Actualizado a 2024
La pena de muerte vulnera dos derechos humanos fundamentales:
- El derecho a la vida
- El derecho a no sufrir tortura.
Ambos están protegidos por la Declaración Universal de Derechos Humanos, adoptada en 1948 por las Naciones Unidas.
Las siguientes normas internacionales prohíben expresamente el uso de la pena de muerte, excepto en tiempo de guerra:
- Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
- Protocolo núm. 6 al Convenio Europeo de Derechos Humanos
- Protocolo a la Convención Americana sobre Derechos Humanos relativo a la Abolición de la Pena de Muerte
Por su parte, el Protocolo núm. 13 al Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos prohíbe la pena de muerte en todas las circunstancias, incluso en tiempo de guerra.
Aunque el derecho internacional dispone que la pena de muerte puede imponerse por los “más graves delitos”, como el asesinato, Amnistía Internacional considera que la pena de muerte nunca es la solución.
DATOS SOBRE LA PENA DE MUERTE: