse la biodiversidad[6]. Restaurar nuestros ecosistemas dañados ayudará a acabar con la pobreza, a combatir el cambio climático y prevenir una extinción masiva. Y una de esas funciones es proteger contra pandemias: las zoonosis (enfermedad propia de los animales que incidentalmente puede comunicarse a las personas) son parte de un ecosistema alterado. ¿Esto sí nos importa o tampoco?

Las naciones están sufriendo las consecuencias de haber declarado la guerra a la naturaleza[7] sobre todo las naciones más vulnerables, los pueblos más desfavorecidos, las personas más indefensas. ¿Hay derecho?

EQUIPO COMUNICACIÓN AMNISTÍA INTERNACIONAL COMUNIDAD VALENCIANA

Emma Sopeña Balordi

Responsable de RRSS AICV

Imagen de stokpic en Pixabay



[1] https://www.un.org/es/observances/earth-day

[2] https://www.unep.org/es

[3] https://www.acciona.com/es/cambio-climatico/

[4] https://www.amnesty.org/es/documents/amr23/4018/2021/es/

[5] https://elpais.com/espana/madrid/2021-04-24/harian-falta-cuatro-pandemias-para-paliar-el-cambio-climatico.html

[6] https://elpais.com/espana/madrid/2021-04-24/harian-falta-cuatro-pandemias-para-paliar-el-cambio-climatico.html

[7] https://verdeyazul.diarioinformacion.com/como-salvar-la-tierra-en-esta-decada-segun-la-onu.html