Amnistía Internacional no se cansa de decirlo: la pena de muerte constituye una violación de derechos humanos, del fundamental, el derecho a la vida y a no sufrir tortura ni tratos y penas crueles, inhumanos y degradantes. Derechos consagrados en la Declaración Universal de Derechos Humanos[1], adoptada en 1948 por las Naciones Unidas. Poco después de […]
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