Andalucía
Andalucía

Artículo de opinión de María Jesús Monedero en la edición del Diario Córdoba del 1 de junio de 2019

AUTORA: María Jesús Monedero.

FECHA: 01/06/2019.

Publicado en Diario Córdoba

DIOSES BELICOSOS

En mayo de 2019, las Noches de Ramadán han coincidido con cruces, patios feria, elecciones. El viernes 17 pude ver, en la Casa Árabe, Solo las palomas vuelan, filmada en un campo de refugiados de Líbano, y, pensando en la guerra de Siria, se me vino a la cabeza la imagen de algunos «dioses», en masculino, actuales, que, en vez de en un imaginario cielo, están en sus despachos y deciden sobre la vida y la muerte de personas en países lejanos. Y me acordé de la Ilíada. Y no pude quitar de mi cabeza la obra de Homero mientras veía la película. En la Ilíada se nos narran muchas historias en el marco de una guerra. Como en cualquier poema épico. Lo que a mí, cuando era joven, me llamaba mucho la atención, era el papel de dioses y diosas en el conflicto. Al final yo no sabía muy bien si estas diosas y dioses actuaban como apoyo en el conflicto o el conflicto era consecuencia de sus rivalidades. Y me imaginé la guerra de Siria como un tablero en que se está negociando el poder en la región. Y claro que esto no es nada nuevo pero la imagen de estos dioses belicosos, actuales, mezclados con la guerra de Troya, me arrugó el ceño. Y, entré en la página de Amnistía España y encontré algunas afirmaciones: «Las fuerzas del gobierno y sus aliados (….) perpetraron ataques indiscriminados y ataques directos contra civiles. Las fuerzas del gobierno y gobiernos extranjeros (…) provocaron el desplazamiento forzado de miles de civiles. Las fuerzas de la coalición (…) efectuaron ataques en los que murieron y resultaron heridos civiles». He suprimido los nombres de países porque no es mi intención polemizar sobre si alguien tiene razón (¿razón?) en el conflicto sirio. Ocurre también en otros lugares pero en la película entrevistaban a personas procedentes de Siria. Y la siguiente reflexión que entró en mi cabeza tiene que ver con El suicidio demográfico de Europa (Milagros Pérez Oliva). En el documental vemos muchos niños y jóvenes. Alegres, jugando, sin gran cosa que hacer. Y leo: «En 1900, Europa representaba el 20% de la población mundial. En 1960, el 13,5%. En 2015 había bajado ya al 6,9% y se estima que en 2040 caerá por debajo del 5% si el brexit se consuma. De seguir esta tendencia y mantener las puertas de inmigración cerradas, en 2050 la UE tendrá 49 millones de habitantes menos, 11 de ellos en Alemania y 7 en España». Y, como tenía el día imaginativo, me dio por pensar qué maravilla sería poder trasladar en bloque a quienes están en ese campamento a un lugar cualquiera de nuestra geografía, uno de tantos de esa España vacía. Y qué maravilla sería tener un pueblo lleno de gente joven y con ganas de vivir la vida. Claro que, incluso a Superman, le pedirían unos papeles bastante difíciles de obtener.

Mi reconocimiento a Concha Fernández, la directora, que, en el coloquio, no dejaba de insistir: «Este es un campo modelo, hay otros mucho peores».