Cantabria
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5ª Convocatoria: Curso escolar 2015-2016

La escuela

 

 

 

 

 

 

 

 

Participación: 302 alumnos/as de 13 centros escolares.

Relación de microrrelatos seleccionados en orden a la edad del autor/a:


Carta a los Reyes Magos

Me llamo Ahmad y tengo ocho años, si os fijáis en la foto que os mando, yo soy el del
medio, y como veis, ni mis compañeros ni yo, estamos muy contentos. Este año he
sido muy bueno, por eso, quiero que me traigáis el final de la guerra, sí, habéis oído
bien, en mi país hay guerra.
También os pido que mi amigo Mohamed, que ha ido con su familia a otro país para
que no le hagan daño, vuelva pronto (le echo tanto de menos…)
Cambiando de tema, mi colegio está fatal tiene cristales rotos, las paredes
destrozadas, hay pocos profesores, no tenemos material… lo que necesitamos es que
hagáis que se arreglen las paredes, los cristales, que haya más profesores y material
para todos. El colegio es muy importante para mí porque en mi casa estoy muy
asustado y el cole es donde me siento más seguro porque hay más niños que se
sienten igual que yo, y además, mientras aprendo, me distraigo (es lo que más se
parece a mi vida anterior a la guerra).
A mi hermano, Khaled, (el de la derecha de la foto), quiero que le traigáis un osito de
peluche, porque pasa mucho miedo por las noches, y el anterior lo perdió mientras
jugábamos al escondite. Al niño que tengo a la izquierda, Mazen, un balón de fútbol,
para poder jugar en el patio cuando las cosas se tranquilicen.
Con mucho cariño, Ahmad.
* Autora: África Cayón González              Colegio Público Cisneros


De espaldas a sus deseos

Leí sus pensamientos. Querían reír, jugar, estudiar, pero la vida les ponía de espaldas a
sus deseos, a la sombra del león.
Sabían que algún día despertarían en algún lugar lejos de sus familias, obligados a
luchar por algo que no entendían, perdidos en el laberinto de la crueldad.
Sus miradas decían que no podían hacer nada contra lo que venía. ¡Se me rompió el
corazón! ¿Qué estoy haciendo yo para parar esto?
* Autora: Claudina Dosal del Barrio                             IES Jesús de Monasterio


Piedras que hablan

Siempre que tenía ocasión y sus padres estaban distraídos con los trabajos cotidianos,
abría sigilosamente la puerta, salía en silencio y corría por las calles, descalzo,
esquivando los charcos de lodo que encontraba a su paso y luchando contra el hambre
que rugía en sus entrañas.
Hacía dos semanas que el mundo de Mulay se había transformado con la llegada de
ese personaje extraño, de cara divertida y gafas redondas, al que todos habían
bautizado “Lentes” y que pintaba las paredes con una piedra blanca. No pensaba en
otra cosa que en acudir cada día a la choza en la que se había instalado.
Y no era solo por el delicioso pan que “Lentes” le regalaba al llegar, sino por la
fascinación que le producían esos extraños dibujos blancos que, día a día, pintaba en
su puerta.
Al principio no entendía nada, era incapaz de descubrir su significado; pero, poco a
poco, esos trazos blancos que “Lentes” dibujaba sin parar al tiempo que señalaba
multitud de objetos, fueron tomando sentido y casi sin darse cuenta, Mulay aprendió a
leer.
Durante tres meses, acudió con otros niños a esa improvisada puerta del aprendizaje y
fue feliz, hasta el día en que sus padres, gente buena pero antigua y tradicional, le
impidieron volver. No comprendían que perdiera el tiempo de aquella manera.
Mulay, obedeció por respeto y tristemente renunció a seguir aprendiendo, pero
conservó, como un tesoro, esos trocitos de piedra blanca con los que podía hablar en
silencio.
*  Autora: Alba Olaeta Eguiguren                     Colegio San José. El Astillero


Mancillación

El fuerte viento azotaba las hojas de la rama rota de la vieja cedrela contra la raída
tela de algodón, que hacía de cristal en la no menos vieja escuela. El sonido de las
hojas secas golpeando la tela, la hizo estremecer.
Un escalofrío recorrió su columna. En su cabeza el miedo, el olor a sangre seca y a
sudor. La rigidez de su cuerpo y un punzante dolor en el bajo vientre, la trasladaron
diez años atrás a aquel terrorífico otoño en un agujero oscuro cubierto de hojas secas,
en donde una anciana de nariz aguileña mutilaba su cuerpo de niña.
Ahora, mientras escribe el 2 en la pizarra, se le anegan los ojos. Vuelve la cabeza y mira
a sus alumnas con una mezcla de impotencia y ternura. Un hilo de voz se escapa de su
reseca garganta, exclamando:” ¡No lo consintáis, por favor ¡ ”.
Los inocentes ojos de las niñas, inundados de lágrimas, la miran taciturnos. Al unísono
y sin responder corren hacia ella y la abrazan, como si en este abrazo firmaran un
pacto a la esperanza.
* Autora: Eva González Sarabia       C.E. Personas  Adultas de  Camargo


Cuento

De atrás hacia adelante, de adelante hacia atrás. Con los ojos cerrados, sin mirar.
Cuento los días, las horas, los minutos. Cuento a mis hermanos con ese nudo en el
estómago de que falte alguno. Sé contar, pero no es eso lo que me importa. No quiero
contar más, quiero que me cuenten, sentir que formo parte de este mundo, que soy
persona, o, al menos un número.
* Autora: Noemí Fernández Iglesias           IES Lope De Vega


Hambruna de conocimiento

Descifradores de universo en polvo prensado amordazados por manos mudas. Nadie
que codifique en símbolos el sentido del mundo, ni mucho menos descifre.
Frente al negro infinito, potencias destinadas a ser la preocupación olvidada miran sus
espaldas, mendigando al hombre vendedor de asequible oficio.
Cuando inexistente cosmos abunda en ellos, qué queda sino dar puerta al
conocimiento más puro, sin poder utilizarlo.
* Autor: Óscar Moreno Urquiza                              I.E.S. Leonardo Torres Quevedo


La verdadera historia de las imágenes. (Fotos y texto del fotoperiodista  Javier González).