Acabemos con la violencia contra las mujeres
Artículo escrito por:
Cristóbal Fábrega Ruiz
Coordinador de Amnistía Internacional Jaén
La violencia de género es una clara violación de derechos humanos. En España más de 1.200 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas desde 2003. Este registro oficial no recogía a otras víctimas que no mantenían una relación sentimental con su agresor, ni a las mujeres que sufrieron agresión sexual, ni a las que vieron asesinados a sus hijas o hijos para causarles aún más daño… Desde 2013 se contabiliza el número de menores víctimas de la violencia machista, la llamada violencia vicaria (hasta enero 2023 han sido 49).
La violencia de género como violación de derechos humanos
Empezamos así a reconocer como violencia de género todo tipo de violencia ejercida contra las mujeres por el mero hecho de serlo.
Vemos como siguen aumentando los casos de violencia de género hacia las adolescentes, sobre todo la violencia sexual, y cada vez, se producen a edades más tempranas. Son situaciones de violencia que tienen una misma causa, la posición de poder del agresor respecto a su pareja a partir de crear una relación de dependencia afectiva. Además, hay un alto porcentaje de adolescentes que dicen no ser conscientes de la situación en la que se encuentran y no denuncian o no tienen intención de hacerlo. Creo que algo está fallando en la lucha contra esta lacra.
Necesidad de evaluar las medidas legales
Hacen falta evaluar las medidas legales, el funcionamiento de los juzgados especializados en violencia machista, la aplicación de los mecanismos de protección. Hace falta, también, concienciación social, un objetivo fundamental en el que los medios de comunicación podrían jugar un papel clave.
A pesar de la insistencia de las autoridades en la necesidad de que las víctimas presenten denuncia, no todas las mujeres dan ese paso, aunque cada vez son más las que lo hacen. Los estudios realizados indican que las víctimas de violencia machista tardan ocho años y ocho meses de media en expresar su situación. Las victimas tiene miedo a la reacción del agresor, no se reconocen como víctimas y sienten, entre otras cosas, pena por el agresor.
También influyen las circunstancias personales, como la falta de recursos, la edad, la maternidad o no o el nivel de formación.
En los casos de violencia sexual se debe garantizar la asistencia integral especializada y accesible a través de la creación de Centros de Crisis disponibles durante las 24 horas del día para atender a las mujeres, niñas y niños que sufran este tipo de agresiones. También promueve dar una formación con enfoque de género a todas las partes implicadas que pueden estar en contacto con la víctima, policía, personal sanitario, forenses, personal de justicia. Por último, debemos incluir como violencia de genero los casos de trata de mujeres para la explotación sexual para lo que debe reactivarse la tramitación de la ley integral contra la trata que quedó pendiente en la anterior legislatura.
Legislar por legislar no es suficiente
Amnistía Internacional ha recordado que la legislación por sí sola no basta. Ninguna ley o normativa será suficiente si no va acompañada de un verdadero compromiso de las autoridades para ponerla en práctica.
Este año Amnistía Internacional ha en puesto como lema de este año el concepto de Se acabó, ya que debemos terminar de una vez por todas con esta terrible lacra.
El 25 de noviembre fue el día que las Hermanas Mirabal que fueron asesinadas en República Dominicana por la dictadura de por su resistencia política a su opresión. Por ello, es también un homenaje a estas mujeres luchadoras por la libertad que, por cierto, poseen un monolito homenaje de el Parque de la Concordia de Jaén y así están unidas a nuestra capital. Gritemos todos juntos: ¡se acabó!