Agosto y su tripulación, ¿el porqué?
Actualmente el continente africano es el que más conflictos armados tiene, conflictos llenos de violencia que llevan a sus ciudadanos a empezar con la migración a los diferentes países que tienen por vecinos, comprobando en ocasiones que la situación en ese nuevo país no es menos peligrosa.
El verano llega a su punto final y todos hemos vuelto a la rutina y a sus normalidades, lo de tomar el metro o el medio de transporte que utilices para ir a trabajar, volver a la uni, etc , pero debemos recordar que agosto nos deja situaciones a las que no podemos obviar sin más, y no solo son las puestas de sol de la época estival.
El verano pasado las noticias de las llegadas de pateras a Barcelona coparon todos los informativos, los tripulantes eran desembarcados o trasladados a la ciudad condal, o venían desde Andalucía desde donde informaban que los CIES allí estaban todos saturados.
Este agosto hemos tenido la tan sonada parada y/o “secuestro” del Open Arms como lo llamaba el director Oscar Camps. Me llamó la atención el tan sonado cambio de nombre.
En opinión de Amnistía Internacional, estas personas deberían haber sido desembarcadas inmediatamente y asistidas adecuadamente, tal y como marca el derecho internacional”.
El verano también es temporada de alargar las tertulias con amigos y familiares, dónde solemos escuchar clásicos como “Llévalos a tu casa”, “aquí ya no hay más lugar para más inmigrantes” o “primero los de aquí”. Creo que estos son los comentarios más básicos que salen al hablar de migrantes sin conocimientos real de causa.
Por eso hoy escribo sobre lo que hay antes de que esas personas lleguen a “nuestros” territorios.
Actualmente el continente africano es el que más conflictos armados tiene, conflictos llenos de violencia que llevan a sus ciudadanos a empezar con la migración a los diferentes países que tienen por vecinos, comprobando en ocasiones que la situación en ese nuevo país no es menos peligrosa.
En la pequeña Burundi, desde que en 2015 estallara la violencia preelectoral tras el intento de golpe de estado en Bujumbura, el terror entre la población civil local, principales víctimas del conflicto, les ha llevado a huir hacia las fronteras, sobre todo a los rebeldes del nuevo gobierno.
En Malí tienen varios frentes abiertos. Podemos dividir el país en dos áreas para entenderlo mejor, el norte y el sur. En el norte del país se encuentran los touareg quienes reclamaban una independencia que se remonta a históricas situaciones y con la ayuda a grupos musulmanes lograron obtener el dominio de la zona y comenzaron a expulsar a los rebeldes intentando imponer la sharia (ley islámica) en todo el territorio.
Mientras tanto en el sur, los militares gestaron un golpe de estado como consecuencia del sentimiento de traición que habían sentido por parte del presidente del país, por no haberles previsto de todos los recursos necesarios para luchar y defender la parte norte del país. Con esta débil situación política en el país, varios miles de personas empezaron a refugiarse en los países vecinos como Burkina faso, Niger, y Mauritania.
En Nigeria, está presente el grupo islámico BOKO HARAN, famoso por el secuestro de 276 estudiantes y diversos atentados reivindicados en el país. El nombre del grupo viene de BOOK que significa ‘libro’ en inglés, y HARAM significa ‘prohibido’ en árabe, lo que supone el rechazo rotundo a todo aquello que tenga que ver con el enseñamiento occidental. El problema del país viene de la culpabilización al gobierno por la desidia en la que se encuentra el norte en su mayoría musulmana, a diferencia del sur del país, en su mayoría cretiana y donde se encuentra la capital económica del país, por lo que el grupo pasa a una actividad terrorista para doblegar al gobierno, violando y asesinando a las poblaciones para acceder al control de los municipios atacados.
La República Centroafricana cuenta con dos grupos armados y enemigos, uno de ellos de mayoría musulmana llamado SELEKA del norte del país. Realizaron un golpe de estado contra el presidente Francois Bozize en 2013. En respuesta a este acto, el grupo armado de mayoría cretien llamado ANTI- BALAKA obligó a miles de personas a huir de sus ciudades por el conflicto étnico desatado en el país. El conflicto tiene como objetivo el control de la mayor cantidad de territorios y por lo tanto el control de recursos naturales.
La Republica Democrática del Congo, una de las crisis humanitarias más largas y complejas del mundo miles de refugiados cruzando las fronteras hacia Uganda huyendo de las destrucciones.
Pasando por una dictadura del presidente Mobutu, en donde el nuevo candidato Kabila con ayuda de las tropas de Uganda y Ruanda lo habían echado del poder, para así poder entrar al Congo a por los millones de Ruandeses refugiados que habían entrado al país a raíz del mayor genocidio de siglo, aquí tenéis el informe de IA respecto al tema.
Somalia, con su inestabilidad gubernamental y con el objetivo descontrolar diversos territorios como lo son Somaliland y Puniland, el grupo armado Al Shabaab y las autoridades impusieron restricciones severas a la población y a quienes ejercían el periodismo. Estos son territorios independientes no reconocidos internacionalmente.
Sudan del Sur: los Nuer y los Dinka, etnias enemigas en donde por ambos lados las masacres se masifican, la hambruna arrecia en todas las áreas de conflicto y golpea principalmente a las personas desplazadas que en el proceso de perder batallas, deben abandonar todo para sobrevivir.
Por todas estas razones intentan escapar de situaciones desesperadas, las personas refugiadas y migrantes arriesgan su vida en peligrosos viajes, por el mar Mediterráneo, durante el trayecto están expuestas a sufrir abusos a manos de funcionarios de los servicios de migración, agentes de policía, militares, traficantes de seres humanos y bandas criminales.
Los gobiernos muchas veces ignoran el mecanismo de reparto de personas refugiadas diseñado por la Comisión Europea, así como las obligaciones legales e imperativos. La lucha contra los delincuentes es fundamental, pero eso no exime a los gobiernos de proteger a las personas refugiadas y migrantes, parece que cada vez más solo preocupa la protección de las fronteras que salvar vidas.
Por eso nuestro trabajo influye en la orientación y las prioridades de organizaciones internacionales y en la elaboración de normas internacionales y regionales, así como en las políticas de migración y refugio de los estados.
Sabemos que los abusos contra los derechos humanos afectan de distinta forma en las diversas partes del mundo, pero hoy en día tenemos los conocimientos, la capacidad y el compromiso a largo plazo necesarios para influir positivamente en todas las estas regiones y conseguir avances para crear un futuro más esperanzador cada día.
Tania Paiva, coordinadora de Medios de Comunicación de Amnistía Internacional Andalucía.