Carta abierta de la líder Bahá’í, Fariba Kamalabadi
La libertad de religión es un derecho humano
En los últimos tiempos, la minoría religiosa Bahá’í está sufriendo medidas sumamente discriminatorias y represivas por parte de las autoridades de Irán, entre las que se incluyen detenciones arbitrarias y cierres forzados masivos de empresas propiedad de esta comunidad.
Los seguidores de la fe Bahá’í constituyen la mayor minoría religiosa no musulmana en Irán, pero sus derechos no son reconocidos por la Constitución de este país, viéndose sometidos a constantes discriminaciones y al riesgo de abuso. Aunque los grupos de derechos humanos y la Organización de las Naciones Unidas han criticado con frecuencia el trato de Irán a las minorías religiosas, y en particular a los bahá’ís, las autoridades iraníes se han negado sistemáticamente a reconocer la diversidad de credos y a detener su represión contra ellas.
Fariba Kamalabadi, es una líder bahá’í que, junto con otros seis líderes bahá’ís, fue arrestada en 2008 y sentenciada a veinte años de prisión, sentencia que fue conmutada a diez años. Actualmente, y tras nueve años en la sección de mujeres de la cárcel de Evin, Fariba denuncia, a modo de carta a su nieto, las atrocidades acumuladas sobre sus compañeros bahá’ís. Un testimonio, que desde la emoción, pone de relieve la vulneración de derechos humanos que está viviendo esta comunidad en Irán.
Aquí podéis leer la carta:
«Mi dulce nieto Bahar,
Ahora que tienes seis meses, voy a escribirte unas líneas para el futuro. Cada semana de tu vida, bajo la lluvia o el sol, sano o enfermo, has venido a verme, a través de las pesadas puertas de hierro y los altos muros de piedra de la prisión de Evin, pasando por el grueso y polvoriento vidrio de la sala de visitas.
A menudo te despertaron en la noche para venir a visitarme después de haber tenido que esperar horas ¡Un día estuviste tan enfermo que fuiste directo de la prisión al hospital! Allí te operaron, pero aún así regresaste la semana siguiente.
Desde antes de nacer tu vida se ha entrelazado con el encarcelamiento y la adversidad, y la triste prisión de Evin te puede haber enseñado ya algo sobre la hostilidad e injusticia que sufrimos.
La más reciente manifestación de esto es el cierre de más de 100 negocios bahá’ís en Sari, Qaemshahr, Bushir y Karaj. Mi corazón está con los afectados. Muchos en Sari y Qaemshahr son mis amigos, incluidas familias que en su día fueron expulsadas de puestos de trabajo del gobierno y que de nuevo están perdiendo su forma de ganarse la vida. Y muchas de estas tiendas eran el sustento de dos o más familias.
A mi querido profesor de matemáticas, un respetado y honesto cargo de la banca despedido hace 30 años, le están cerrando su tienda. También la tienda de nuestro mejor profesor de idiomas, despedido después de la Revolución, se enfrenta al cierre. Y el amable hijo de nuestro vecino, a cuyo padre expulsaron de la administración pública, ha perdido los ingresos para mantener a su madre, su esposa y su hija pequeña.
Cuando oí esta horrible noticia, estos versículos del Corán me vinieron a la memoria: «No habrá obligación en la religión.» (2: 256) y «No os hemos enviado, sino como una misericordia para el mundo» (21: 107).
Dios envió al mensajero del Islam para ser una misericordia para el mundo, pero el «mundo» tiene un significado amplio; incluye a los musulmanes y a los que no lo son. ¿Cómo pueden algunos creer en el Corán y luego, en lugar de derramar misericordia entre sus compatriotas, recogen el hacha de la enemistad en nombre del Islam, privándoles de su sustento? ¿No degrada esto la fe santa del Islam? ¿Y no pueden los ciudadanos musulmanes levantarse en defensa de estos ofendidos?
Mi dulce Bahar, mi querido nieto, no tienes que preocuparte. Nuestro dolor no durará y este helado invierno pronto terminará. Aquí en Evin, el lugar más oscuro de todos, el más doloroso, la llegada de la primavera se puede sentir. Se siente cuando después de la caída del sol en el Ramadán, musulmanes, cristianos y bahá’ís se llaman unos a otros a la mesa para romper su ayuno.
La primavera en Evin apareció cuando, después del martirio del señor Amiri en Yazd (asesinado simplemente por ser bahá’í) un grupo de prisioneros musulmanes llamaron a sus compañeros bahá’ís y les ofrecieron su apoyo y sus condolencias.
Esta primavera se enviarán brotes y hojas de Evin a Sari, Qaemshahr, Nowshahr, Karaj, Yazd – todo el Irán y el mundo entero. Esta primavera manifestará la realidad de la unidad de la humanidad.
Tu abuela,
Fariba Kamalabadi.»