Andalucía
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Artículo de opinión de María Jesús Monedero en la edición del Diario Córdoba de 1 de julio de 2019

«De colores, de colores se visten los campos en la primavera». La canción vino a mi cabeza cuando pensé en un título para esta columna. Curiosamente, mis recuerdos iban algo desencaminados en cuanto a quién la había cantado. Gracias a nuestro santo buscador de internet, me encontré, con sorpresa, con versiones, en español, de Joan Báez y Nana Mouskouri. Y ya, disfrutando del momento nostálgico, recuperé Colours, más Colores, de Donovan, música muy ligada a mi adolescencia (sí, lo confieso, eran los 60). Es curioso cómo, para hablar de algunos aspectos del pasado, merecedores de olvido, hablamos de la «España en Blanco y Negro», como si los colores supusieran una manera diferente de estar en el mundo, y en la vida. Y el Arco Iris que iba asociado al ecologismo (Greenpeace y su Rainbow Warrior), hoy en día nos habla más bien de la diversidad de nuestros comportamientos. Pero, como con cualquier imagen repetida, ya miramos automáticamente, sin ver lo que supone esa diversidad, y no nos damos cuenta de que hay muchos más colores, aunque el símbolo siga siendo válido. Por eso, las personas trans tienen su propia bandera, porque, ahora mismo, son menos visibles. Porque ni siquiera las dos banderas juntas plasman toda la variedad que nos permite la combinación de colores, ni siquiera el arco iris representa toda la variedad de las personas en sus gustos, en sus afectos, en su ser y estar.

Y una vez más, debo contrastar la alegría de marchar por nuestras calles, y sentirse parte del orgullo, con la otra realidad. Las violaciones de derechos humanos LGBTI son generalizadas en todo el mundo. 70 países penalizan la homosexualidad con pena de cárcel o castigos físicos y 12 podrían aplicar la pena de muerte, tras la reciente reforma del código penal de Brunei. En América, Brasil sigue siendo el país más mortífero del mundo para las personas trans.

Según la Agencia Europea de Derechos Fundamentales, siete de cada diez personas LGBTI en Europa ocultan su orientación sexual o su identidad de género durante su etapa escolar. Dos nombres: Zak Kostopoulos, activista LGBTI y defensor de las personas seropositivas, que fue aclamado como la inmortal drag queen griega; Marielle Franco, una política negra y bisexual que defendió a las comunidades más pobres de Brasil e inspiró a otras mujeres como ella para que llegaran a lo más alto. Los dos fueron asesinados y pedimos que se aclaren sus muertes.

Más cerca. En 2018 la Federación Andalucía Diversidad y el Observatorio Andaluz contra la Homofobia, Bifobia y Transfobia denunciaba que más del 50 % de los jóvenes andaluces ha presenciado homofobia o transfobia en su entorno. En lo que llevamos de 2019 ya hemos leído/oído en los medios de nuestro país varias noticias de agresiones homófobas.

Una buena noticia: Taiwán pasa a la historia como el primer país asiático que legaliza el matrimonio homosexual. Y no es el único que ha avanzado en este sentido. Buscad.

«Ahora soy menos una pieza o un objeto extraño y más una persona que quiere ser trans, y otras cosas al lado de eso». Sakris Kupila, Finlandia, joven activista transgénero.

Colores. Personas.