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LA RESISTENCIA DE LAS MUJERES PALESTINAS

LA ACTUAL OCUPACIÓN DE GAZA HA SIDO PERMITIDA POR LA COMUNIDAD INTERNACIONAL

LA RESISTENCIA DE LAS MUJERES PALESTINAS

Necesitamos más acción, más apoyo y más responsabilidad por parte de todos y todas y en todas partes. (Manal Tamimi en su gira por Granada, Jaén y Almería los primeros días de marzo)

Manal Tamimi, la Gandhi palestina.
Cristóbal Fco. Fábrega Ruiz. Coordinador de Amnistía Internacional de Jaén. Publicado en Diario Jaén el 10 de marzo 2024
Las mujeres en Palestina siguen siendo un pilar clave en la lucha contra la ocupación por parte de Israel a la vez que libran otra batalla para conseguir la igualdad de género. Sobre esta lucha ha hablado esta semana en Jaén Manal Tamimi, considerada la Ghandi palestina por su lucha pacífica contra la ocupación israelí, en un acto en cuya organización ha participado Amnistía Internacional de Jaén. Los militares palestinos combaten en su persona y en su familia el futuro de la resistencia de las nuevas generaciones de palestinos que no se resignan a la normalización de la ocupación y el apartheid. Esta violencia se ceba especialmente en las mujeres que celebran en estas fechas su Día Internacional.
Son víctimas, pero también están en la defensa de los presos políticos, en las organizaciones que permiten amortiguar el drama de miles de refugiados, en la búsqueda de alianzas de palestinos e israelíes por la paz. Manal Tamimi lleva el apellido de una zaga de luchadoras y refleja la esperanza y el sufrimiento de su pueblo. Por ello ha sido detenida en varias ocasiones. Ha sido tiroteada pero no ha perdido su valor.

Un momento del acto


En el pequeño pueblo de Nabí Saleh, su ciudad, nunca se discutió si las mujeres debían participar en la resistencia. La mujer es clave porque es la que cría la nueva generación de luchadores.
En 2022, Amnistía Internacional publicó un informe de investigación en el que detallaba que el régimen israelí impone un sistema de opresión y dominación a la población palestina en todas las zonas bajo su control beneficiando a la población israelí judía. Esto constituye apartheid y está prohibido por el derecho internacional, manifiesta la organización.
El año anterior, Human Rights Watch llegó a la misma conclusión en otro informe. es decir, crímenes de lesa humanidad, según el Estatuto de Roma del Tribunal Penal Internacional, que deben ser perseguidos y contra quienes la comunidad internacional tiene el deber de actuar. Pero esta actuación no se pone en marcha. La actual situación de Gaza ha sido permitida por la comunidad internacional que mira hacia otro

lado.


El pueblo palestino que representa Manal se encuentra cercado (sobre todo en la franja de Gaza) sin que se les dé salida alguna, condenando a este pueblo a un castigo colectivo y una crisis humanitaria cada vez más dura.
Israel no ha hecho nada por evitar la ocupación ilegal de los territorios palestinos por asentamientos judíos que, apoyados por el Ejercito judío, expulsan a los palestinos y los arrinconan sin respetar para nada los acuerdos que se han ido realizando.
La presencia en nuestra localidad de esta activista palestina, apoyada por un número importante de organizaciones de derechos humanos, es un ejemplo de la solidaridad de Jaén con ese sufrimiento que aqueja a este pueblo.
Cuando yo era adolescente uno de los carteles que adornaban mi habitación, perteneciente al Frente Popular de Liberación de Palestina, rezaba en ingles “Mi tierra, mi pueblo, mi patria”. Nunca he podido olvidar la lucha de este pueblo y me duele que un pueblo sufriente como el judío sea ahora el que oprime a otros pueblos olvidando su propia historia.

ME DUELE QUE UN PUEBLO SUFRIENTE COMO EL JUDÍO OPRIMA A OTROS OLVIDANDO SU HISTORIA


Los activistas del Grupo de Jaén de Amnistía Internacional nos tomamos la lucha contra la injusticia como algo personal. Puede ser que no estemos ante un genocidio. Que no estemos ante un verdadero apartheid. Pero, lo que, si tenemos claro, es que estamos ante una autentica injusticia. Ante una verdadera agresión a un pueblo del que se trata de expulsar de su tierra. Y ante eso no estamos dispuestos a mirar hacia otro lado. Nunca.