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¿AFGANISTÁN? ¿IRÁN? ¿QUIÉN SE ACUERDA DE ESOS PAÍSES QUE FUERON PORTADA DE TODOS LOS NOTICIARIOS?

El próximo jueves, 31 de agosto, último día de este caluroso mes, inauguramos en Valencia una doble exposición en el Mercado de Tapinería, “Ellas son la revolución” y “Mujeres de Irán”. A las 19 horas, con la presencia de la coordinadora del Grupo Local de Valencia, Olga Franco, y del coordinador de Amnistía Internacional Comunidad […]

El próximo jueves, 31 de agosto, último día de este caluroso mes, inauguramos en Valencia una doble exposición en el Mercado de Tapinería, “Ellas son la revolución” y “Mujeres de Irán”.

A las 19 horas, con la presencia de la coordinadora del Grupo Local de Valencia, Olga Franco, y del coordinador de Amnistía Internacional Comunidad Valenciana, Natxo Gay, se comentarán las acciones y actividades de Amnistía Internacional durante el curso 2023/24.

El 16 de agosto publicamos una entrada en este blog al cumplirse dos años de la toma del poder en Afganistán por los talibanes.

En el artículo nos referíamos a la caducidad de las noticias, incluso las trágicas, incluso las que relatan la vulneración de los DDHH, porque en nuestro mundo mediático nos hemos acostumbrado a que las tragedias se sucedan de telediario en telediario.

¿Afganistán, Irán? Es como si ya no existieran.

En Irán, las mujeres necesitan el permiso del marido o progenitor o suegro para salir del país; el permiso del padre o abuelo para casarse, la herencia del padre queda reducida a la mitad… Algunas de estas leyes están ligadas a la Revolución Islámica de 1979, cuando las mujeres perdieron muchos de los derechos que habían ganado en décadas anteriores, cuando tenían una importante participación en la sociedad, incluso gubernamental y judicial. Desde ese momento, el velo y la gabardina que cubre gran parte del cuerpo pasaron a ser obligatorios para las mujeres a partir de los 9 años.

Las patrullas de la Policía de la Moral han regresado a Irán, la medida se anunció el 16 de julio.  “La policía realizará patrullas en coche y a pie para advertir y castigar a quienes, desgraciadamente, desobedecen las órdenes y siguen haciendo caso omiso del código de vestimenta», advirtió el portavoz de la Policía[1]. La Policía de la Moral comenzó a patrullar en 2006 para «difundir la cultura de la decencia y el hiyab«. Fue creada por el Consejo Supremo de la Revolución Cultural.

La función principal de la Policía de la Moral o Gasht-e Ershad (Patrullas de Orientación) es velar para que se cumplan las normas del “pudor”. Además de obligar a usar el velo, prohíbe el uso de pantalones ajustados, vestidos de colores vivos, que la ropa deje al descubierto las rodillas y “aconseja” que las mujeres no usen maquillaje ni oigan música en sus automóviles. Tienen la potestad de amonestar a las personas “sospechosas”, imponer multas y practicar detenciones hacia los centros de “reeducación”[2].

Por si fuera poco, el 15 de abril se activó en Irán un sistema de vigilancia a través de cámaras de reconocimiento facial[3], lo cual tuvo efectos inmediatos agravando la aniquilación de derechos que padecen las mujeres en la República Islámica. No es una película de ciencia ficción, es la estricta verdad de ese país en el que la maquinaria de control permite identificar a las mujeres que no lleven el hiyab con el fin de enviarles un mensaje conminatorio en el móvil con la advertencia de que podrá ser conducida ante un tribunal. El Código Penal iraní tipifica no llevar el velo como delito castigado con multas y hasta con dos meses de prisión y 74 latigazos en caso de reincidencia. Una manera “moderna” de instalar el terror entre las mujeres ante el movimiento de protesta que arrancó el 22 de septiembre de 2022 tras la muerte de Mahsa Amini, la joven iraní detenida por llevar mal colocado el velo y que murió bajo custodia de la Policía de la Moral el 16 de septiembre de 2022.

En Afganistán las mujeres son castigadas por la aplicación de la sharía viviendo en un clima de terror en el que no hay rendición de cuentas por las violaciones de sus derechos ni existe un sistema de justicia sensible al género y accesible para ellas. Lo vamos a analizar con más detenimiento.

Todos estos horrores ocurrían e iban siendo noticia, pero fue pasando el tiempo y la guerra en Ucrania acaparó todos los titulares.

Ahora ya ni eso.

¿Quién se acuerda de que el 29 de febrero de 2020 se firmó la retirada de las tropas estadounidenses y de la OTAN en Afganistán por medio del acuerdo de Doha?

El compromiso era que Al Qaeda no operase bajo el control talibán.

Fue cuando nos temimos que la retirada fuera un auténtico desastre, como así ocurrió.

Y cuando en mayo de 2021 empezó la retirada – que culminó el 30 de agosto – las noticias sobre el incierto (en realidad más que cierto) futuro de las mujeres y las niñas no dejaba lugar a dudas, los talibanes iban a someterlas, a anular sus libertades y derechos, los que se habían ido forjando en la época anterior, especialmente en las grandes ciudades porque, no nos engañemos, en las aldeas seguían como en la Edad Media.

Lo que nos temíamos ocurrió: las libertades y los derechos fueron barridos de un plumazo talibán para volver a las prohibiciones inflexibles, a las amenazas y a la clausura.

Y los horrores de las mujeres se han ido sucediendo sin tregua. Se han visto absolutamente sometidas porque los intentos reformistas que apuntaban al laicismo chocaron con la resistencia de un pueblo de pensamiento islámico y feudal.

No olvidemos que Afganistán es un país rural con creencias arraigadas a fuego; en el campo habita casi el 80% de la población que ha vivido entre rebeldes y por el narcotráfico.

Un país que inició su desgraciada historia de guerras en 1978 cuando un golpe militar llevó al poder a un grupo de jóvenes oficiales izquierdistas que estableció un régimen comunista. Los muyahidines se constituyeron en guerrillas y la URSS intervino en 1979.

EEUU ayudó a la guerrilla islámica y, tras once años de intervención soviética, la URSS se retiró, sin que se alcanzara la paz.

Los enfrentamientos continuaron hasta 1992 cuando los fundamentalistas establecieron el Estado Islámico; los muyahidines, que habían luchado contra los soviéticos, se organizaron como talibanes, los “estudiantes religiosos”, educados por mulás, faltos de cultura, pero acérrimos opositores a cualquier influencia occidental.

Se creó un “ideal yihadista” sustentado por los “señores de la guerra”, enriquecidos por el tráfico de opio, reyezuelos que se rigen por un código de conducta social, de honor. Un código incluso previo a la ley islámica sharía que el nuevo gobierno talibán interpretó de manera extremista.

En 1996 los talibanes tomaron Kabul con el objetivo de instaurar el emirato islámico. Se anunciaron las normas de obligado cumplimiento para las mujeres, las que conocemos de nuevo tras la retirada de los EEUU de Afganistán donde habían permanecido desde 2001 desde la invasión militar de la OTAN.

La caída del gobierno talibán en 2001 no significó su aniquilamiento y el modelo prooccidental no pudo crear una democracia. La democracia no admite importación.

Las graves restricciones que imponen los talibanes y su represión ilegítima de los derechos de las mujeres y las niñas deben investigarse como posibles crímenes de derecho internacional, incluido el crimen de lesa humanidad de persecución fundada en motivos de género.

Amnistía Internacional y la Comisión Internacional de Juristas consideran que la fiscalía de la Corte Penal Internacional debe incluir el crimen de lesa humanidad de persecución fundada en motivos de género en su investigación en curso sobre la situación en Afganistán.

Desde que asumieron el poder, los talibanes han impuesto terribles restricciones a los derechos de las mujeres y las niñas de Afganistán. No cabe duda alguna de que se trata de una guerra contra las mujeres: las privan de vida pública; les impiden el acceso a la educación; les prohíben trabajar; las inhabilitan para circular libremente; las encarcelan, torturan y someten a desaparición forzada, incluso por mostrarse contrarias a estas políticas y resistirse a la represión.

Decreto tras decreto, los talibanes han borrado a las mujeres y las niñas de la vida pública, impidiéndoles sus derechos y libertades fundamentales.

Afganistán es el único país del mundo donde las niñas no pueden recibir educación más allá de la escuela primaria.

Afganistán es también el único país del mundo que prohíbe a las mujeres trabajar para organizaciones internacionales, incluidas las Naciones Unidas, al igual que emplearse fuera del hogar en muchos sectores.

En el 54º periodo de sesiones, en octubre de 2023, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU debe renovar y reforzar el mandato del relator especial de la ONU sobre la situación de los derechos humanos en Afganistán y tomar medidas urgentes para establecer un mecanismo internacional de rendición de cuentas independiente que investigue los crímenes de derecho internacional y otras violaciones graves de derechos humanos, además de recabar y preservar pruebas de dichas violaciones con vistas a respaldar futuros procesos de rendición de cuentas, incluido el procesamiento en juicios justos.

Las mujeres viven en un clima de terror en el que no hay rendición de cuentas por las violaciones de sus derechos ni existe un sistema de justicia sensible al género y accesible para ellas.

Obligar a los talibanes a rendir cuentas penalmente y hacer frente a la impunidad de los graves crímenes cometidos documentados es un paso necesario para garantizar justicia a quienes sobreviven a sus atroces prácticas. No podemos fallarles a las mujeres y las niñas de Afganistán.

Y Amnistía Internacional está con ellas porque donde hay conflicto hay personas que dejan de lado su seguridad, su vida personal, a sus seres queridos y se lanzan a ayudar como sea. Como lo hacen en los 64 conflictos armados actualmente en el mundo.

Amnistía Internacional exhorta a la comunidad internacional a solidarizarse con las mujeres y niñas afganas y a utilizar todas las vías posibles para convencer a los talibanes de que reviertan este trato inaceptable a las mujeres, el cual tendrá consecuencias devastadoras para todo el pueblo afgano.

Amnistía Internacional exhorta igualmente a la comunidad internacional a solidarizarse con las mujeres y niñas iraníes.

En respuesta a la vulneración de los derechos humanos en Irán por las movilizaciones, la Unión Europea y Naciones Unidas aprobaron un paquete de sanciones contra Irán[4]. Amnistía Internacional exige que se respete el derecho de las familias a conmemorar sin represalias a los seres queridos que murieron de forma violenta durante el levantamiento, cuando se cumple el primer aniversario del levantamiento “Mujer, vida, libertad” de 2022[5].

En la nueva investigación publicada el 21 de agosto[6], Amnistía Internacional explica que las autoridades iraníes llevan tiempo sometiendo a los familiares de las víctimas a detención arbitraria y reclusión, imponiendo duras restricciones a las reuniones pacíficas en los emplazamientos de las tumbas y destruyendo las lápidas de las víctimas. Ni un solo funcionario público ha rendido cuentas por el homicidio ilegítimo de cientos de hombres, mujeres, niñas por parte de las fuerzas armadas.

La comunidad internacional debe apoyar a las familias de las víctimas presionando a las autoridades iraníes, tanto en público como en privado, para que respeten el derecho a la libertad de expresión, asociación y reunión pacífica. Estas familias han de ser protegidas de la detención arbitraria, las amenazas y otras represalias.

Ante la impunidad sistemática existente en Irán, “Amnistía Internacional pide a todos los Estados que ejerzan el principio de jurisdicción universal y emitan órdenes de detención contra los funcionarios y funcionarias iraníes —incluidos aquellos con responsabilidad de mando— contra los que existan sospechas razonables de responsabilidad penal en crímenes de derecho internacional cometidos durante el levantamiento y después de éste”[7].

La comunidad internacional no puede permitir que se acepte, y mucho menos se normalice, una discriminación y violencia tan extremas contra las mujeres y las niñas.

Ni en Afganistán ni en Irán ni en ningún lugar.

Algunos conflictos fueron noticia, ya no lo son, convertidos en “emergencias olvidadas”. Otros ni siquiera lo fueron.

Las mujeres afganas e iraníes siguen implorando justicia.

POR TODO ELLO TE PEDIMOS QUE FIRMES para que los talibanes garanticen los derechos de las mujeres y niñas afganas y que se identifique a los autores y llevarlos ante la justicia. Solo así estará garantizado el acceso libre y seguro de las niñas a la educación y su protección contra cualquier forma de violencia.

https://www.es.amnesty.org/actua/acciones/afganistan-mujeres-nov21/?gclid=CjwKCAjw5_GmBhBIEiwA5QSMxG4CKtS5ExLn3NWSlX69EaiQpNIM67wJZudewrkCLr0wjJStLqt_ChoCDwgQAvD_BwE

IGUALMENTE TE PEDIMOS QUE FIRMES para exigir que las autoridades iraníes investiguen los envenenamientos de más de 13.000 niñas de más de 100 escuelas de Irán que han estado hospitalizadas con síntomas, todo ello como represalia a las escolares por haber participado pacíficamente en las protestas en septiembre de 2022. La Convención sobre los Derechos del Niño reconoce a los niños, niñas y adolescentes como sujetos de derechos. El derecho de la libertad de expresión (Art.13) y de reunión que incluye la asociación y participación en manifestaciones pacíficas (Art.15) sitúa a los niños, niñas y adolescentes como sujetos activos en la defensa de sus derechos, pudiéndolo ejercer tanto de manera individual como de forma colectiva[8].

https://www.es.amnesty.org/actua/acciones/iran-ninas-envenenadas-abr23/

TÚ PUEDES HACER MUCHO POR ELLAS

ENLACES

https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/blog/historia/articulo/10-restricciones-impuestas-a-las-mujeres-en-afganistan-bajo-el-regimen-taliban/

https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/noticias/noticia/articulo/iran-comunidad-internacional-apoyar-mujeres-ninas-victimas-opresion/

EQUIPO DE COMUNICACIÓN AMNISTÍA INTERNACIONAL COMUNIDAD VALENCIANA

A.Emma Sopeña Balordi

Responsable de redes y blog Amnistía Internacional Comunidad Valenciana

Email:  medios.comunidadvalenciana@es.amnesty.org

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https://blogs.es.amnesty.org/comunidad-valenciana/

Amnistía Internacional Valencia

c/Carniceros, 14, bajo, derecha

46001 Valencia

(34) 96 3913984


[1] https://www.france24.com/es/medio-oriente/20230717-en-ir%C3%A1n-vuelve-la-polic%C3%ADa-de-la-moral-para-vigilar-a-las-mujeres-que-no-llevan-velo

[2] https://www.france24.com/es/medio-oriente/20220922-qu%C3%A9-es-y-qu%C3%A9-hace-la-temida-gasht-e-ershad-la-polic%C3%ADa-de-la-moral-en-ir%C3%A1n

[3] https://elpais.com/internacional/2023-04-23/el-gran-hermano-de-iran-contra-las-mujeres-sin-velo-camaras-de-vigilancia-carcel-y-multas.html

[4] https://elpais.com/internacional/2023-01-23/la-ue-impone-nuevas-sanciones-a-iran-por-la-represion-de-las-protestas-y-las-vulneraciones-de-los-derechos-humanos.html

[5] https://www.amnesty.org/es/latest/news/2023/08/iran-respect-families-right-to-commemorate-loved-ones-killed-during-uprising-without-reprisals-on-one-year-anniversary/

[6] https://www.amnesty.org/en/documents/mde13/7084/2023/en/

[7] https://www.amnesty.org/es/latest/news/2023/08/iran-respect-families-right-to-commemorate-loved-ones-killed-during-uprising-without-reprisals-on-one-year-anniversary/

[8] https://www.es.amnesty.org/en-que-estamos/blog/historia/articulo/tienen-los-ninos-las-ninas-y-los-adolescentes-derecho-a-protestar/