EL TRANSPORTE DE ALIMENTOS Y SU IMPACTO EN EL CLIMA
¿No hay gobierno que regule la proliferación de aviones privados?
´MARIA JESUS MONEDERO EN DIARIO CÓRDOBA, Lunes, 24 octubre 2022
En Julio de 2022, Javier Sampedro escribió en El País el artículo “Deja quieta la comida”. Cito “científicos y ecologistas llevan décadas insistiendo en la necesidad de reducir el transporte de alimentos y fomentar la producción local (…) Los últimos datos publicados en “Nature Food” muestran que el transporte de alimentos por el mundo emite hasta siete veces más de lo que creíamos. De hecho, el transporte supone el 20% de las emisiones totales de la agricultura, y seguramente es justo el 20% sobre el que se puede actuar más deprisa.”
¿Cómo no recordar este artículo mientras disfrutamos de la película “Alcarrás”? A pesar de la problemas de suministro en la pandemia, a pesar de la guerra, parece como sí, por encima de cualquier consideración, lo importante fuera comer de todo y todo el año. Sin importar de dónde viene.
Hoy me toca hablar de transporte. Ya sé que todo tiene matices y que no es el único problema. Pero hoy toca esto. El 50% de las emisiones de CO2 lo producen el 10% de los más ricos del planeta. Un vuelo Londres-Málaga emite tanto como lo que emite una persona en Etiopía al año (The Guardian 2019)
Y, siguiendo con los aviones ¿vemos normal la proliferación de aviones privados? Porque el problema no es que alguien puede pagarlo. El problema es que el perjuicio es para todo el mundo y no hay un gobierno mundial que pueda regularlo de alguna manera.
No es solo la cantidad, es la poca ejemplaridad. En la pasada edición del Festival de Cannes, se intentó dar un mensaje de sostenibilidad. Pero llegó Tom Cruise en helicóptero mientras ocho aviones militares dibujaban una bandera en el cielo. “En pocas horas se había echado por tierra todo el esfuerzo para reducir la incidencia de la industria del cine en el medio ambiente, al menos durante esos días.(Javier Zurro/Ana Ordaz, en El diario.es)
En noviembre se celebrará en Egipto la COP27. Conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático. Al igual que en muchos otros países y ciudades, en Córdoba nos sumaremos a una protesta en las calles el sábado 12 de noviembre. No olvidaremos problemas locales pero sabemos que son un reflejo de la emergencia global.
Nos cuesta establecer una relación entre el derroche de algunos y las muertes, los desplazamientos obligados, de otros. El planeta es uno. La emergencia climática tiene consecuencias en las poblaciones y los territorios más vulnerables. No se ve, no hay un cartel en el cielo que avise. No es como si viéramos una caja llena de comida y dos personas que acaparan todo dejando 98 fuera. No se ve así, pero es así.
María Jesús Monedero. Activista de Amnistía Internacional.