Mensajes de solidaridad en Valdepeñas para el año nuevo chino
Amnistía Internacional organiza la octava edición de la campaña por los derechos humanos en China. El grupo de acción de Amnistía Internacional se moviliza con la recogida de mensajes de buenos deseos para cinco casos emblemáticos de lucha por los derechos humanos el 17 de febrero en la Plaza de España. El 16 de febrero […]
- Amnistía Internacional organiza la octava edición de la campaña por los derechos humanos en China.
El grupo de acción de Amnistía Internacional se moviliza con la recogida de mensajes de buenos deseos para cinco casos emblemáticos de lucha por los derechos humanos el 17 de febrero en la Plaza de España. El 16 de febrero se celebra el año nuevo chino, el año del perro, abriendo paso a las fiestas de primavera, que son las más importantes en China. Las familias acostumbran reunirse y expresar sus buenos deseos para el año que comienza. Con motivo de estas simbólicas fechas, Amnistía Internacional en Valdepeñas se une a la octava edición de la campaña por mejorar los derechos humanos en China. Un acto de recogida de mensajes de buenos deseos para cinco casos emblemáticos de lucha por los derechos humanos se celebrará el 17 de febrero de 12h a 14h en la Plaza de España.
Son muchas las personas por las que Amnistía Internacional ha trabajado en pasadas ediciones que ya están en libertad. Sin embargo también hay otras personas que se han quedado en el camino, como el recientemente fallecido premio nobel de la Paz Liu Xiaobo. Amnistía Internacional continúa sus esfuerzos, concienciando sobre los graves problemas que sufre la población china. Gracias a esta campaña, el año pasado se enviaron más de 2000 mensajes de solidaridad a la embajada china.
En esta ocasión, se enviaran buenos deseos para cinco defensores de los derechos humanos en China: Liu Xia, Ni Yulan, Dong Guangping, Wang Quanzhang y Jiang Tianyong.
La poetisa Liu Xia fue puesta en “arresto domiciliario” ilegal cuando que se anunció la concesión del Premio Nobel de la Paz a su marido Liu Xiaobo en 2010. Siete años más tarde todavía permanece bajo estricta vigilancia policial. Los años de aislamiento, la muerte de sus padres y finalmente la de su esposo, que se sospecha se debió a una falta de atención médica deliberada por parte de las autoridades, la han dejado sumida en un estado de depresión muy grave, suponiendo un alto riesgo para su vida.
Ni Yulan, abogada que ha hecho campaña contra los desalojos forzosos y otras violaciones del derecho a la vivienda en China, encarna la resistencia
de quienes defienden los derechos humanos y luchan cada día contra la injusticia. Debido a las brutales torturas que la policía le infligió en 2002, Ni Yulan sufrió fracturas en pies y rótulas y quedó postrada en silla de ruedas para siempre. Ella y su familia están sometidas a permanente vigilancia, hostigamiento, restricciones de libertad de movimiento y desalojo de su vivienda (han sido desahuciados siete veces desde 2013).
El caso de Ni Yulan es un claro ejemplo del ambiente hostil en el que viven y hacen su trabajo quienes defienden los derechos humanos en China. Las defensoras y defensores se enfrentan a represalias del gobierno solo por hacer preguntas a las autoridades o por pedir que los funcionarios rindan cuentas ante las leyes y normas internacionales de derechos humanos o las propias leyes chinas. El gobierno chino viene reduciendo el espacio de actuación de la sociedad civil con una legislación cada vez más restrictiva y dando un alto grado de discrecionalidad a la policía en sus actuaciones represivas.
Dong Guangping, detenido varias veces en China por su activismo pacífico, había solicitado la condición de refugiado y estaba pendiente de reasentamiento en un tercer país, pero cinco días antes de su traslado, Tailandia lo devolvió a China. Lleva más de 20 meses detenido sin que su familia haya recibido ninguna notificación oficial sobre el lugar de detención, su situación ni los cargos contra él. Lleva dos años incomunicado y en paradero desconocido. Se teme sea torturado o sufra un juicio injusto.
En 2015 comenzó en China una represión de alcance nacional, contra profesionales de la abogacía que defienden casos de derechos humanos. Al menos 240 personas relacionadas con la defensa de personas que han sufrido violaciones de derechos humanos, han pasado por dependencias policiales. Wang Quanzhang fue arrestado en agosto de 2015 por las autoridades chinas, junto a más de 200 activistas y miembros de la abogacía que defendían derechos humanos, como “sospechoso” de “subvertir el poder del estado”. Desde la detención en 2015 de decenas de abogados, es el único al que nadie ha vuelto a ver. Tras meses en paradero desconocido, permanece incomunicado y se teme por su vida. Jiang Tianyong es un conocido abogado de derechos humanos a quien le fue retirada su licencia para ejercer en 2009 a causa de su activismo. Desde entonces ha seguido trabajando como defensor de los derechos humanos, a pesar de sufrir hostigamiento, detenciones y palizas.