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Los principales organismos internacionales han instado a los Estados a que adopten normas y mecanismos legales que hagan frente a la transfobia.

Estamos ante un tema de Derechos Humanos

Cristóbal Fábrega Ruiz
Coordinador de Amnistía Internacional Jaén

Siempre he pensado que le feminismo es un movimiento por la igualdad y la dignidad de todas las personas. Por eso, nos ha sorprendido la reacción que, en diversos sectores del feminismo, ha provocado el borrador de la llamada Ley Trans. La autodeterminación de género implica que las personas trans puedan hacer la rectificación registral del sexo sin atravesar por los requisitos médicos actuales.

Los principales organismos internacionales han instado reiteradamente a los Estados a que adopten normas y mecanismos legales que hagan frente a la transfobia. Las personas trans sufren una discriminación generalizada en el acceso al trabajo, la vivienda o los servicios de salud.

El texto dado a conocer por el Ministerio de Igualdad abarca medidas en diferentes ámbitos. Lo que ha suscitado el conflicto, es la autodeterminación de género, o lo que llama el texto el derecho a la identidad de género libremente manifestada. Esto supone la eliminación las obligaciones médicas en línea con la despatologización de la transexualidad. Así, la Ley Trans permitiría que los mayores de 16 años modificaran su sexo legal sin más requisitos “que la declaración expresa de la persona interesada”.

A esta modificación se opone un sector del feminismo que argumenta que la autodeterminación de género “pone en peligro” los derechos de las mujeres. Y ponen como ejemplo que los agresores podrían afirmar ser mujeres y eludir la Ley de Violencia de Género, entrar en módulos femeninos en las cárceles o acogerse a cuotas reservadas para mujeres en Consejos de Administración o listas electorales. Estas feministas niegan que las mujeres trans sean mujeres. También se dice que equiparar los derechos de las personas trans con los de las mujeres supone borrar logros de la lucha feminista, como si las personas trans lo único que buscaran fuese aprovecharse de lo que ha conseguido el feminismo.

Otra parte del movimiento feminista defiende el texto. Creen que otorgar derechos a las personas trans no es un gesto en contra de las mujeres. Los colectivos trans, por su parte, llevan años reclamando el derecho a la autodeterminación y señalan que lo que buscan es que el Estado reconozca su identidad, no sus deseos o sus elecciones. Las mujeres trans indican que no son hombres que se sienten mujeres, sin0o que son mujeres desde que tienen la capacidad de entenderse como tales.

El que el procedimiento a seguir sea de naturaleza administrativa ya supone reconocer que la transexualidad no es una enfermedad que requiere de un diagnóstico o de un filtro médico. El pasado 8M en muchos de los manifiestos se repitió el convencimiento de que las mujeres trans también son mujeres.

El territorio español no es el primero en proponer esta regulación esta regulación. Lo han hecho otros países europeos como Noruega, Irlanda, Dinamarca, Malta, Portugal y Bélgica. Todos estos estados han sido, sin duda, inspirados por Argentina, el primer país del mundo en establecer la Ley de Identidad de Género en 2012. Con ello, la región latina aprobó, para las personas mayores de 18 años, el libre cambio de la mención registral de sexo sin necesidad de aportar pruebas previas.

Y no parece que aquellas que manifiestan luchar por la igualdad se opongan a una legislación que busca eliminar una discriminación. Estamos ante un tema de Derechos Humanos y no parece que los argumentos que se expresan puedan oponerse a la ley. Por la igualdad que es la base del feminismo.

Publicado en DIARIO JAÉN el 10 de abril 2022